'Colegio de España, cuadro al óleo de Fernando Arrabal.

'Colegio de España, cuadro al óleo de Fernando Arrabal.

Columnas ARRABALES

El Colegio de España, liberado

El dramaturgo Fernando Arrabal, último gran genio del siglo XX, escribe cada domingo en EL ESPAÑOL, recordando sus vivencias con las mayores figuras de la cultura universal.

Publicada

El Colegio de España, durante el gobierno del general Franco, fue el único lugar del mundo liberado poética, maravillosa y pacíficamente por un grupo de estudiantes, poetas y artistas.

Fue para mí un honor haber iniciado la liberación del colegio en la noche del 17 de mayo de 1968, con la presencia de Copi y de Topor, y la complicidad de Picasso y Cohn-Bendit.

Pablo Picasso se alzó con la presidencia de la participación de poetas escritores y pintores amigos; desde Simone de Beauvoir hasta Louise Bourgeois, desde Botero hasta Andy Warhol; y obviamente con los cuatro avatares de las maravillas: dadá, surrealismo, patafísica y Pan.

Como consecuencia de su liberación, el colegio fue cerrado por el gobierno franquista, quien se negó a reabrirlo, durante veinte años, a pesar de los requerimientos de los estudiantes y del propio rector de la Universidad de París.

[El diseño del colegio, de 1935, de cierto nacionalismo, ¿inspirado en el Monasterio de El Escorial?, entusiasmó a Franco, que nunca se atrevió a visitarlo].

El Colegio permaneció cerrado, pues, de 1968 hasta 1987.

Homenaje del exilio español a París.

Homenaje del exilio español a París.

Los estudiantes españoles residentes en París pidieron al Gobierno español la reapertura del establecimiento con manifestaciones. En numerosas ocasiones, el Délégué Général de la Cité Universitaire propuso a la Embajada de España diversas fórmulas para permitir la reapertura del Colegio, sin llegar a ningún acuerdo.

El enojo y la aflicción de los estudiantes españoles fue cada vez mayor. Se volvieron a producir ocupaciones del edificio.

Tras veinte años de la desvergüenza del cierre del Colegio, decidido personalmente por el propio Franco, fue reabierto el 17 de junio de 1985 por los Reyes de España y el presidente de la República Francesa, François Mitterrand.

[El 10 de abril de 1935 se había inaugurado oficialmente también con la asistencia de autoridades republicanas españolas y francesas.]

Desde entonces hasta 2018, dirigirán el Colegio Carmina Virgili, Luis Racionero, Juan Varela Ochoa, Francisco Javier de Lucas Martín y Juan Ojeda Sanz. Durante aquellos treinta y tres años, la entrada estuvo presidida por una placa en honor a la liberación del colegio con, por orden alfabético: Arrabal, Severo Ochoa, Picasso y Zubiri.

El primer paso de la nueva dirección fue, en diciembre de 2018, quitar la placa de entrada y embadurnar los principales lugares con proclamas franquistas, que condenaban la liberación del Colegio.

El enemigo a silenciar o apagar fue el pintor Xavier Valls, testigo del día de la Garden Party de junio de 1949, donde al residente Oriol Palà le faltó poco para ser linchado, por Chillida y Palazuelo con uniforme y botas de falangistas, al grito de "Franco no mató a bastantes rojos".

Casi le defenestraron.

Máximo ilustró las dificultades de los poetas durante aquellos años.

Máximo ilustró las dificultades de los poetas durante aquellos años.

Al día siguiente, Oriol Palà fue expulsado del Colegio y a Xavier Valls le tacharon definitivamente.

Incluso y sobre todo cuando meses antes de subir al cielo por la Vía Láctea editó su prodigioso La meva capsa de Pandora (Quaderns Crema 2004), donde recuerda los hechos de junio de 1949.

En el verano de 1980, Manuel, el hijo de Xavier, quien había vivido en Barcelona toda su infancia y adolescencia española, se convirtió en ciudadano francés con dieciocho años: “Tenía que tomar aquella decisión, que yo entendí perfectamente, para sus estudios en la universidad y, sobre todo, para sus proyectos políticos”, comentó Xavier con orgullo paternal.

Manuel llegará a ser alcalde de Évry, diputado de Essonne desde el 16 de junio de 2002, y primer ministro francés. “Ha sido y es defensor de una Francia multirracial y multicultural, de la que él mismo es una muestra en Europa”.

El 14 de mayo de 2025, el presidente de la Délégation Générale de la cite universitaire Jean-Marc Sauvé me escribió “en cette année exceptionnelle de célébration du centenaire de la Cité internationale universitaire de Paris, j’ai le grand plaisir de vous proposer d’être l’invité d’honneur de la soirée de gala organisée le mercredi 25 juin 2025 à la Cité internationale universitaire de Paris”.

Llegué, pues, a la Cité Universitaire el 25 de junio. Dos amigos me anuncian la noticia: "Por presiones hispánicas, tu nombre ha sido retirado".

Volví en el mismo taxi a mi domicilio de París.

A pesar de, humildemente, haber tenido el honor de recibir las dos Grandes Cruces de Isabel I y Alfonso X (las dos órdenes civiles españolas más importantes) la dirección del Colegio (¿como era su obligación?) tampoco me comunicó que mis amigos canadienses engalanarían una de sus sillas con uno de mis poemas.

El día que se restablezca la lápida al frente del Colegio, como rindiéndole homenaje de su liberación, ofreceré a los estudiantes de ayer y de hoy (como me lo aconsejan entre otros los poetas Marta García, Raúl Herrero y Pollux Hernuñez) mi cuadro al óleo, para que pueda presidir la entrada del Colegio.

'Sin la lápida', dibujo de Roland Topor.

'Sin la lápida', dibujo de Roland Topor.

***

Cinco “pseudo-arrabalescos” para el Colegio de España:

"¿cómo reseñar y determinar un melocotón?”

"enigmático y asombroso ¿como un gorrión?”

"un gili ¿genial?”

“me chiflaría distinguir a candelillas y mariposas, pero es ¡tan peliagudo!”

“es tan tierno y delicado ¿que miente de maravillas?”

“lo que dice es tan trivial e insustancial ¿como lo que pensamos cuando estamos juntos?”

“cuanto más gasto ¿más me enriquezco?

"una vez más encuentro la perla ¿en la faltriquera de mi blue jean?”

***

Hasta la semana próxima, si Pan me prestara vida…