Donald Trump y Jeffrey Epstein.
¿Qué hay detrás del caso de Jeffrey Epstein?
El caso Epstein está teniendo un gran impacto político y ha quebrado por primera vez la unidad dentro del movimiento MAGA de Trump, que hasta ahora parecía monolítico.
El caso del difunto financiero condenado por delitos sexuales Jeffrey Epstein está dominando las noticias en Estados Unidos, y muchos en el extranjero se preguntan a qué se debe tanto interés en un escándalo que ocurrió hace veinte años y cuyo protagonista murió en la cárcel hace más de seis años.
Hay tres explicaciones.
El morbo, las potenciales consecuencias legales para altos funcionarios y celebridades, y el impacto político que está teniendo la decisión bipartidista del Congreso de Estados Unidos de exigirle a Donald Trump que dé a conocer la totalidad de los archivos del caso.
El factor morbo es fácil de explicar. El escándalo en torno a Epstein y sus fiestas con menores de edad genera muchos clics en las redes sociales porque se trata de una historia donde confluyen el poder, el sexo y la impunidad.
Epstein era amigo de Trump, del expresidente demócrata Bill Clinton, del expríncipe Andrés del Reino Unido, del ex secretario del Tesoro de Estados Unidos y expresidente de la Universidad de Harvard Larry Summers, y de muchos otros políticos, millonarios y periodistas.
Entonces, lógicamente, hay una gran curiosidad en saber si los archivos del caso Epstein contienen información que diga quiénes, si los hubo, participaron en sus fiestas con menores de edad.
Bill Clinton, expresidente de Estados Unidos, durante una conferencia en Washington, el pasado 21 de noviembre.
En segundo lugar, está el factor legal. Potencialmente, los archivos podrían comprometer a Trump, Clinton, o a alguna celebridad. Trump ha negado haber incurrido en ninguna conducta impropia y no ha sido acusado de ningún delito relacionado con el caso Epstein, y lo mismo ocurre con Clinton.
En tercer lugar, y quizás más importante, está el factor político. El caso Epstein ya está teniendo un impacto político, porque ha sido el primer tema que ha producido una fractura dentro del movimiento MAGA, la base política de Trump.
Muchos seguidores de Trump están en primera línea de quienes exigen que se den a conocer los archivos de Epstein porque el propio Trump les había calentado la cabeza durante años diciendo que el gobierno del expresidente Joe Biden se estaba negando a divulgarlos para proteger a Clinton y a otros demócratas.
Además, varios sitios de internet aliados de Trump habían difundido la narrativa, o la fábula, de que Epstein era una pieza clave de una presunta sociedad secreta de políticos, empresarios y medios que supuestamente conforman un poder dentro del poder, y que son impunes.
Sin embargo, tras ganar las elecciones, Trump también se negó a divulgar los archivos del caso Epstein. Comenzó a decir que los archivos no contenían ninguna información de importancia, y luego a sostener que se trataba de una campaña política orquestada por la oposición.
Cuando muchos de los legisladores de su propio partido siguieron exigiendo que se divulgaran los archivos, Trump los tildó de traidores, y amenazó con no respaldarlos en las elecciones legislativas del año próximo.
Pero cuando quedó claro que los legisladores republicanos votarían en el Congreso a favor de la divulgación de los archivos, Trump se sumó a la ola y dijo que apoyaría darlos a conocer.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, este martes en la Casa Blanca. Reuters
El 19 de noviembre, bajo presión del Congreso, Trump firmó la ley por la cual el Departamento de Justicia deberá dar a conocer los archivos del caso Epstein en un plazo de treinta días.
¿Significa eso que va a salir a la luz más información sobre Trump en estos archivos?
No lo creo, porque la ley firmada por Trump contiene varias excepciones que le podrían permitir postergar indefinidamente dar a conocer estos archivos en un futuro próximo, o mantener algunas partes bajo secreto del sumario.
Por ejemplo, Trump ordenó poco antes de firmar esta ley una investigación sobre la posible participación de políticos demócratas en las fiestas de Epstein. Eso podría servir de excusa para que el Departamento de Justicia diga que el caso sigue abierto, por lo que no podrían abrirse sus archivos al público.
Sin embargo, el caso Epstein ya está teniendo un impacto político. Como ya he dicho, ha quebrado por primera vez la unidad dentro del movimiento MAGA de Trump, que hasta ahora parecía monolítico.
La única duda es si esa ruptura es un fenómeno pasajero, o si estamos ante un debilitamiento político de Trump que se acelerará a medida que se acerca el final de su presidencia, dentro de tres años.