Ricardo Garrudo junto a dos de sus tres hijas.

Ricardo Garrudo junto a dos de sus tres hijas.

Reportajes

Ricardo, el ‘chino’ de Vox en Cantabria: con una hija adoptada y negocios en Asia

El presidente de la formación en Cantabria desarrolla productos en España y los fabrica en el país asiático. 

28 febrero, 2019 02:55

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Ricardo Garrudo, en la web de Vox, aparece como líder del partido en Cantabria y presidente y fundador de DENAES (Fundación para la Defensa de la Nación Española). Es, por tanto, patriota. Eso es obvio. Pero, al mismo tiempo, no esconde una particularidad que, sin duda, para muchos, puede resultar una contradicción: ama China –esto también lo incluye en la página de la formación–. Por muchos motivos: viaja allí continuamente, una de sus tres hijas la adoptó allí y lleva 20 años vinculado profesionalmente al país asiático. De hecho, actualmente, desarrolla sus productos en España y después los fabrica allí. Eso sí, se desconoce –salvo en lo relativo a las piezas de automoción– qué más comercializa. 

Lo que no es un secreto es su trayectoria. Ricardo Garrudo ha sido uno de los grandes impulsores del partido. “Ha dado dinero a Vox desde el principio –según reconocen fuentes consultadas por EL ESPAÑOL– y es amigo íntimo de Santiago Abascal, al que propone crear la formación”. Con él fundó DENAES. Y con él, también, se le ha visto acudir a “alguna corrida de toros en Santander”. Por eso, en Cantabria no lo ven como un potencial candidato a las regionales, sino como un futuro diputado de la formación en Madrid. 

Ricardo Garrudo conoció a Abascal cuando era el presidente de la Plataforma para la Unidad y la Libertad en Cantabria. Entonces, en la inauguración de un monumento en memoria de las víctimas del terrorismo a la entrada de la península de La Magdalena, en Santander, coincidieron por primera vez. “Fue él quien le sugirió a Santiago crear algo parecido a aquella asociación a nivel nacional”, cuentan fuentes cercanas al político cántabro a este periódico. Dicho y hecho. Fundaron DENAES junto a Gustavo Bueno, autor intelectual, y el hijo de éste, que se vinculó dentro de la Fundación.

Ricardo Garrudo, junto a Ortega-Smith, Iván Espinosa de los Monteros y Santiago Abascal.

Ricardo Garrudo, junto a Ortega-Smith, Iván Espinosa de los Monteros y Santiago Abascal.

Santiago, de hecho, fue nombrado primer presidente de DENAES y empezó a desarrollar actividades: cursos de verano, premio a los españoles del año… “Muchas de las personas que participaban en aquello vieron la necesidad de crear un partido. Entre ellos, Ricardo Garrudo y el propio Abascal, pero también Javier Ortega-Smith o Iván Espinosa de los Monteros”. Fue el fogonazo inicial de lo que hoy es Vox, al que se sumaron Cristina Seguí, José Antonio Ortega Lara, José Luis González Quiros, Ignacio Camuñas o Alejo Vidal-Quadras, primer presidente de la formación. 

Mientras, DENAES siguió su propio camino: Gustavo Bueno fue el segundo presidente de la Fundación y Ricardo Garrudo ha sido el tercero. De hecho, actualmente compagina ese cargo con el de presidente de Vox en Cantabria y sus negocios vinculados a China. “Viaja entre seis y siete veces allí y tiene vínculos muy fuertes con el país asiático. También ha dado charlas. Una de ellas, titulada: ‘China, una grande y libre’”, cuentan a EL ESPAÑOL. 

Su gran empresa, la más conocida, el grupo Wolder, también tenía relación con el país asiático. Ricardo consiguió convertirla en una de las grandes marcas de móviles y tabletas en España – aunque fabricaba y diseñaba gran parte en China–. Sin embargo, la crisis se la llevó por delante. La falta de liquidez, la caída de las ventas y la desconfianza de los acreedores y proveedores acabaron con ella. En 2017, entró en concurso de acreedores y aquella pequeña aventura –una de muchas, pues el político cántabro lleva siendo empresario desde los 23 años–, capituló sin final feliz. 

Pero eso no ha acabado con su relación empresarial con el país asiático (sigue haciendo negocios allí) ni sentimental. Una de sus hijas, adoptada, es de origen chino, y las otras dos hablan el idioma –además, de vez en cuando, con algún niño de acogida que espera familia–. Todos, de vez en cuando, van al país asiático, y hacen turismo. Comparten juntos el gusto por lo oriental, pero también por lo patriótico. Por eso, en diciembre, acudieron todos juntos a la concentración por la Unidad de España en Madrid. 

En la capital, su hija de origen chino repartía banderas en primera línea, cerca de los pesos pesados del partido, mientras se leía el manifiesto y se pedían elecciones generales a Sánchez. Ahora, las tendrán. Los comicios ya tienen fecha. Y Ricardo, posiblemente, esté en las listas. ¿Y en el Congreso? La respuesta, el 28 de abril.