Macarena Olona, de negro, sentada en el sofá.

Macarena Olona, de negro, sentada en el sofá.

Reportajes

La líder de las prostitutas antiabolición de Olona: "Es la única que nos llama; Irene Montero no lo hace"

Las trabajadoras sexuales están en pie de guerra por la ley abolicionista promovida por el PSOE y apoyada por otros grupos políticos. El texto divide a Podemos.

15 octubre, 2022 02:18

Desde que empezara el curso político a mediados de septiembre, las prostitutas, masajistas eróticas y demás trabajadoras sexuales están en pie de guerra. El motivo no es otro que la propuesta de ley abolicionista, un texto promovido por el PSOE y apoyado desde la ambigüedad por diferentes grupos políticos —entre ellos, el PP y una parte de la fragmentada Unidas Podemos— que, según explican, dificultaría, por no decir que imposibilitaría, su "trabajo y forma de vida".

El texto, que según fuentes cercanas al Gobierno busca perseguir el proxenetismo, la trata de personas y el consumo de prostitución, es todavía un proyecto de ley que no ha sido aprobado por el poder legislativo, pero que, sin embargo, ya está despertando la suspicacia de las trabajadoras sexuales.

Aunque no hay ningún estudio serio y certero que arroje una cifra del número de personas que se dedican al trabajo sexual, las diferentes asociaciones y entidades consultadas por EL ESPAÑOL aseguran que el número total no sería inferior al de 200.000; mientras que el porcentaje de personas que se verían en una situación de esclavitud sexual o trata no superaría, en el peor de los casos, un 12% (según fuentes de la asociación ASTRAS).

[Macarena Olona, ante el gran burdel: "Más de un político abolicionista reconoce dónde estoy"]

"Hombre, pues esto nos ha pillado bastante mal, como podrás imaginarte", asegura Raquel, una trabajadora sexual con siete años de experiencia y voz dejada que, en conversación telefónica con este diario desde Sevilla, asegura haberse movido por toda España y haber ejercido en multitud de sitios. "Nosotras solo queremos ejercer como cualquier otra trabajadora", dice.

Para Raquel, que además de trabajadora sexual es secretaria y miembro activo de la Plataforma Stop Abolición, la propuesta de ley está cargada de moralina y punitivismo, cuando, asegura, "no es en verdad una ley ni moralista ni punitivista".

"La propuesta, porque es todavía una propuesta, se escuda en el trabajo sexual libre e independiente. Lo que no entienden es que todo el trabajo sexual es libre e independiente, pues si no sería otra cosa: sería trata", continúa. "Es que está mal planteada. No hay ningún “doble sentido” para dedicarse a este trabajo. Todas las que lo hacemos lo hacemos por voluntad, porque lo hemos decidido, no porque no tengamos más salidas. Por ejemplo, yo soy psicóloga, pero decidí empezar a ejercer este trabajo porque quise. Conozco a muchas compañeras que son enfermeras, abogadas, fisioterapeutas y demás que también se hicieron prostitutas solo porque quisieron".

A pesar de que la propuesta de ley no busca perseguir a las trabajadoras sexuales, sino a las mafias, los proxenetas y, en última instancia, los consumidores de este "servicio"; para Raquel, esta ley las obligaría a volver a lo clandestino, "lo que nos arrojaría a las mafias y la trata de personas. Pero ahora, de verdad".

Macarena Olona, desde un prostíbulo: Más de un político reconoce donde estoy.

Macarena Olona, desde un prostíbulo: "Más de un político reconoce donde estoy".

"No sabemos qué datos tienen para querer aprobar algo así", continúa. "Nuestra plataforma ha solicitado al Ministerio del Interior, a su Portal de Transparencia, que se nos facilite qué estudios o documentos tienen que avalen que se quiera aprobar una ley así, pero no hemos recibido respuesta. El panorama no es muy alentador".

Mientras que, en general, la mayoría de los grupos parlamentarios apoyan, de forma más o menos ambigua, esta propuesta de ley —"nos hemos sentado con gente del PNV, de Junts, de ERC y de otros muchos partidos políticos", asegura también Raquel—, hay una política que se ha alzado como portavoz y defensora de este "sector laboral": Macarena Olona, la exdiputada del partido de ultraderecha Vox.

En plena crisis con su antigua agrupación, la alicantina y candidata a las últimas elecciones andaluzas ha aparecido en diferentes actos y reuniones con algunas de estas trabajadoras sexuales indignadas con la propuesta de ley, llegando a hacer suya la lucha y haciéndose eco constantemente de las reivindicaciones de las trabajadoras, no solo en sus redes sociales, sino en los diferentes medios de comunicación en los que ha declarado.

La exdiputada apareció recientemente en una reunión de ASTRAS, una asociación de trabajadoras sexuales con base en Valencia, para difundir sus consignas y apoyar que estas mujeres sean escuchadas por los grupos políticos que promueven esta propuesta de ley.

"Si la ley se aprueba, nos van a mandar a trabajar a la calle", asegura Susana Pastor. Ella es la presidenta de la organización, una asociación que engloba a trabajadoras sexuales y que, según ella misma afirma, cuenta con cerca de 700 afiliadas que pagan la cuota para que no se apruebe esta ley, que considera "una aberración y un ataque".

Aunque preside ASTRAS, Susana no es ni prostituta ni trabajadora sexual propiamente dicho, sino, en sus propias palabras, "una encargada de una casa de chicas. Yo me encargo de atender a los clientes, de organizarlo todo y demás". En este "mundillo",

Susana, apadrinada de Macarena

Esta valenciana, que ha pasado de total desconocida a "apadrinada" de Olona, fundó ASTRAS hace más bien poco, a finales de septiembre, "porque estaba en otra plataforma, que no voy a decir su nombre, que convocaba manifestaciones sin que las siguiera nadie. Llegamos a hacer una concentración con más de cinco mil personas en Madrid, que ha sido la más grande del mundo", según sus propias palabras, "y apenas tuvimos cobertura. Por eso monté la asociación".

Sin embargo, su gran explosión mediática vino cuando, acompañada de la ex de Vox en una entrevista para un conocido periódico digital, una de las asociadas a la organización aseguró que "si hablamos de los clientes que tenemos, este gobierno se acabaría ahora mismo. Se va. Así de claro", haciendo lo que podría interpretarse como una referencia a que habría políticos del ejecutivo que estarían consumiendo prostitución.

De hecho, en esa misma entrevista, la propia Susana Pastor aseguró que "ha tenido un político, en una agencia de trabajadoras de lujo en Valencia, que cada vez que este señor ha visitado Valencia ha visitado (sic.) y es la pareja, ahora expareja, de una de las feministas de España, podríamos decir".

En conversación con este periódico, Susana Pastor asegura también que estas declaraciones, que han tenido un gran impacto mediático, "están corriendo por grupos de WhatsApp de gente relacionada con el Gobierno. Están nerviosos".

La valenciana afirma que no pide mucho, más allá de hablar con los partidos políticos y que las escuchen, pues asegura que a "ellas" no les han preguntado si les beneficia o interesa esta ley.

"He llamado a Irene Montero cincuenta mil veces, pero nunca quiere reunirse con nosotros", asegura, aun siendo la ley abolicionista una propuesta del Partido Socialista y no de Unidas Podemos. "Lo de Irene Montero no es feminismo, sino radicalismo. La Constitución acepta cualquier trabajo libre, sea el que sea, pero parece que no les importe dejarnos en la calle".

Imagen de una manifestación antiabolicionista.

Imagen de una manifestación antiabolicionista. Cedida

ASTRAS, además de con Olona, se ha reunido con otros grupos políticos, como el PP, PSOE o Ciudadanos; sin embargo, asegura que con la ex de Vox ha habido un acercamiento mayor: "Ella ha sido la que nos llamó. Fue ella la que nos pidió reunirse con nosotros".

Gema es otra trabajadora sexual miembro de ASTRAS, que habla con este periódico desde Bilbao. Tiene 41 años, lleva los últimos 12 dedicándose a esto y asegura ser masajista erótica: "Esto es un despropósito. Quieren llevarnos a la época en la que estábamos expuestas a proxenetas en la calle y podías encontrarte una felación en el callejón de al lado".

"No entiendo qué es lo que quieren hacer con la nueva ley. ¿Llenar las cárceles de proxenetas y puteros, como ellos los llaman?". Para ella, al igual que para Susana y Raquel, la prostitución es un trabajo más que necesita ser regulado, no abolido, para que todas las chicas puedan dedicarse con seguridad a este oficio. "Después de pagar mi local, mi luz, mi cuota de autónomos y mi todo, que yo tengo suerte y, al ser fisioterapeuta, puedo estar dada de alta legalmente, puedo sacarme 2500 euros al mes limpios. En hostelería, que he trabajado también, hacía jornadas de 12 horas por 1000 euros o menos. Ahora por lo menos tengo tiempo libre para estar con mis hijas".

Sin embargo, si la prostitución se desarrolla siempre libremente y otorga esa supuesta libertad financiera para sus empleadas, ¿por qué quiere abolirse? "En mi opinión, primero es por los datos, pues toda esta ley está justificada con unos informes del CIS del año 2009 que están completamente desactualizados. Nosotras queremos unos estudios y unos informes serios. En segundo lugar, por el dinero. Se están repartiendo 217 millones de euros a asociaciones feministas", dice, refiriéndose a la cantidad presupuestada por Igualdad, "que, claro, ellas quieren cobrar. ¿A mí me han preguntado qué quiero yo para mí?".

Cuando se le pregunta por Olona, asegura que, cuando la conoció, le pareció una mujer realista y que, como ellas, entiende que aboliendo favorecen a las mafias.

"No, yo no me meto en si nos usó para fines electoralistas. Ella podría decir lo mismo de nosotras, pues la hemos usado para conseguir más repercusión", cierra.