Guillermo Fernández Bueno, en una foto distribuida por la policía tras fugarse.

Guillermo Fernández Bueno, en una foto distribuida por la policía tras fugarse.

Reportajes

Guillermo, el brutal asesino y violador de El Dueso, se fugó con la educadora que conoció en prisión

27 julio, 2018 14:11

Guillermo Fernández Bueno, de 41 años, cumplía condena en el penal de El Dueso, en Cantabria por varios delitos. El varón violó a dos mujeres y asesinó a una de ellas en Vitoria, en el año 2000. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Álava le condenó a 26 años de cárcel. El violador cumplía su pena como un preso ejemplar, según informan fuentes penitenciarias, pero tras su último permiso, del que debía regresar el pasado domingo, se dio a la fuga.

El preso fugado llevaba 17 años en prisión. Acudía a todas las actividades que ofrecía el penal, primer el de Santander, hoy en día cerrado, para rebajar su pena por buena conducta. Entre ellas participó en los programas de reinserción, donde conoció a la educadora social Elena Ruiz Sancho, su actual pareja y supuesta compañera de fuga. La Interpol ha emitido una orden de búsqueda y captura.

La mujer, natural de Torrelavega, y Guillermo Fernández iniciaron su relación en 2012, el año en el que comenzaron los permisos del preso. La pareja trataba de aprovechar todo el tiempo posible para verse: los vis a vis, los talleres de reinserción o los permisos. Pero, como ha informado un compañero de prisión a Telecinco, el delincuente quería hacer vida normal y pasar tiempo con su pareja.

Interpol busca al violador huido y a su mujer

La fuga

Guillermo llevaba disfrutando de permisos desde 2012, aunque los primeros no contaban con la conformidad de la junta de tratamiento de la prisión. El juez de vigilancia penitenciaria del penal de El Dueso fue quien se los concedió. Tras más de 40 permisos, en el último no regresó a la prisión. Su celda había quedado recogida y prácticamente vacía de pertenencias personales. Según un compañero de prisión, podría haber preparado su huida en el anterior permiso.

La fuga se produce a 6 años de acabar su condena. Funcionarios de prisiones barajan la teoría de que Fernández se enfadara tras recibir tres veces la negativa a su petición de disfrutar del tercer grado.

Los trabajadores del penal alertaron a las autoridades policiales para que buscaran al preso. La Policía Nacional y la Guardia Civil difundieron la fotografía a través de las redes sociales y la información necesaria para detectar al prófugo. En sus mensajes le calificaron de “preso peligroso”.

Por el momento se desconoce su paradero y el de su supuesta acompañante, que no se descarta completamente que haya sido retenida contra su voluntad. Los agentes policiales creen que han podido huir a Francia a pesar de que el violador carece de pasaporte.

Asesinato

Los crímenes de Guillermo Fernández Bueno conmocionaron Vitoria en el año 2000. En menos de un mes, el fugitivo violó a dos mujeres y asesinó a una de ellas. Su primera víctima fue una panadera que abrió temprano su local una mañana. El asesino entró en el establecimiento y la violó.

La segunda mujer fue Ana Rosa Aguirrezábal. Trabajaba en el bar Acua, en Santa Lucía, como personal de limpieza. Todas las mañanas llegaba al local, abría la persiana metálica y dejaba la puerta entreabierta para permitir el paso a las primeras camareras del bar. La mañana del 14 de diciembre de 2000, Ana Rosa se encontraba limpiando la cocina cuando Guillermo entró, la golpeó con una botella y la dejó inconsciente. Posteriormente la desnudó y la agredió sexualmente. La presión que ejerció sobre el cuerpo de la mujer fue tan brutal que acabó asfixiándola.

Guillermo reconoció el asesinato, pero aludió que se encontraba bajo los efectos del alcohol y las drogas. Esto no le sirvió para reducir su condena. El 19 de enero de 2001 entró en prisión provisional sin fianza por decisión del Juzgado de Instrucción número 1 de Vitoria. El 8 de noviembre de 2002, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Álava le condenó a 26 años de prisión. Además, el juez añadió que Guillermo era un delincuente peligroso con rasgos propios de un psicópata.

A 6 años de finalizar su condena, Fernández Bueno decidió escapar para poder vivir en la libertad que tanto ansiaba. Sin embargo, si la policía le detiene, el juez podría añadir a su condena un agravante por su fuga.