EL ESPAÑOL desvela la clave que explica por qué el expresidente balear Jaume Matas intentó manipular en favor de la constructora de Juan Miguel Villar Mir la adjudicación de la mayor obra pública licitada durante su mandato: el hospital de Son Espases, cuyo presupuesto inicial ascendió a 778 millones. Anticorrupción dispone ya de elocuentes testimonios que prueban que Matas dio instrucciones por escrito en 2006 para adaptar las bases del consurso a la oferta de OHL. Ahora resulta que seguía órdenes de dos altos cargos de la dirección nacional del PP. Esta versión concuerda con los papeles de Bárcenas así como con el testimonio del extesorero al juez Ruz, según el cual Villar Mir entregó 300.000 euros en metálico al PP para la campaña de 2011. Eso explicaría el interés de Génova en beneficiar a OHL. Ahora Matas negocia con la Fiscalía desvelar la identidad de quienes le presionaron a cambio de una rebaja de sus penas. Este tipo de acuerdos es un instrumento habitual para investigar la corrupción en sus escalones más altos. En todo caso, Anticorrupción debe velar para que no haya impunidad para nadie.

La investigación abierta en el TSJ catalán contra Artur Mas, la ex vicepresidenta Joana Ortega y la consejera Irene Rigau por desobedecer la suspensión del 9-N decretada por el Constitucional, pasa este lunes por una testifical clave en la instrucción. La declaración como testigo de cargo de Dolores Agenjo, la exdirectora de instituto que se negó a convertir su centro en colegio electoral, es determinante para esclarecer hasta qué punto los servicios territoriales de enseñanza de la Generalitat involucraron a los responsables de los centros en la consulta independentista. Agenjo tiene documentos y correos que probarían cómo responsables de Enseñanza implicaron a los directores en la votación ilegal. Es decir, esta declaración puede dinamitar la defensa de Mas, al probar que hubo directrices políticas para desobedecer la suspensión del 9-N. La comparecencia de esta directora debe valorarse estrictamente por su veracidad contrastable, y no ser descartada porque haya decidido formar parte de la candidatura de Ciudadanos.

En una entrevista con EL ESPAÑOL, el exministro de industria socialista Miguel Sebastián acusa a Pedro Solbes, vicepresidente de Zapatero, de haber ocultado una carta fechada en 2006 en la que los inspectores del Banco de España le avisaban de que la crisis estaba a punto de estallar. En concreto, los inspectores advirtieron a Solbes de que el crédito estaba tan descontrolado que la situación era insostenible, y que el Banco de España, entonces gobernado por Jaime Caruana, no hacía nada para remediarlo. Por ello, Sebastián pide ahora explicaciones a quien fue su compañero en el Gobierno en el PSOE, al que achaca "no hacer autocrítica ni explicar las cosas que no se hicieron bien". Lo cierto es que si la inacción del regulador financiero pudo resultar negligente, no parece menos grave que el responsable económico no diera la voz de alarma. El Gobierno hubiera tenido dos años, hasta 2008, para tratar de mitigar los efectos de la crisis que ha asolado la economía española.