Una calle Mariúpol tras los bombardeos.

Una calle Mariúpol tras los bombardeos. Reuters

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Mariúpol, la obsesión de Putin y la tumba de Kiril, un niño de 18 meses muerto bajo las bombas

Esta ciudad es un punto estratégico en la costa del mar de Azov, y el hogar de cerca de 450.000 personas que no pueden escapar.

6 marzo, 2022 02:36

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La tragedia en Mariúpol ya tiene nombre. O lo tenía. Se llamaba Kiril, contaba solo 18 meses y la imagen que ha dejado es una manta ensangrentada en brazos de su padre. La escena captada por el fotógrafo Evgeniy Maloletka muestra con toda su crudeza la desesperación y el dolor que solo la guerra puede provocar.

Las primeras informaciones indican que el pequeño ha muerto por los bombardeos rusos que se suceden en la ciudad ucraniana desde hace cuatro días, pero todo en torno a Mariúpol ahora es difuso y poco fiable. La información sigue llegando con cuentagotas desde esta localidad del sureste de Ucrania puesto que los ataques la mantienen sin internet para el grueso de la población.

“Mariúpol está al borde de una catástrofe humanitaria. La ciudad está bajo el fuego de las tropas rusas. Las casas están destruidas, no hay calefacción, electricidad, agua, ni comida”, ha escrito la periodista bielorrusa Hanna Liubakova en su cuenta de Twitter. “Habiendo pasado toda mi infancia en Ucrania, es desgarrador ver lo que el ejército ruso le ha hecho al país”. Al cierre de esta edición, seguían cayendo las bombas sobre Mariúpol.

Los bombardeos empezaron el pasado miércoles y han dejado a su paso una estampa desoladora en lo que hace pocos días era una pequeña y tranquila ciudad portuaria. El empecinamiento de Vladimir Putin con Mariúpol no es casual. Es un punto estratégico en la costa del mar de Azov, y el hogar de cerca de 450.000 personas. La captura de la localidad permitiría a Rusia conectar a sus fuerzas en el este del país con las destacadas en la península de Crimea.

Su inminente caída otorga una posición ventajosa -otra más- a las fuerzas del país invasor. Asimismo, tampoco es casual que la defensa de la ciudad esté encabezada por la 36ª Brigada de Infantería de la Marina de Kiev, tropas de élite dentro del ejército ucranio.

En la tarde de este sábado, el Ministerio de Defensa de Rusia ha anunciado el reinicio de la ofensiva contra esta ciudad y su localidad vecina, Volnovaja, donde en las últimas horas ha fracasado un esfuerzo para evacuar a los más de 400.000 civiles que viven en ambas poblaciones del sur del país.

El Kremlin ha anunciado el reinicio de las operaciones ofensivas "debido a la falta de voluntad de la parte ucraniana de influir en los nacionalistas" que están defendiendo estas ciudades del ataque ruso. "Ni un solo civil ha podido salir de Mariípol y Volnovaja por los corredores de seguridad anunciados", ha denunciado el Ministerio de Defensa en un comunicado recogido por la agencia gubernamental TASS, el altavoz de un régimen que hora persigue con todavía más empeño a los medios que cuestionan las versiones oficiales.

El Ministerio ha acusado a batallones de ultraderecha ucranianos de usar a la población de ambas ciudades como "escudos humanos" y de aprovechar los preparativos de la frustrada evacuación "para reagruparse y fortalecer sus posiciones". Así pues, el Ejército ruso ha decidido "reanudar las operaciones ofensivas a partir de las 18, hora de Moscú" (las 16 en la Península), según la nota del portavoz militar ruso, Igor Konashenkov.

Estaba previsto que la mañana de este sábado se celebrara un alto el fuego a partir de las 10 (hora moscovita) para que los residentes pudieran escapar a través de un corredor humanitario habilitado a tal efecto, según comunicó el Ministerio de Defensa ruso, sin embargo, no eran ni las 12 cuando el bando ucranio ha acusado al ruso de violar la tregua.

En una primera instancia, el alto el fuego fue confirmado por la parte ucraniana primero a través del negociador presidencial David Arajamiya a la agencia Bloomberg y después por el alcalde de Mariúpol, Vadim Boychenk. Este último, confirmó a primera hora de este sábado a la agencia ucraniana UNIAN la puesta en marcha del llamado corredor "verde" humanitario. Poco duró.

"Es una locura. No hay alto el fuego en Mariúpol y no hay alto el fuego a lo largo de la ruta designada", dijo el teniente de alcalde Sergei Orlov en declaraciones recogidas por BBC. "Nuestros civiles están listos para escapar, pero no pueden escapar bajo los bombardeos".

La situación en esta ciudad es especialmente crítica dado que milicias de la autoproclamada república de Donetsk, afín a Rusia, y muy cercana a esta localidad, han pasado las últimas horas estrechando el cerco sobre la zona, de acuerdo con el Ministerio. "Los nacionalistas se han negado a proporcionar un corredor humanitario a los residentes de Mariupol, y además se han negado a marcharse a territorio seguro", lamentó el alcalde.

Por su parte, las milicias prorrusas han responsabilizado de estas nuevas hostilidades a grupos de extrema derecha ucranianos, es decir, a los nazis que, según Putin, pueblan el territorio ucranio. El Ayuntamiento de Mariúpol informó a través de un mensaje en Telegram que responsables ucranios siguen negociando con sus enemigos para confirmar el alto el fuego temporal.

De poco o nada está sirviendo porque las bombas siguen cayendo en Mariúpol. Intentar escapar de allí implica jugarse la vida en cruzar el férreo cerco que Putin y sus afines mantienen sobre la ciudad. Quedarse puede implicar sufrir un bombardeo en cualquier momento.