Escultura de Eusebio da Guarda junto al instituto al que da nombre.

Escultura de Eusebio da Guarda junto al instituto al que da nombre. CGM

Ofrecido por:

Conoce Coruña

Luces y sombras de Eusebio da Guarda, uno de los grandes benefactores de A Coruña

Un mercado, un instituto, una escuela y una calle de la ciudad llevan el nombre de un hombre de quien el origen de su fortuna todavía se discute

Te puede interesar: El Socorro de A Coruña: sanatorio histórico y silueta fantasmal de Ciudad Jardín

Publicada

En A Coruña, un mercado, un instituto, una escuela y una calle llevan su nombre, de sobra conocido para quien reside en la ciudad. Pero, ¿quién era Eusebio da Guarda? Su figura, la de uno de los principales benefactores de A Coruña, es objeto de polémica cuando se atiende al posible origen de su fortuna.

Eusebio nació en A Coruña en 1824, hijo de un inmigrante portugués, Gonzalo J. da Guarda, quien llegó a Galicia a inicios del siglo XIX para ejercer como zapatero de las familias nobles de la época.

El oficio de su padre y los ambientes en los que se movía permitieron que Eusebio se relacionase con la clase alta de la ciudad. Esto, unido a sus estudios en la Marina Mercante, perteneciente al Consulado de Comercio de A Coruña creado a finales del XVIII, donde se inscribió como tercer piloto de la Marina Civil y el saber hablar portugués propiciaron su acercamiento a Juan Menéndez.

Empresario y político coruñés, Menéndez era el dueño de una naviera que comerciaba entre A Coruña y La Habana y lo hacía con una "mercancía" en particular: esclavos.

Luis Alonso Álvarez, historiador de la Universidade da Coruña y autor de artículos como La participación de Galicia en el comercio transatlántico de esclavizados, explica que "Menéndez armaba barcos desde A Coruña ou La Habana, compraban escravizados en África, vendíanos en Puerto Rico, Cuba ou Estados Unidos, e de volta traían azúcar, tabaco, etc. O negocio era redondo. Con dúas viaxes deste tipo un se facía rico, como pode ser hoxe en día un Bill Gates".

Escultura de Eusebio da Guarda en A Coruña.

Escultura de Eusebio da Guarda en A Coruña. CGM

Para José M. Fernández Caamaño, autor de Vida y obra del mayor patricio coruñés, Eusebio da Guarda González y otros libros sobre la historia de la ciudad, el vínculo del empresario con la trata de esclavos "es un bulo. Eusebio nunca ha sido un traficante de ese tipo. Tampoco consta que Menéndez, hijo de comerciantes, se dedicara a ello".

"El tráfico de esclavos en aquella época estaba totalmente prohibido. Los barcos, cuando iban a salir de puerto, tenían que dejar por escrito que no iban dedicados al tráfico de esclavos. Tenían una hoja de ruta muy detallada con lo que hacían", añade.

En 1820, España prohibía la esclavitud, pero Portugal no.

Alonso indica que en las décadas posteriores, el poder hablar portugués —como era el caso de Eusebio da Guarda— era "importantísimo" por este motivo. "A única opción que tiñan para seguir traficando e comprando escravizados era facerse parsar por un navío portugués", señala, explicando que "o que facían os negreiros españois, concretamente os galegos, era sacar un pasaporte portugués para o barco e contratar tripulación galega, que na fala se parecía ao portugués ante a vixianza internacional".

Fernández, sin embargo, explica que la naviera transportaba pasajeros del norte de España a Cuba y desde allí traían mercancías para todo el país, colaborando con compañías extranjeras. La relevancia del puerto de A Coruña en el transporte de viajeros y de productos hizo que familias como los Menéndez lograsen hacerse con una fortuna.

Alonso cita una evidencia a mayores que relaciona a Eusebio con la trata: "A principios dos 40 consta como capitán dun dos navíos falsos portugueses, o 'Constante Amizade', capturado pola policía internacional de Inglaterra no Atlántico para a captura de escravizados".

El matrimonio con Modesta Goicouría

En la década siguiente, el vínculo entre Eusebio da Guarda y Juan Menéndez se estrechó más. En 1852, el dueño de la naviera moría, dejando su legado a Da Guarda quien, además, se casaría con su viuda dos años después.

Modesta Goicouría, según indica Alonso, era hija de un conocido esclavista cubano. "Da a impresión de que a finalidade deste matrimonio era blanquear o patrimonio dos Menéndez", apunta el historiador.

CEIP Eusebio da Guarda.

CEIP Eusebio da Guarda. CGM

Fue entonces cuando, con Eusebio al frente de los negocios heredados, se interrumpen las actividades ilegales y este se centra en la banca, convirtiéndose en un comerciante banquero tras heredar la fortuna de Menéndez y poseer la de su mujer, Goicouría.

"Consta como armador de buques, como transportista de tropas en barcos propios ou alleos a Cuba, como contratista na Fábrica de Tabacos da Coruña e como accionista de sociedades como a Transatlántica e outras compañías importantes", apunta Alonso.

La huella de Eusebio da Guarda en A Coruña

Este hombre de negocios financió con su fortuna algunas de las obras más relevantes de A Coruña a finales del siglo XIX y principios del XX. A él se debe la construcción del instituto y la escuela que llevan su nombre en la plaza de Pontevedra o el vecino mercado municipal situado en la plaza de Lugo y que este año cumple 115 años.

Imagen del primer mercado de la plaza de Lugo de A Coruña.

Imagen del primer mercado de la plaza de Lugo de A Coruña. Concello de A Coruña

En palabras de José Fernández, Eusebio era un hombre "muy preocupado por los demás y muy importante en nuestra ciudad. Es una figura muy importante en nuestra historia, pero poco entendida" y que, al no tener descendencia, decidió que su patrimonio se destinase a mejorar su ciudad.

Sin embargo, Luis Alonso difiere. Para el historiador, estas obras de beneficencia son "a proba do algodón", que vincula al empresario con los negocios de trata de esclavos. En 1939, el Vaticano también prohibía la trata bajo pena de excomunión. "O Vaticano só perdonaba esta actividade cunha penitencia para resarcir o mal que se fixera coa construcción de obras públicas e benéficas", añade.

El mercado de la plaza de Lugo en la actualidad, que conserva el nombre de Eusebio da Guarda.

El mercado de la plaza de Lugo en la actualidad, que conserva el nombre de Eusebio da Guarda. CGM

Menos conocida, su mujer Modesta Goicouría también llevaba a cabo labores de beneficencia, como era habitual para mujeres de su clase social en la época. Entre otras acciones, ejerció como una suerte de inspectora de las actividades de manualidades que se llevaban a cabo en los colegios de la ciudad.

Hoy en día, una calle muy cerca del Instituto Eusebio da Guarda lleva su nombre. Para Alonso, el papel activo de Modesta en las obras de caridad pudo propiciar el carácter filantrópico de Eusebio.

Sus donaciones permitieron también la rehabilitación de la Capela dos Mareantes en la iglesias de San Andrés. Allí, a unos metros de las escuelas y mercado que llevan su nombre, descansan todavía hoy sus restos junto con los de su mujer.

Estatua de Eusebio da Guarda en A Coruña.

Estatua de Eusebio da Guarda en A Coruña. CGM

En la plaza de Pontevedra, una estatua un día colocada en el medio de espacio conmemora todavía a esta figura. Hoy en día, la escultura se sitúa entre el colegio y el instituto, algo escondida tras las ramas de los árboles en un rincón de la ciudad ajeno a las luces y sombras de su historia.