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Marruecos obtendrá cazas de combate F35 de EEUU tras su acuerdo sobre el Sáhara Occidental e Israel

El reconocimiento marroquí del Estado de Israel supone un paso más para que Marruecos reciba los F35 del acuerdo militar firmado con EEUU.

11 diciembre, 2020 02:40

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Estados Unidos (EEUU) reconoció el jueves la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, apostando por el plan de autonomía como solución al conflicto. Es la decisión de la Casa Blanca a cambio de que Marruecos acepte restablecer relaciones diplomáticas con Israel, vuelos directos y acuerdos comerciales.

El todavía presidente de EEUU, Donald Trump, mantuvo una conversación telefónica con el rey Mohamed VI, previa a hacer pública su postura respecto al Sáhara Occidental, en la que informó al monarca alauita que había emitido un “decreto presidencial, con plena autoridad legal y política y con efecto inmediato, según el cual EEUU reconoce, por primera vez en su historia, la plena soberanía del reino de Marruecos sobre toda la región del Sáhara”.

Por su parte, Marruecos confirmó la reanudación de las relaciones diplomáticas lo antes posible con Israel, poco después de que Trump lo anunciara en un tuit. Es el cuarto país árabe que reconoce el Estado de Israel en los últimos meses dentro del plan de paz para la región, tras Sudán, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. En este sentido, trabaja para reabrir las oficinas de enlace en los dos países, como fue el caso en el pasado durante muchos años, hasta 2002.

"Histórico hito"

Todo ello fue celebrado por el embajador americano en Rabat, David Fischer, que publicaba en redes: “Damos la bienvenida al histórico anuncio de hoy, un hito importante en más de 200 años de amistad entre nuestros dos países”.

La determinación de Marruecos es facilitar vuelos directos para transportar judíos de origen marroquí y turistas israelíes hacia y desde Marruecos, reanudar los contactos bilaterales oficiales y las relaciones diplomáticas lo antes posible, y desarrollar relaciones innovadoras en los sectores económico y tecnológico.

Además, según informan fuentes de la inteligencia marroquí a EL ESPAÑOL, una vez se establezcan las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel hay un importante proyecto de adquisición de armamento israelí naval, terrestre y tecnológico. Un acuerdo similar al rubricado entre EEUU y Marruecos el pasado 2 de octubre, aunque más enfocado al sector naval, en el que el país vecino está más desprovisto.

En esta materia, este periódico desvelaba el pasado 19 de octubre parte del acuerdo militar rubricado por EEUU y Marruecos a principios de ese mes, con la adquisición de aviones de combate F35, lo que suponía el reconocimiento previo del Estado de Israel, como ha ocurrido con Emiratos Árabes, y que ahora anuncia Trump.

Son los mejores y más caros del mundo y a los que solo algunos países tienen acceso. ¿El motivo? El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se opuso a la venta de los F-35 o de cualquier armamento avanzado sin previamente reconocer el Estado de Israel.

Causa palestina

El decreto presidencial de Donald Trump se ha adelantado a su marcha el 20 de enero de la Casa Blanca, tras la victoria electoral de Joe Biden. Y de esta manera desvela, antes de lo previsto, el acuerdo de reconocimiento de Israel por parte de Marruecos.

El rey Mohamed VI pretendía que el reconocimiento de Israel lo anunciara el nuevo gobierno que será elegido por el pueblo marroquí tras las elecciones legislativas de 2021 y así no levantar ampollas entre la sociedad civil marroquí, defensora de la causa palestina. Algo que el actual partido en el poder, el islamista PJD, rechazaba. De hecho, el primer ministro, Saadeddine El Otmani, tras el acuerdo militar de Marruecos con EEUU, salió varias veces anunciando el posicionamiento del país con Palestina.

Precisamente para mantener la calma entre los ciudadanos, Mohamed VI afirmó en el comunicado que la reanudación de las relaciones con Israel “no afecta en modo alguno al compromiso permanente y sostenido de Marruecos de defender la justa causa palestina y su compromiso constructivo para el establecimiento de una paz justa y duradera en el Oriente Medio”.

Así, mantuvo incluso una conversación telefónica con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, confirmando: “Mi posición en apoyo de la causa palestina es invariable”. Además, le mostró el apoyo a una solución del conflicto israelí-palestino.

Como primera piedra de este importante reconocimiento, Estados Unidos decidió abrir un consulado en la ciudad de Dajla, que realiza principalmente tareas económicas, “con el fin de incentivar las inversiones estadounidenses y avanzar en el desarrollo económico y social, especialmente en beneficio de los habitantes de nuestras provincias del sur”, según reza en el comunicado real.

Éxito político

En Marruecos se ve el decreto de Trump como una victoria ya que la política interior y exterior del país está dirigida principalmente a este objetivo, el reconocimiento internacional del plan de autonomía del Sáhara Occidental, región a la que denominan Sáhara marroquí o las provincias del sur. De hecho, en solo un año casi 30 países han abierto un consulado honorífico en El Aaiún o Dajla.

La decisión se fraguó mediante contactos e intercambio de delegaciones de ambos países, y una serie de visitas privadas no anunciadas. Además, las autoridades magrebíes tejieron sus redes en Washington con un doble fin, defender su posición respecto al Sáhara Occidental y promover su papel como actor regional en el norte de África y en la expansión por el resto del continente.

El anuncio de Trump ha despertado las primeras reacciones internacionales. El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, espera que “la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel conduzca a desarrollos positivos entre israelíes y palestinos”.

En España, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, dio la bienvenida a la nuevas relaciones entre Israel y Marruecos y recordó que “sigue pendiente la paz entre Israel y Palestina”, así como “una solución a la cuestión del Sáhara Occidental”. La posición de España es “clara y constante: respeto a los principios y resoluciones de la ONU”.