Manifestación de Jusapol en Barcelona en 2018.

Manifestación de Jusapol en Barcelona en 2018. Efe

LA TRIBUNA

Policía y Guardia Civil volvemos a la calle por nuestros derechos

JUSAPOL, Jupol y Jucil volvemos a manifestarnos el 6-M para reclamar la equiparación salarial con las policías autonómicas y una jubilación digna.

4 mayo, 2023 02:36

Después del éxito que ha supuesto para Policía y Guardia Civil la retirada de la Ley de Seguridad Ciudadana cuando estaba a punto de aprobarse en el Congreso de los Diputados, el movimiento policial que representamos JUSAPOL, Jupol y Jucil volvemos a reivindicar en la calle nuestros derechos.

Y lo hacemos confiando en que el próximo 6 de mayo se repita la presencia masiva de policías nacionales y guardias civiles manifestándose junto a los miles de ciudadanos que espontáneamente suelen acompañarnos.

Aarón Rivero, secretario general de JUPOL.

Aarón Rivero, secretario general de JUPOL.

Hasta el diputado de ERC, Gabriel Rufián, reconoció que el Gobierno se vio forzado a retirar la Ley de Seguridad Ciudadana por la presión que ejercimos miles de policías presentes en la última gran manifestación de Madrid.

En esta ocasión, el 6-M volveremos a levantar la voz por la equiparación salarial con las policías autonómicas y la jubilación digna. Dos reclamaciones que en este mes de mayo cobran especial relevancia, ya que estamos en el tramo final de la legislatura y en vísperas de unas elecciones autonómicas y municipales. Jusapol se va a hacer presente en actos de campaña para presionar al Gobierno y obligarle a que rectifique su política obstruccionista y agresiva contra nuestros legítimos derechos.

La legislatura enfila su recta final con un balance lamentable del Ministerio del Interior, que coloca a Fernando Grande Marlaska como el ministro más nefasto para la Policía Nacional de la etapa democrática al no haber dado pasos hacia la equiparación salarial con las policías autonómicas ni en materia de jubilación.

Al mismo tiempo, decenas de sentencias judiciales favorables han puesto en evidencia el sesgo de las autoridades de Interior en contra de los derechos laborales de los policías. Gracias a la tutela de unos servicios jurídicos particulares eficientes, hemos visto reconocidas nuestra justas reclamaciones vía judicial.

A lo largo de los últimos años, JUSAPOL, junto a Jupol y Jucil, hemos convocado más de cien manifestaciones. Algunas de ellas, superando los 170.000 asistentes, reclamando la equiparación salarial de Policía Nacional y Guardia Civil con las policías autonómicas. Hoy, seguimos pendientes, entre otras cosas, de la integración del complemento específico en el general para las pagas extras dobles y un presupuesto para la retribución de horas extras y asistencia a juicios.

En cuanto a la jubilación, ¿qué exigimos? Algo tan elemental como que policías nacionales y guardias civiles tengamos la posibilidad de jubilarnos en las mismas condiciones que el resto de las policías españolas, a los 59 años y sin la pérdida de poder adquisitivo.

"Pese a las mejoras anunciadas a bombo y platillo por Interior, la experiencia que vivimos a pie de calle es que los efectivos policiales en España son insuficientes"

La cantidad que dejamos de percibir durante una media de veinte años jubilados respecto al resto de policías puede alcanzar los 253.500 euros. Todo ello sin tener en cuenta la posibilidad de jubilación anticipada a los 59 años sin pérdida de poder adquisitivo que se contempla en el caso de otros Cuerpos.

Una de las claves del proceso de jubilación se establece en el artículo 206 del Texto Refundido de la Ley General de Seguridad Social, que abre la posibilidad de una jubilación a los 59 años en los siguientes términos: "En aquellos grupos o actividades profesionales cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa, insalubre y acusen elevados índices de morbilidad y mortalidad".

Es evidente que tanto los policías nacionales como los guardias civiles realizamos nuestro trabajo sometidos a esas premisas de excepcionalidad: penosidad (trabajo a turnos, disponibilidad horaria, localización permanente, horarios cambiantes, desempeño de actividad en áreas de calabozos o bien en módulos de seguridad de hospitales, trabajo en la calle soportando condiciones climáticas adversas, etcétera); toxicidad (unidades como GOIT, TEDAX y Policía Científica hacen uso de productos y sustancias químicas que pueden ser lesivas para la salud); y peligrosidad (hacer frente a situaciones que comprometen su propia seguridad en unidades antidisturbios, escoltas, policía judicial, unidades de Información, radiopatrullas GAC, etcétera).

Dichas condiciones laborales de excepcionalidad son las que han facilitado a otros cuerpos policiales autonómicos y locales ser reconocidos como actividad profesional de riesgo en los términos establecidos legalmente en el art. 206 LGSS. Texto que reglamentariamente determinará el procedimiento general para establecer coeficientes reductores que permitan anticipar la edad de jubilación en el sistema de la Seguridad Social.

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La realidad es que en nuestro caso no sólo no se han iniciado los procedimientos ya establecidos para el reconocimiento de la actividad profesional de Policía Nacional y Guardia Civil como peligrosa, tóxica y penosa (como en el resto de fuerzas y Cuerpos de Seguridad). La diferencia retributiva en el cálculo de la pensión se ha ido además incrementando con el reconocimiento de dicha jubilación anticipada para las policías autonómicas. Un reconocimiento materializado en las disposiciones adicionales vigésima, vigésima bis y vigésima tercera de la LGSSS, referentes a la aplicación de coeficientes reductores en la edad de jubilación de los miembros del Cuerpo de la Ertzaintza, del Cuerpo de Mossos d'Esquadra y del cuerpo de Policía Foral de Navarra, respectivamente.

Con una progresión alarmante de la delincuencia de alta intensidad en las costas andaluzas y con la exacerbación violenta de las bandas en grandes ciudades (a lo que hay que añadir un cuestionamiento permanente del principio de autoridad de la Policía), nadie debería poner en duda (mucho menos el Gobierno) que nuestra actividad profesional se debe encuadrar entre las profesiones de máxima peligrosidad.

A pesar de las mejoras difundidas a bombo y platillo por Interior, la experiencia que vivimos a pie de calle los policías es que los efectivos policiales en España aún son insuficientes. Y la carencia de medios materiales (de protección y actuación) con los que contamos es vergonzosa.

Por tanto, nuestra reclamación de equiparación salarial con las policías autonómicas, y de una jubilación digna, justifican sobradamente que Policía Nacional y Guardia Civil sigamos reclamando nuestros derechos en la calle. Así lo haremos este sábado.

*** Aarón Rivero es secretario general de JUPOL. 

Pedro Sánchez en el acto de presentación de la candidata socialista a la alcaldía de Pamplona.

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