El 'OS35', recibiendo asistencia el pasado jueves frente a la costa de la Línea.

El 'OS35', recibiendo asistencia el pasado jueves frente a la costa de la Línea. Cata Zambrano

Reportajes REPORTAJES

De la desobediencia del capitán al drama ecológico en Cádiz: anatomía del accidente del buque 'OS35'

Seis días después del accidente, EL ESPAÑOl reconstruye un suceso que no ha ido a mayores por un clima benigno y por la decisión de varar el barco.

3 septiembre, 2022 03:09
La Línea/Gibraltar

Noche del lunes 29 de agosto. Hay calma chicha en el mar y nada hace presagiar que unas pocas horas después, una mala maniobra marítima y una desobediencia iban a provocar un accidente con graves consecuencias ecológicas, cuya onda expansiva también afecta a la política y a la diplomacia, aunque más por los silencios que por el ruido. ¿El lugar? Nada más salir del puerto de Gibraltar. Por tanto, ocurre en aguas españolas, pues Gibraltar no tiene potestad más allá de su puerto y no tiene aguas territoriales, según el Tratado de Utrecht de 1713.

El buque granelero 'OS35', con bandera de Tuvalu -hay que indagar para situarla en el mapa: es una de las antiguas Islas Ellice, en Oceanía- golpea durante una maniobra al buque ADAM GLN en la Bahía de Algeciras. El choque sucede mientras se dispone a abandonar el puerto gibraltareño. El granelero lleva vigas de acero que debe descargar en Vlissingen, en los Países Bajos, pero también 183 toneladas de fueloil pesado, 250 toneladas de diésel y 27 toneladas de aceite lubricante.

[Aguas tranquilas o menos fuel: los seis motivos de esperanza para que el 'OS35' no sea otro Prestige]

Nada más producirse el choque, la Autoridad Portuaria de Gibraltar, según el Gobierno de Fabián Picardo, indica al capitán que interrumpa la travesía y que no navegue. Aunque eso se sabrá el jueves: cuatro días después del choque. El lunes, el capitán del granelero minimiza el impacto que ha provocado su barco y desoye las instrucciones de la Autoridad Marítima. No atender la orden le costará más tarde su detención.

Ya fuera del puerto, el agua penetra torrencialmente en el vientre del barco por una enorme brecha de 10 metros, hace que comience a escorarse a proa e impide que pueda proseguir. Está en serio peligro de hundimiento; aun así, la dotación, de 24 personas, permanecerá todavía varias horas más a bordo a petición del propio capitán. 

Martes 30 de agosto

La proa acaba descansando ya en el fondo del mar, a 17 metros de profundidad, escorando 3 grados a estribor. Gibraltar comenzó a informar ya el día 30, cuando ya había logrado remolcar el 'OS35', aprovechando la marea alta, hacia la zona este de la Bahía, donde un arenal le servirá, y le sirve de sustento todavía, para que no se hunda y para "asegurar la vida" de la dotación. Allí, la proa solo está sumergida 1,2 metros. Lo sitúan a 200 metros de Catalan Bay, la bahía que toma su nombre de los 350 catalanes partidarios de Carlos de Austria que se concentraron en 1704 en esa playa, que también es conocida con otro nombre de pasado español: La Caleta. 

Una pareja observa el buque siniestrado desde Catalan Bay, en la Playa de La Caleta.

Una pareja observa el buque siniestrado desde Catalan Bay, en la Playa de La Caleta. Cata Zambrano

El remolcado del 'OS35' y su posterior varado tienen su explicación por la presión que ejerce el agua sobre el casco, que puede fracturarlo. Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL coinciden en afirmar que la decisión de ubicarlo allí fue "la mejor que se pudo tomar" para evitar tanto su hundimiento como la fractura del casco y la salida del combustible, sin ningún tipo de control.

En La Línea de la Concepción saltan las alarmas. Porque de no ver el barco, acaba teniéndolo a 200 metros de la Playa de Levante, que linda con la frontera y el aeropuerto gibraltareño. El alcalde, Juan Franco, independiente y uno de los ediles más votados de España, es el encargado de mantener desde su elección una relación cordial con sus vecinos llanitos. No en vano miles de linenses cruzan diariamente la verja para trabajar, con y sin Brexit. Tiene hilo directo con Fabian Picardo, que ha mantenido aún más durante todos estos días.

El 'OS35', desde la playa de la Línea

El 'OS35', desde la playa de la Línea Cata Zambrano

Mientras, los prácticos de Gibraltar se sitúan a bordo del buque, y se despliega una primera barrera de contención rodeando el buque para evitar derrames de petróleo y combustible. Toda la operación se está ya realizando en coordinación con las autoridades españolas y con la Capitanía del Puerto de Algeciras, para actuar de manera coordinada en caso de necesidad, según reitera el gobierno del Peñón.

Miércoles 31 de agosto

El martes 31 de agosto, el barco comienza a perder líquido hidráulico, que se contiene gracias a la barrera desplegada. Gibraltar ya tiene días trabajando a un equipo de buzos que revisa al milímetro los daños y los compartimentos de combustible, que son estancos.

El barco, durante las labores de comprobación de la seguridad.

El barco, durante las labores de comprobación de la seguridad. Cata Zambrano

La delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía, competente en caso de que el combustible toque la costa española, declara la fase de Preemergencia del Plan de Emergencia Ante el Riesgo de Contaminación del Litoral en Andalucía, "pese a que a las 19 horas aún no se ha detectado que el líquido de la proa del OS35 haya llegado a las costas de Algeciras y La Línea". Comienza una espera a ratos interminable que se interrumpe también con la rueda de prensa que ofrecen dirigentes de Vox desde La Línea, con el barco varado al fondo, exigiendo responsabilidades a Gibraltar. 

Esa misma tarde se produce la fractura del casco y con ella, la de la paciencia en la Línea. "Estamos expectantes y esperando que se solvente la situación. Parece que se va a proceder a la retirada de los combustibles del barco de forma inminente; esperamos que se pueda hacer sin daños al medioambiente y estamos deseando que se acabe solventando a la mayor brevedad", dirá el alcalde, diplomático. 

Jueves 1 de septiembre

Numerosos medios de comunicación nacionales, el jueves en La Línea.

Numerosos medios de comunicación nacionales, el jueves en La Línea. Cata Zambrano

Con la rotura del casco, el jueves la expectación es máxima. La localidad campogibraltareña amanece llena de medios de comunicación. En sus calles, el lamento es unánime: "Qué mala suerte tenemos siempre", dicen con la resignación de quienes están acostumbrados a aparecer en los telediarios solo para las malas noticias.

Mientras, en la playa de La Caleta gibraltareña, pasadas la 1 de la tarde hay pocos bañistas. Una mujer en bikini aparca el coche y saluda a una amiga felicitándola por su cumpleaños en inglés. "Happy Birthday to you", canturrea, para a continuación espetarle un "¿cómo estás, chocho? ¿cómo está la Lucía?".

Entre los indiferentes, gente con prismáticos y gente que toma fotografías del barco, un hombre mayor baja la cuesta y advierte a EL ESPAÑOL de que para aparcar en el lugar hay que tener un permiso. Luego mira hacia el barco con temor. "Menudo tinglao. A ver cuándo lo quitan de ahí. Y lo más importante, que no llegue lo que sea a la playa". 

Una pareja de bañistas observa el granelero varado frente a la playa de Gibraltar.

Una pareja de bañistas observa el granelero varado frente a la playa de Gibraltar. Cata Zambrano

A última hora de la mañana, Fabián Picardo denuncia en TVE que el capitán del barco desobedeció las órdenes la Autoridad Marítima de Gibraltar, que le instaron a que no navegara. A partir de aquí, se precipitan los acontecimientos. Por la tarde notifican que el estallido de una válvula ha causado una fuga de combustible. El vertido vuelve inútil la barrera de contención.

Las autoridades españolas, que están trabajando en coordinación con las gibraltareñas, despliegan una segunda barrera de contención mientras que Gibraltar se apresura a proteger con otra barrera Catalan Bay. Casi en paralelo, Gibraltar filtra que el capitán ha sido detenido, mientras que los equipos que actúan en el barco tratan de recoger el vertido y unas horas después comienza a bombear, por fin, el combustible del interior del barco.

También el jueves, Juan Franco anuncia que emprenderá acciones "civiles o penales" por el vertido, mientras se pregunta por los motivos por los que no se ha extraído el combustible desde el 29 de agosto. Sabe que el canal marítimo rodea al Peñón y que el vertido podría llegar a una de sus playas: la de Poniente.

Los de Gibraltar trabajan durante toda la tarde y toda la noche bombeando gasóleo del vientre del barco. Pero la Línea "es un istmo en el cabo que es el peñón de Gibraltar", explica el alcalde de linense a este periódico. Hasta para eso ha tenido Gibraltar suerte. Porque "el vertido rodea el Peñón", que escapa indemne, y llega al día siguiente a la Playa de Poniente, en la Línea.

Viernes 2 de septiembre

La Junta de Andalucía cierra la playa al baño y ondea la bandera roja, mientras los operarios municipales limpian la arena. A última hora del viernes, los trabajos se centraban ya en extraer el fueloil de otro de los tanques, que presumiblemente quedará vacío hoy sábado, cuando se extraigan las últimas 50 toneladas. Así, el peligro, en principio, acabará hoy también con la extracción de las últimas 27 toneladas de aceite. Luego vendrá la segunda parte, que será la retirada del barco.

[El fuel del 'OS35' alcanza las playas españolas: el diésel del barco ya ha tocado la costa de La Línea]

La calma chicha del mar, y una óptima climatología con viento de poniente suave, han contribuido a que el desastre ecológico no haya sido mayor. Muchos en La Línea esperaban más chicha y menos calma por parte de Gibraltar, mientras se preguntan, diplomáticamente, por qué tardaron dos días en comenzar a bombear la carga contaminante.