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Calipso tattoo: Un exclusivo paraíso de 1.000 m2 de tatuajes, piercing y arte en A Coruña

Sus responsables aseguran que es el estudio de este tipo más grande de Europa y se trata de un espacio de coworking en el que se puede jugar a máquinas recreativas, ver cuadros, rellenarse las cejas o hacerse trenzas durante la espera para realizarse un piercing o tatuaje
Quincemil
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Nada menos que 1.000 metros cuadrados tiene el nuevo estudio de tatuajes con una de sus sedes en A Coruña (es una cadena con posibilidad de movimiento de los tatuadores entre las sedes de Vigo, Lugo, O Barco de Valdeorras, Logroño, Madrid, Valladolid y Valencia), Calipso Tattoo and Piercing, que hace únicamente un par de semanas se ha estrenado en la ciudad herculina. Según sus responsables, "se trata del espacio más grande de Europa de este tipo (Ronda de Nelle, 133) y es un coworking que ofrece al cliente diferentes servicios como: tatuajes, piercing, galería de arte, espacio de recreativos, barbería, microblading (rellenado de cejas), borrado de tatuajes con láser o realización de trenzas.

Estos primeros días de rodaje y como reclamo para mantener a la clientela fiel y atraer a otra nueva, Calipso ha ofrecido una atrayente oferta de lanzamiento consistente en piercing a 9 euros y tatuajes a 15. En cuanto a tatuajes, el equipo está integrado por ocho profesionales y se dispone de cuatros salas con hasta cinco metros de separación entre espacios para cumplir con las nuevas normativas sanitarias y mantener la distancia social. De estos espacios, dos están orientados a sesiones de horas que habitualmente se emplean en los tatuajes de gran tamaño.

También en la parte superior de las instalaciones está la zona donde trabajan dos anilladores como máximo realizando piercing de todo tipo, sobre los que cuentan los profesionales que los más demandados últimamente son los septum (que se colocan en la nariz) o los de los pezones "que nunca pasarán de moda". Muy unido a esta cultura de piercing y tatuajes está la estética, concretamente los servicios de barbería, disponibles también en el recinto de la mano de Kaki, un profesional que lleva más de 30 años en la profesión y cuyo punto fuerte es sobre todo el cuidado de las barbas.

Quienes quieran expresar sus motivaciones a través del arte también pueden hacerlo en la renovada sede de Calipso, en un amplio y luminoso espacio que acoge gratuitamente creaciones de todo tipo de artistas y de disciplinas como pintura, escultura o moda. Como seguro para el futuro, el estudio ha habilitado un aula para impartir formaciones a aquellos que quieren ganarse la vida tatuando y expresando su estilo con creatividad en diferentes cuerpos.

Joaquín Vila: "Lo que más se pide son tatuajes delicados de línea fina"

Joaquín Vila es el encargado de delegar los tatuajes en función del estilo de cada uno de los tatuadores con el objetivo de ofrecer a los clientes un trato muy personalizado. "Cuando alguien pide un tatuaje maorí, un mandala, de realismo en blanco y negro o a color o uno de línea fina con mucho detalle lo derivamos a la persona correspondiente en función del estilo con el que trabaja para que el trato sea cercano y así poder acercarse más a lo que quiere el cliente y darle mil opciones que le van a gustar", afirma.

Vila comenta que lo que más les demandan "son tatuajes delicados, de línea fina y trabajados con detalle" porque la gente en general desde hace unos años "cuida más la estética de los tatuajes y no se hace cualquier cosa porque sí". "A los clientes les gustan las joyas muy delicadas, finas, cosas más elegantes", concreta, a la vez que destaca que cada vez más gente opta por tatuajes grandes en los que "invierte mucho dinero". De este tipo, el tatuador recuerda uno que realizaron en Calipso para el que se emplearon ocho sesiones de entre cuatro y seis horas y consistía en un dragón realizado en realismo en blanco y negro, "un tatuaje bestial", describe.

Sobre el gran espacio que ocupa ahora Calipso, el profesional se muestra muy satisfecho porque el traslado "les ha abierto un poco la mente a todos y es un plus de motivación a la hora de trabajar". Su cuerpo está lleno de tatuajes y reconoce que "a partir del sexto perdió la cuenta", además de que se declara un tipo de cliente "al que le gusta que el tatuador exprese su arte en él como más le guste". "Le doy libertad absoluta al tatuador indicándole el espacio de mi cuerpo que puede utilizar", dice, mientras hace hincapié en la profesionalidad del equipo con entre dos y ocho años de experiencia en el sector.

Lucía Fernández: "Los piercing son estéticos, a todos nos gusta gustar"

Lucía Fernández es la anilladora responsable de la parte de piercing de Calipso y cuenta que los más demandados son en la nariz y los de los pezones "que no pasaron de moda y nunca van a pasar". Es consciente de que las modas en este mundillo van por épocas y comenta que durante el verano los que más hace suelen ser los del ombligo porque es una parte del cuerpo que en la época estival se suele enseñar más.

La profesional se muestra agradecida de la cantidad de clientes fieles que siguen recurriendo a sus servicios, una comunidad que cuenta que se amplía poco a poco gracias al tradicional boca a boca. "Los piercing son muy estéticos, a todos nos gusta ponerlos y mirarnos al espejo y gustarnos, Es innegable que a todos nos gusta gustar y esto ayuda, aparte de la gran variedad de estilos posibles con las bolas, aros, pinchos...", explica, al mismo tiempo que se muestra pletórica con el nuevo y decorado espacio del que dispone para trabajar con cuatro grandes figuras de piercing decorando la pared, muy en línea con la temática de su labor. "A mí me gusta mi trabajo porque hago feliz a la gente y se van con una sonrisa", admite.

Juan Vérez: "El láser reduce las partículas de tinta de la piel"

Juan Vérez es tatuador y el encargado del servicio de borrado de tatuajes que recientemente ha incorporado Calipso a sus servicios. "Tenemos una máquina de última generación para borrar tatuajes, es un proceso sencillo pero que tiene puntos importantes porque hay que tener cuidados antes y después del tratamiento", introduce. El profesional detalla que las sesiones dependen del tatuaje, la cantidad de tinta que tenga y la zona del cuerpo y apunta que "el láser reduce las partículas de tinta que tenemos debajo de la piel en otras partículas mas pequeñas que son absorvidas por el sistema linfático y se limpia a través de él".

Debido a esto, señala que los tatuajes que estén cerca de los ganglios "se van mucho antes", por lo que ejemplifica que desaparecerá en menos tiempo un tatuaje en el hombro que otro ubicado en la zona de los dedos de la mano. En el equipo de tatuadores hay un profesional especializado en tatuajes cover up, es decir, cubrir tatuajes que "no valen para ver o que ya no gustan" con otro tipo de creaciones, señala Vérez, algo para lo que en ocasiones previamente se utiliza el láser con el objetivo de "aclarar tatuajes muy negros y posteriormente cubrirlos o para directamente borrarlos".

Él es especialista en lettering, tatuajes con frases o palabras "con letras poco comunes que no figuran en internet". "Hay mil estilos distintos y este tipo de tatuajes vienen fuerte este año y cada vez son más demandados. Mi estilo de lettering preferido es el criminal letter, que más que unas letras es como una imagen abstracta de la que no se entiende bien lo que pone", comenta, mientras recuerda una creación de este tipo que le realizó hace poco a una mujer en el abdomen.

Raúl Rodríguez: "Queremos ser el primer estudio con ISO 9001"

Raúl Rodríguez es el administrador único y máximo responsable de Calipso Tattoo España S.L e ingeniero informático de formación y cuenta que en parte la pandemia motivó el cambio de local, un espacio que alquiló en principio por una década. Define las instalaciones como un espacio de coworking con diferentes servicios y comenta que la presencia de la barbería o la galería de arte es el mismo recinto que el estudio de tatuajes tiene su sentido porque "el tatuaje en sí es un arte" y por eso ofrecen al público una galería con pintura y escultura y un lugar donde cuidar su estética al margen de la tinta que llevan en la piel.

Entre sus proyectos de futuro cuando remita la crisis sanitaria está abrir la galería de arte a otros públicos como por ejemplo funciones teatrales para niños u otras iniciativas culturales y detalla que exponer en este espacio es gratis "porque quiere darle voz y presencia a todo el mundo". "Es el estudio más grande de Europa (en España el Juanpe Tattoo de Madrid mide 500 metros, la mitad que Calipso) y queremos ser el primer estudio europeo en seguir la normativa ISO 9001 de calidad certificada para que el cliente se sienta seguro", afirma, sobre lo que matiza que "cualquier hospital cumple esta normativa pero ningún estudio de tatuaje la tiene y pueden llegar a crear los mismos problemas que un espacio sanitario".

Rodríguez lleva un lustro tatuando y es fan de lo que hace ya que a simple vista se ven parte de las creaciones que lleva grabadas en diferentes partes de su cuerpo. Su estilo a la hora de trabajar es el black and grey, una disciplina semejante al realismo pero con algunas modificaciones. Como puntos fuertes de Calipso destaca la calidad que se ofrece al cliente, las marcas reconocidas con los que trabajan, la seguridad higiénico-sanitaria, los espacios de cinco metros entre camillas, la atención personalizada o salas de espera para poder sentarse.

Una de las pequeñas luchas que el profesional comenta que libra desde su estudio es contra los "tatuajes ilegales", una razón por la que ofrece ofertas de tatuajes a 15 euros con todas las garantías sanitarias que no ofrecen los tatuadores que trabajan en sus propios domicilios, por ejemplo. "El arte se paga y el cliente lo hace cuando quiere un tatuaje grande, mediano o pequeño realizado exclusivamente para él y con una atención que cuida todos los detalles. Otro tipo de creaciones son los tatuajes que denomino Google, que son rápidos, pequeños y económicos que tiene una persona y 50.000 más y en las que los precios bajan porque se quita al cliente esa atención exclusiva que no se necesita en este caso", argumenta.

Kaki: "Trabajamos bien las barbas y están de moda los degradados"

Kaki es el responsable de la barbería que está en el recinto de Calipso y que lleva el mismo nombre que el dueño, muy reconocible además el local por su icono estrella: un mostacho. El profesional, con casi 30 años de experiencia en el mundo de la barbería, comenta que en su oferta se incluyen sobre todo servicios especiales para caballero como afeitados o degradados y reconoce que "trabajan muy bien las barbas".

"Nos diferenciamos de los demás negocios de ese tipo en que no escatimamos en los productos lo que nos permite dar un tratamiento más especializado para ablandar la barba, estirarla o marcarla. Lo que más se pide y es tendencia son degradados en el cabello, es decir, el pelo bastante largo arriba con volumen y el de abajo muy afeitado y degradado", matiza.

Sobre la relación entre el mundo de los tatuajes y la barbería, Kaki es consciente de que son dos mundos íntimamente relacionados porque apunta que "el 90% de la clientela que tiene es joven y está tatuada" y reconoce que hoy en día "es complicado encontrar a alguien que no lleve tinta en la piel". En cuanto a la acogida de la nueva sede de su negocio se muestra pletórico y celebra el primer día oficial de apertura, "no han parado ni un segundo".

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