El canciller Olaf Scholz, durante su comparecencia ante la prensa de este domingo

El canciller Olaf Scholz, durante su comparecencia ante la prensa de este domingo Reuters

Europa

La UE estudia el embargo energético y un tribunal de guerra para Putin tras la masacre de Bucha

Alemania mantiene su resistencia a prescindir del gas ruso: "Pondría en riesgo la estabilidad".

4 abril, 2022 02:51
Bruselas

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Las imágenes de civiles ejecutados por las tropas rusas, con las manos y los pies atados, y abandonados en mitad de las calles de la ciudad ucraniana de Bucha han causado una gran conmoción en todas las capitales europeas. La brutal masacre ha reavivado el debate en la UE para imponer un embargo energético inmediato y total contra Rusia, una medida que todavía choca con la resistencia de países como Alemania. En todo caso, los Estados miembros preparan ya un nuevo paquete de sanciones contra el Kremlin, que se aprobará "en los próximos días".

Además, los líderes europeos se han comprometido a documentar todos los crímenes cometidos por el régimen de Vladímir Putin en Ucrania, con el fin de poder llevar algún día al líder ruso ante la Corte Penal Internacional de La Haya o ante un tribunal de guerra creado ex profeso para juzgar la invasión de Ucrania. Una cuestión que genera más consenso en la UE que las nuevas sanciones urgentes.

"Esto es genocidio. La eliminación de toda la nación y de su gente", ha dicho el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en una entrevista a la cadena estadounidense CBS.

Por su parte, Human Rights Watch ha verificado varios casos de fuerzas militares rusas que cometieron violaciones de las leyes de la guerra contra civiles en áreas ocupadas de las regiones de Chernígov, Járkov y Kiev (incluyendo la ciudad de Bucha), entre ellas violaciones repetidas, ejecuciones sumarias y violencia ilícita y amenazas. "Quienes cometieron estos abusos son responsables de crímenes de guerra", asegura Human Rights Watch.

"La masacre de Bucha fue deliberada. Los rusos tienen como objetivo eliminar a tantos ucranianos como puedan. Debemos detenerlos y echarlos", ha escrito en su cuenta de Twitter el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba.

Kuleba reclama a los países del G-7 una nueva tanda de sanciones "demoledoras" contra Rusia, con tres pilares centrales: un embargo a petróleo, gas y carbón; el cierre de todos los puertos a los buques rusos; y la desconexión de todos los bancos rusos de la red de mensajería financiera SWIFT (hasta ahora se han librado las entidades que se usan para pagar el gas).

A favor de este embargo está el presidente francés, Emmanuel Macron, que este lunes ha planteado un embargo al petróleo y al carbón rusos para lo que va a buscar una reunión europea en los próximos días para abordar esta cuestión. El motivo no es otro que los "crímenes de guerra" perpetrados por Rusia en Bucha. 

Sin embargo, hay que destacar que Macron no habló de dejar de comprar gas ruso. La UE es particularmente dependiente del gas ruso, sobre todo Alemania y algunos de los países del flanco este. Una interrupción de su suministro, podría generar un grave problema para su sustitución con el gas de otras procedencias de cara al próximo invierno

Mientras, el ministro de Exteriores ucraniano pide además a los aliados occidentales que den otro paso al frente en el envío de armas de combate y suministren también tanques, aviones de combate y sistemas pesados de defensa aérea.

Las calles de Bucha, este domingo.

Las calles de Bucha, este domingo.

"Más sanciones y apoyo de la UE están en camino", ha anunciado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, sin dar más detalles. "Estoy conmocionado por las inquietantes imágenes de las atrocidades cometidas por el ejército ruso en la región liberada de Kiev. La UE está ayudando a Ucrania y a las ONG a recopliar las pruebas necesarias para su persecución en los tribunales internacionales", ha señalado.

Una condena de la que también se han hecho eco la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y la de la Eurocámara, Roberta Metsola. "Consternada por los informes de horrores indescriptibles en áreas de las que Rusia se está retirando. Se necesita con urgencia una investigación independiente. Los perpetradores de crímenes de guerra tendrán que rendir cuentas", sostiene Von der Leyen, que no ha hecho mención de nuevas sanciones.

"Esta es la fría realidad de los crímenes de guerra de Putin. El mundo debe ser consciente de lo que está sucediendo. Deben imponerse sanciones más duras. Los perpetradores y sus comandantes deben ser llevados ante la justicia", ha dicho Metsola, la única dirigente de la UE que ha visitado Kiev desde el estallido de la guerra (lo hizo el pasado viernes).

Todos los líderes de la UE que se han manifestado sobre la masacre de Bucha han repetido un idéntico llamamiento para que se investiguen los crímenes de guerra cometidos por el Kremlin y se obligue a rendir cuentas a los responsables. "Exijo que las organizaciones internacionales tengan acceso a estas áreas para documentar de forma independiente las atrocidades", ha indicado el canciller alemán, Olaf Scholz.

"Las autoridades rusas deberán responder de estos crímenes", sostiene el presidente francés, Emmanuel Macron. "Las autoridades rusas deben cesar de inmediato las hostilidades, detener la violencia contra los civiles y rendir cuentas por lo sucedido", ha afirmado el primer ministro italiano, Mario Draghi. "Los crímenes de guerra deben ser investigados rápidamente y sus responsable castigados", coincide el ministro de Exteriores, José Manuel Albares

En contraste con esta unanimidad sin fisuras por lo que respecta a los crímenes de guerra de Putin, la Unión Europea sigue muy dividida sobre las posibles nuevas sanciones contra Moscú, que deben aprobarse por unanimidad. La que genera más controversia es el embargo energético, ya que los europeos importan de Rusia alrededor 40% del gas que consumen, así como el 27% del petróleo y el 46% del carbón. Unas cantidades difíciles de sustituir en el corto plazo, en un contexto de precios disparados.

En concreto, la UE gasta cada día alrededor de 700 millones de euros en gas, petróleo y carbón de Rusia, según explica el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell. Un dinero que va directamente a financiar la maquinaria de guerra del Kremlin contra Ucrania, según denuncian particularmente Polonia y los bálticos.

Estos países han vuelto a reclamar este domingo un embargo energético total contra Moscú, cueste lo que cueste. De hecho, Lituania se ha convertido en el primer país de la UE que cierra por completo el grifo del gas ruso. "De ahora en adelante, Lituania no consumirá ni un centímetro cúbico de gas tóxico ruso", ha anunciado este domingo en Twitter su primera ministra, Ingrida Simonyté.

"El genocidio y los crímenes de guerra cometidos contra civiles inocentes por las tropas rusas en Bucha deben responderse con nuevas sanciones y una mayor asistencia militar a Ucrania. Letonia seguirá insistiendo en sanciones energéticas totales de la UE contra Rusia y en el cierre de puertos", ha dicho su ministro de Exteriores, Edgars Rinkevics.

"La indiferencia es la madre de todos los crímenes. Se deben reunir pruebas, guardarlas para los juicios y los autores deben ser llevados ante la justicia. Necesitamos una quinta ronda de fuertes sanciones de la UE lo antes posible", defiende la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, que también reclama aumentar la ayuda militar a Kiev.

También el canciller Scholz ha anunciado una nueva tanda de sanciones de la UE contra Rusia, que se aprobará en los próximos días. "Putin y los que le apoyan deben sentir las consecuencias", ha señalado en una breve comparecencia ante la prensa este domingo. Pero no ha explicado si el nuevo paquete incluirá un embargo energético, que él mismo ha rechazado hasta ahora con el argumento de que hundiría a Alemania y a toda Europa en la recesión.

En lo que podría ser un primer indicio de cambio de posición, su ministra de Defensa, la socialdemócrata Christine Lambrecht, ha dicho este domingo que la UE debe discutir la prohibición de importar gas ruso. "Tiene que haber una reacción. Tales crímenes no pueden quedar sin respuesta", argumenta Lambrecht.

Antes de conocerse las imágenes de Bucha, el ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, reiteraba en una entrevista en Bild su rechazo a un embargo energético total contra Rusia. "Las sanciones ya aprobadas no tienen precedentes. Pero deben golpear al régimen de Putin y no poner en peligro la estabilidad de Alemania", se justifica.

Horas más tarde, el propio Lindner admitía que la situación es "insoportable". "A partir de mañana, junto con nuestros socios, discutiremos cómo se pueden ajustar aún más las sanciones contra Putin", ha escrito en Twitter. Otros países, como Austria, Italia o Hungría, se resisten también a vetar el petróleo y el gas de Rusia. ¿Darán un giro tras la masacre de Bucha?