Moldavos se manifiestan en Chisinau, la capital.

Moldavos se manifiestan en Chisinau, la capital. Reuters

Europa

Ucrania duda de un ataque desde Transnistria pero sitúa "una cifra adecuada de soldados" en la frontera

Desde Ucrania se asiste a toda esta escalada con cierta perplejidad, aunque después de un año ya estén acostumbrados al dramatismo.

1 marzo, 2023 03:10

Algo se mueve en la frontera de la rebelde Transnistria con Ucrania. Transnistria, una región escindida de Moldavia, sin reconocimiento internacional y gobernada por autoridades prorrusas desde Tiraspol, puede llegar a ser una pieza importante para el Kremlin en el tablero: por un lado, su proximidad con Odesa hace interesante un posible ataque desde esa zona. Por otro lado, le permite jugar a las amenazas y las ofensas, como viene haciendo recientemente, acusando a Ucrania de intentar una anexión que a Ucrania, la verdad, ni le va ni le viene.

Si este mismo lunes, se expresaba oficialmente desde Moscú una honda preocupación por la posible intervención del ejército ucraniano en la región moldava -extremo que ha sido desmentido directamente por Kiev en un comunicado: "Ucrania considera a Transnistria como parte de Moldavia y no tiene interés alguno en entrar en conflicto por dicha región", las últimas noticias de este martes apuntan a una nueva controversia. Al parecer, según un antiguo inspector militar del Ministerio de Defensa moldavo, las milicias prorrusas habrían llenado todos los depósitos de armas de la región con altas cargas de explosivos.

El fin sería causar una tremenda explosión que causara "daños irreparables" tanto en Moldavia, como en Ucrania como en la propia Transnitria en caso de que el ejército ucraniano se atreviera a cruzar la frontera. Incluso la propia formulación recuerda a las típicas amenazas retóricas del bando ruso. En primer lugar, los depósitos de armas, como el de Cobasna, el mayor de todos, están construidos en búnkers y lo están precisamente porque este tipo de explosiones son una posibilidad siempre presente sin necesidad de forzar las cosas. La profundidad de dichos búnkers amortiguaría los efectos de cualquier explosión.

En segundo lugar, aunque dicha explosión consiguiera realmente llegar a la superficie y causar algún daño significativo, lo haría casi exclusivamente en la propia Transnitria. Difícilmente afectaría a Moldavia -no es fácil ver cómo- y desde luego no a Ucrania. Sí, irónicamente, a las milicias prorrusas y a los destacamentos que haya podido enviar ahí Putin a lo largo de los años, si es que queda alguno que no haya cruzado la frontera para unirse a la guerra en el frente sur. Ahora bien, insistimos, lo importante del asunto es que Ucrania no va a entrar en Transnistria. No se le ha perdido nada ahí y no hay motivo alguno para abrir voluntariamente un tercer frente de combate.

¿Tropas rusas a Transnistria?

Otra cosa son los actos de pillaje. Sí se rumorea que, especialmente en Cobasna, ha podido haber incursiones de milicias enviadas desde el otro lado de la frontera para robar armas y munición. Hasta dónde llega ese pillaje es imposible de determinar, pero no parece que justifique un "si seguís haciendo esto, nos inmolamos todos", por mucho que, hay que insistir, encaje perfectamente con la retórica apocalíptica rusa. De hecho, todo parece la típica hipérbole destinada a mandar un mensaje en realidad muy pequeño: "Dejad de robarnos los kalashnikovs, que nos hemos dado cuenta".

Desde Ucrania se asiste a toda esta escalada algo forzada con cierta perplejidad, aunque después de un año ya estén acostumbrados al dramatismo. Más allá del comunicado de Kiev, respetando la legalidad internacional por la cual Transnitria es parte de Moldavia, y repitiendo su nulo interés en esa franja limitada de tierra, la jefa del centro de prensa de las Fuerzas de Defensa del Sur, Natalia Gumeniuk, afirmó este martes que ve muy improbable que los rusos utilicen esa frontera para organizar un ataque de "falsa bandera", algo que el estadounidense Institute for the Study of War no veía tan lejano el pasado viernes.

[Un año y cien mil muertos después, Putin no sabe cómo salir de una guerra que debía durar 3 días]

Las razones por las que Gumeniuk prácticamente descarta la intervención rusa son principalmente geográficas. Incluso si organizaran un ataque falso, culparan a Ucrania del mismo y prometieran ayuda a sus "hermanos transnistrios", ¿cómo iban a hacer los dirigentes rusos para mandar tropas a la zona? Sabemos, porque así lo denunció la Asamblea General de la ONU en 2018, que desde hace años hay unidades de combate rusas en la región, principalmente para formar a las milicias locales y como elemento de disuasión ante un intento de anexión militar por parte de Moldavia.

Un refuerzo apropiado

Ahora bien, con esas tropas, si es que siguen ahí, no bastaría para intentar siquiera adentrarse cien metros en Ucrania. Necesitan mandar contingentes mayores. ¿Cómo piensan hacerlo?, se pregunta Gumeniuk. Transnistria es una estrecha franja de tierra entre Moldavia y Ucrania, sin acceso siquiera al Mar Negro. La única manera de enviar soldados y armas sería por aire y para ello tendrían que violar sistemáticamente el espacio aéreo de Ucrania o de Moldavia. En el primer caso, las defensas antiaéreas ucranianas acabarían con cualquier intento de reabastecimiento y en el segundo, sería imposible cruzar Moldavia sin pasar primero por Rumanía, país OTAN. Y eso son palabras mayores para tan poco espacio de tierra.

Ciudadanos de Moldavia se manifiestan en la capital, Chisinau.

Ciudadanos de Moldavia se manifiestan en la capital, Chisinau. Reuters

Dicho esto, Gumeniuk no descarta que pueda pasar algo en la frontera. A estas alturas, es complicado descartar nada. Por si acaso, manifestó, el ministerio de defensa ha decidido reforzar "de manera adecuada" la frontera con Transnistria. Sin especificar el número de hombres destinados a esta función, la portavoz se ha limitado a decir que era "apropiado para la amenaza". Si tenemos en cuenta que la amenaza no se considera demasiado creíble, probablemente hablemos de una cifra muy limitada.

Las palabras exactas con las que Gumeniuk se refirió a la posible apertura de nuevos frentes no solo en Transnistria, sino también en Bielorrusia, fueron "amenaza hipotética". "Son posibles bajo un conjunto determinado de circunstancias, pero no es probable que se den", explicó, refiriéndose a los ataques de falsa bandera en las fronteras del nordeste y el sudeste de Ucrania. Mucho ruido y pocas nueces, en definitiva. La tónica de la propaganda prorrusa en los últimos meses. Bien hará Kiev en no morder determinados anzuelos.

[China abre una vía para la paz: se postula como mediador entre Rusia y Ucrania con sus 12 puntos]