El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, conversan durante un Consejo Europeo en Bruselas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, conversan durante un Consejo Europeo en Bruselas Unión Europea

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Por qué la UE desoirá la petición de Sánchez de sancionar a Israel por la guerra de Gaza

Los ministros de Exteriores de los Veintisiete discuten el lunes la carta de España e Irlanda en un clima de máxima división sobre el conflicto en Oriente Próximo.

19 febrero, 2024 01:31
Bruselas

Con la carta enviada esta semana a la presidenta Ursula von der LeyenPedro Sánchez y Leo Varadkar han lanzado el debate en la Unión Europea sobre si hay que imponer sanciones económicas a Israel como medida de presión para que desista de realizar un ataque en Rafah y acepte un alto el fuego en Gaza. Sin embargo, la iniciativa de España e Irlanda tiene escasas o prácticamente nulas posibilidades de prosperar debido a la falta de apoyos y a las profundas divisiones internas en la UE sobre la crisis en Oriente Próximo, que limitan su capacidad de influencia en la región.

En su misiva, el presidente del Gobierno y el primer ministro irlandés reclaman a Von der Leyen que emprenda una "evaluación urgente" de si Israel está cumpliendo las obligaciones derivadas de su Acuerdo de Asociación con la UE. En caso de que la respuesta sea negativa, el Ejecutivo comunitario debe proponer a los Gobiernos "medidas adecuadas", expresión que se usa en este contexto como eufemismo diplomático de sanciones.

El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, ha pedido a Josep Borrell que presente su evaluación como muy tarde para la próxima reunión del 18 de marzo. "El objetivo de esa carta no es otro que la protección de los civiles palestinos en la franja de Gaza, que contribuir a que ese alto el fuego permanente sea una realidad", ha dicho Albares este lunes en el primer debate sobre la petición española, que ha tenido lugar en el Consejo de Exteriores que se celebra en Bruselas.

[España e Irlanda piden a Bruselas que investigue si Israel vulnera los derechos humanos en Gaza]

El artículo 2 del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel dice que las relaciones entre las partes "se fundamentan en el respeto de los principios democráticos y de los derechos humanos, que inspira sus políticas interiores y exteriores y constituyen un elemento esencial del presente Acuerdo". En su carta, Sánchez y Varadkar dan a entender que el Gobierno de Benjamin Netanyahu está vulnerando los derechos humanos de los palestinos en su ofensiva a Gaza.

Las "medidas adecuadas" que reclaman España e Irlanda implicarían suspender parcialmente o en su totalidad el Acuerdo de Asociación, que data del año 2000, cuya principal consecuencia sería el fin de las ventajas comerciales de que disfruta Israel a la hora de acceder al mercado europeo.

Una maniobra que haría daño a Tel Aviv: la UE es ahora mismo el principal socio comercial de Israel y representó el 28,8% de su comercio de bienes en 2022. Las importaciones de la UE desde Israel ascendieron a 17.500 millones de euros y estuvieron encabezadas por maquinaria y equipos de transporte, productos químicos y otros productos manufacturados. Si se mira al contrario, Israel es el vigésimo quinto mercado para las exportaciones europeas, con una cuota de apenas el 0,8%.

La propuesta de Sánchez y Varadkar ha sido recibida con extrema frialdad tanto por la Comisión como por el resto de socios europeos. Para empezar, otros Estados miembros que en el pasado han mostrado más sensibilidad por la situación de los palestinos (como Bélgica, Luxemburgo, Malta o Portugal) no se han sumado a la misiva.

Por su parte, el Ejecutivo comunitario ha reaccionado con cautela: está examinando el contenido de la carta, pero todavía no confirma que vaya a realizar la evaluación que reclaman Irlanda y España. "El Acuerdo de Asociación es la base legal de nuestro diálogo con las autoridades israelíes y proporciona importantes mecanismos para discutir asuntos problemáticos y plantear nuestros puntos de vista", explica la portavoz de Exteriores, Nabila Massrali.

"Si hay motivos para suspender el Acuerdo en este caso es una cuestión de apreciación política, que debe llevar a cabo el Consejo a iniciativa del Alto Representante (Borrell), ya que se trata de un asunto de política exterior", apunta la portavoz. Es decir, incluso si Borrell atiende la propuesta de Sánchez, la imposición de sanciones a Israel tendría que ser aprobada por unanimidad por los Gobiernos de los 27.

"Está claro que el respecto a los derechos humanos en un acuerdo de asociación es algo que es parte de la política exterior. Y, por lo tanto, le va a corresponder al Alto Representante dirigir el análisis de en qué medida Israel está cumpliendo con sus obligaciones de acuerdo con el Acuerdo de Asociación. Esto no es una cosa que se pueda hacer de la noche a la mañana, pero dos Estados miembros lo han pedido y habrá que estudiar su petición, y el Consejo tendrá que estudiarlo políticamente", ha dicho Borrell este lunes. 

El único precedente que existe es el del Acuerdo de Cooperación de la Unión Europea con Siria, que se suspendió parcialmente en 2011 como represalia contra el régimen de Bashar al-Assad tras el estallido de la guerra.

"No creo que la carta de Sánchez y Varadkar tenga mucha aceptación en el Consejo. Los Estados miembros están bastante divididos en lo que se refiere a Israel y Gaza y mantienen posiciones sólidas. Así que no puedo imaginar que Estados miembros como Alemania, Austria y Hungría estén dispuestos a considerar esta idea (de sanciones a Netanyahu) en este momento", explica a EL ESPAÑOL un diplomático europeo.

De hecho, el Gobierno de Berlín ya ha hecho saber que en ningún caso va a apoyar la suspensión del Acuerdo de Asociación con Israel. Al contrario, Alemania sostiene que la UE necesita reforzar el diálogo con Tel Aviv para encontrar una salida política a la guerra de Gaza, con lo que cualquier iniciativa que dificulte o impida ese diálogo sería contraproducente.

Por su parte, Hungría bloquea en solitario un paquete de sanciones de la UE contra colonos israelíes extremistas por cometer actos de violencia contra civiles palestinos en Cisjordania. Unas sanciones que ya han aprobado tanto Estados Unidos como Reino Unido.

Además, El Gobierno de Viktor Orbán también ha vetado una declaración conjunta de la UE en la que se pedía a Netanyahu que no lleve a cabo el ataque que ha anunciado en Rafah, al sur de Gaza. Al final, ha sido el propio Borrell el que ha publicado el texto a su nombre para sortear el bloqueo húngaro.

"La UE pide al Gobierno israelí que no emprenda acciones militares en Rafah que empeorarían una situación humanitaria ya catastrófica e impedirían la prestación urgente de servicios básicos y asistencia humanitaria. La UE reitera la importancia de garantizar la protección de todos los civiles en todo momento de conformidad con el Derecho Internacional Humanitario y de respetar la orden del 26 de enero de la Corte Internacional de Justicia, que es jurídicamente vinculante", reza la declaración.

En la reunión de ministros de Exteriores de este lunes en Bruselas tampoco se espera ningún acuerdo sobre Oriente Próximo. Serán los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 los que tendrán que buscar un mínimo común denominador sobre Israel y Gaza en la próxima cumbre programada para el 21 y 22 de marzo.