Arnau reveló que al inicio, se puede obtener cerca de 850 euros.

Arnau reveló que al inicio, se puede obtener cerca de 850 euros.

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Arnau, conductor de ambulancia, revela cuánto puede ganar: “Depende de la zona, la comunidad autónoma”

El conductor señaló que el sueldo puede superar los 2.000 euros con ayuda de horas extra y experiencia.

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El sector sanitario es uno de los más imprescindibles y, al mismo tiempo, uno de los más desconocidos en cuanto a condiciones laborales. Ese contraste quedó reflejado en el testimonio de Arnau, técnico en emergencias sanitarias y conductor de ambulancia, quien detalló su experiencia real dentro del transporte sanitario y aclaró cuál es el salario que puede llegar a percibir alguien en su puesto.

Cuánto cobra realmente un conductor de ambulancia en España

Según explicó Arnau en el canal de YouTube Talent Match, el salario base al comenzar en el sector es modesto y depende en gran parte de la comunidad autónoma y de la empresa contratante. Indicó que la primera etapa suele ser la más baja: durante el periodo de prácticas o contratos iniciales, el sueldo ronda “unos 800 euros”. Tras incorporarse con un contrato al 100%, la cifra asciende ligeramente hasta situarse en torno a los “950 euros”.

De acuerdo con su testimonio, el salario mejora con el tiempo gracias a complementos como pluses de puntualidad, nocturnidad, trabajar en festivos o realizar servicios urgentes. Con esa combinación, y siempre dependiendo de la zona donde se trabaje, un técnico con experiencia puede situarse entre los 1.200 euros mensuales y cantidades superiores. En casos muy concretos, y sumando trienios y numerosas horas extra, algunos veteranos logran acercarse “casi a los 2.000 euros”.

Pese a ello, Arnau considera que la profesión no está bien remunerada, especialmente teniendo en cuenta el desgaste físico, la responsabilidad legal del conductor y la carga emocional de las situaciones a las que se enfrentan.

Un trabajo vocacional que muchos abandonan pronto

Arnau señaló que el grado medio de Técnico en Emergencias Sanitarias tiene un coste accesible en centros públicos, “unos 100 euros” de tasas, más el uniforme, lo que facilita el acceso. Sin embargo, según comentó, la realidad laboral hace que muchos estudiantes que entran por vocación terminen abandonando en los primeros años al descubrir la dureza real del trabajo.

Explicó que en el día a día se combinan servicios de urgencia con traslados programados, turnos de hasta 24 horas y un nivel de estrés que no todo el mundo consigue gestionar. También mencionó que existe una clara diferencia entre estudiar el ciclo y ejercer en la calle: “Cuando empiezas a trabajar es cuando realmente descubres si te gusta o no”.

Las dificultades del turno, la responsabilidad y la vida personal

El conductor de ambulancia detalló que uno de los mayores problemas es la falta de estabilidad en los horarios. En su caso, aseguró que durante años ha sido “correturnos”, recibiendo su planificación incluso día a día y teniendo que cancelar planes personales en numerosas ocasiones. También contó que, al cambiar constantemente de unidad, debe adaptarse a diferentes vehículos, estados de mantenimiento y modos de conducción.

A esa complicación se suma la responsabilidad legal: según relató, si un coche frena bruscamente, no escucha la sirena o comete un error y se produce un accidente, la responsabilidad recae sobre el conductor de la ambulancia, incluso si él circula correctamente. Ese riesgo continuo, afirma, exige ir “con mil ojos” en cada desplazamiento.

La otra cara del trabajo: vocación, desgaste emocional y pacientes que marcan

Más allá de la conducción, Arnau relató que las situaciones humanas pueden ser igual o más difíciles. Narró que los traslados de pacientes oncológicos son especialmente impactantes, y que muchos técnicos se llevan a casa historias que pesan emocionalmente.

Explicó que la ayuda psicológica para trabajadores sanitarios ha mejorado desde la pandemia, pero aún hay profesionales que abandonan porque no logran gestionar ese impacto.

También mencionó que más del 60% de las llamadas que recibe el sistema de emergencias no son realmente urgentes, lo que sobrecarga recursos y puede retrasar la atención a quienes sí la necesitan. Por ello pidió más conciencia ciudadana antes de solicitar una ambulancia por motivos menores.