Yevgueni Prigozhin, fundador del Grupo Wagner, habla en Paraskoviivka (Ucrania) el pasado 3 de marzo.

Yevgueni Prigozhin, fundador del Grupo Wagner, habla en Paraskoviivka (Ucrania) el pasado 3 de marzo. Reuters

Europa

Después de las cárceles de mujeres, Wagner recluta a menores de institutos y campamentos infantiles

La rivalidad entre la organización paramilitar y el Ministerio de Defensa ha provocado que el Kremlin le cierre el acceso a los centros penitenciarios.

21 marzo, 2023 02:31

El pasado diciembre, la pérdida de efectivos en el frente animó al Grupo Wagner a buscar nuevo personal de guerra en las cárceles de mujeres. Ya habían utilizado las prisiones masculinas rusas desde el comienzo de la ofensiva a Ucrania, pero las bajas incontables en frentes como Bakhmut han obligado a buscar carne de cañón en otros lugares.

Sin embargo, la rivalidad entre la organización paramilitar y el Ministerio de Defensa ha provocado que el Kremlin cierre el acceso de los de Evgueni Prigozhin a todo tipo de centros penitenciarios, según la actualización diaria de la inteligencia del Ministerio de Defensa británico.

Wagner entra en las prisiones femeninas

La necesidad de nuevos recursos humanos más allá de los que ofrecen las cárceles masculinas ha redefinido la estrategia de reclutamiento del Grupo Wagner, que está arrimándose a una nueva fuente de reclutas: las prisiones de mujeres.

[Mercenarios o carne de cañón: Rusia quiere acabar con Wagner para colgarse la medalla de Bakhmut]

El Estado Mayor de Ucrania ha asegurado ver en el óblast de Donetsk un vagón de mujeres en un tren que importaba efectivos para luchar con el bando ruso en la batalla de Bakhmut, un frente sanguinario donde el Kremlin envía mercenarios Wagner para debilitar las ambiciones políticas de Yevgueni Prigozhin.

Olga Romanova, activista contra los abusos del sistema penitenciario ruso en la ONG Russia Behind Bars, denuncia que el gobierno extrae convictas de las cárceles desde finales de 2022, cuando más de cien abandonaron una prisión en la provincia de Krasnodar con paradero desconocido. Además, el ejército ucraniano ha dado cuenta del traslado forzoso de 50 mujeres de una cárcel en la ciudad de Donetsk para su preparación militar.

El propio Yevgueni Prigozhin alegó haber recibido una carta del presidio de Nizhni Tagil, en la provincia de Sverdlovsk, en la que las reas pedían ser admitidas para alistarse como personal médico. El jefe de Wagner declaró haber cesado el reclutamiento de personal de prisiones a final de febrero, en el marco de las tensiones con el Ministerio de Defensa. De los centros penitenciarios Wagner había sacado más de 40.000 soldados desde el comienzo de la ofensiva, según The Times.

Wagner y el Kremlin reclutan a menores

Desde hace unos días, la desaparición de las cárceles como canteras de combatientes ha necesitado de una nueva estrategia de reclutamiento por parte de Wagner. Según la Defensa británica, el siguiente objetivo de Prigozhin es la población joven.

Miembros posan en la inauguración del PMC Wagner Centre en San Petersburgo, el pasado noviembre.

Miembros posan en la inauguración del PMC Wagner Centre en San Petersburgo, el pasado noviembre. Reuters

En marzo se formaron equipos locales de divulgación en centros deportivos de más de 40 ciudades de la Federación Rusa. Esta campaña ofrecía charlas de orientación profesional en institutos, donde se recogía información de los estudiantes interesados a través de cuestionarios llamados "solicitudes de jóvenes guerreros".

El reclutamiento de menores de edad para la guerra no es nuevo, y Moscú lleva meses ejecutando programas de integración en campamentos infantiles para la reeducación de niños ucranianos. La cifra era de al menos 6.000 niños hasta febrero, según Al Jazeera.

Los niños son destinados a algún campamento de los 43 que hay repartidos en la geografía rusa y las zonas ocupadas de Ucrania. Allí reciben educación patriótica y militar a través de un currículum propagandístico que incluye excursiones a sitios patrióticos, charlas con veteranos y entrenamiento con armas de fuego. No existen pruebas de que estén siendo enviados a combatir al frente.

La permanencia de los pequeños se prorrogar durante semanas, en ocasiones meses. Un estudio de la Universidad de Yale basado en imágenes por satélite y cuentas públicas desvela algunas explicaciones que los agentes daban a los niños para su retención: "cuando liberemos Izium volverás a casa", se dijo a uno; "primero, tenemos que corregir tus ideas proucranianas", se explicaba a otro.

En algunos casos, el requisito para la excarcelación es que los padres acudan a recoger a sus hijos al campamento. Esta condición se antoja algo difícil cuando los hombres no tienen permitido salir de Ucrania, y la distancia al campamento —que igual puede estar en el Dombás que en alguna provincia siberiana— hace del viaje una odisea costosa y dura para la madre.

Además del traslado forzoso a campamentos infantiles, los agentes del Kremlin están reteniendo a niños ucranianos para posteriormente expedir su adopción o acogida en familias rusas. Estos programas están coordinados bajo la figura de María Lvova-Belova, comisionada federal para los Derechos del Niño, y comportan operaciones que pueden constituir crímenes de guerra.

Maria Lvova-Belova reunida con Vladimir Putin en las afueras de Moscú, el pasado jueves.

Maria Lvova-Belova reunida con Vladimir Putin en las afueras de Moscú, el pasado jueves. Reuters

Según fuentes oficiales de Kiev, Rusia ha tomado más de 14.700 niños ucranianos, de los que al menos mil proceden de Mariúpol. Algunos expertos estiman cifras incluso mayores.

El portavoz del Departamento de Estado de EEUU ha declarado que estos "traslados forzosos, la reeducación y la adopción de niños ucranianos son un elemento clave de los esfuerzos sistemáticos del Kremlin por negar y suprimir la identidad, la historia y la cultura de Ucrania". La misma entidad alertó también de la "guerra de Putin contra los niños" y sus posibles repercusiones a largo plazo.

Rusia niega estas acusaciones, y se respalda en el argumento de que si acogen a niños ucranianos es porque fueron forzados a escapar de Ucrania. Esto contradice el informe de Yale, que identifica en los campamentos rusos a pequeños con familia o tutelados por las instituciones del estado ucraniano.