El candidato presidencial Nicusor Dan reacciona a las primeras encuestas de salida de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Rumania.

El candidato presidencial Nicusor Dan reacciona a las primeras encuestas de salida de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Rumania.

Europa

El proeuropeo Nicusor Dan derrota al ultra George Simion en las elecciones de Rumanía a falta de contar el voto extranjero

El perdedor de la segunda vuelta, inspirado por la retórica trumpista, rechaza la victoria del alcalde de Bucarest y amenaza con tensar todavía más el ambiente político en el país.

Más información: La Unión Europea corre el riesgo de cargar con un nuevo ultranacionalista en Rumanía con Simion como favorito

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Nicușor Dan, matemático de 55 años y alcalde de Bucarest, se perfila como el próximo presidente de Rumanía tras imponerse con un 53,68% de los votos al ultraderechista George Simion, que obtuvo un 46,32%, según el recuento oficial con más del 90% escrutado. Aunque resta por computar el voto del extranjero, donde Simion fue más fuerte en la primera vuelta, la distancia parece suficiente para confirmar la victoria del candidato centrista.

Dan, que concurrió como independiente con un discurso proeuropeo, celebró el resultado con una multitud de seguidores frente a la sede del Ayuntamiento de la capital. “Hoy ha ganado una comunidad de rumanos que quiere un cambio profundo, que desea instituciones que funcionen y menos corrupción”, afirmó ante más de 2.000 personas. La multitud respondió coreando su nombre y agitando banderas de la Unión Europea.

El aspirante ultranacionalista, por su parte, no reconoció la derrota. Inspirado en la retórica del presidente Donald Trump, George Simion proclamó su victoria “en nombre del pueblo rumano” y denunció sin pruebas haber sido víctima de fraude electoral. En redes sociales aseguró haber obtenido “al menos 400.000 votos más” que su rival, alimentando una narrativa de impugnación que podría tensar aún más el clima político.

Simion, líder del partido ultraderechista AUR y exultra del fútbol, llegó a la segunda vuelta como favorito tras haber liderado la primera ronda. Su ascenso se vio favorecido por la anulación del proceso electoral anterior, invalidado por el Tribunal Constitucional debido a supuestas injerencias rusas en favor de otro candidato nacionalista, Călin Georgescu, posteriormente vetado para estos comicios. Simion se alineó estrechamente con él, prometiendo que lo nombraría primer ministro si ganaba.

La alta participación del domingo, cercana al 65% frente al 53% de la primera vuelta, parece haber favorecido al moderado Dan, quien apenas obtuvo el 21% en la votación inicial. El temor a un giro radical en la política exterior del país —y a un eventual distanciamiento de la UE y la OTAN— movilizó a un electorado que optó por la estabilidad frente a la confrontación.

En Bruselas y otras capitales europeas se respira alivio ante un desenlace que preserva el rumbo prooccidental de un país clave en la frontera oriental de la Unión. La Casa Blanca, que había seguido con atención el proceso, evitó pronunciarse a la espera del recuento final.

Aun así, el nuevo jefe del Estado enfrentará una compleja situación económica. Rumanía arrastra un déficit público del 9%, el más alto del bloque comunitario, y su calificación crediticia roza el nivel de bono basura. La elección de un primer ministro con capacidad para liderar reformas urgentes será el primer gran reto de Dan.

“Esto no va de políticos, va de comunidades”, insistió el alcalde y candidato. “Es nuestra tarea construir una sola Rumanía, no dos”.