
Tesla Cybertruck.
Coches 'Made in USA' pero con aranceles: estos 19 modelos no son lo bastante americanos para Donald Trump
Hasta 19 modelos tienen más del 65% de sus componentes de origen norteamericano y se terminan de fabricar en plantas estadounidenses, pero no están exentos del arancel
Más información: Honda trasladará la producción del Civic de Japón a Estados Unidos para evitar los aranceles de Trump
Los aranceles impuestos por la Administración Trump al sector del automóvil y al de componentes afectará a todos los grupos automovilísticos y a la industria auxiliar. Es un hecho. Ningún modelo tiene el 100% de su fabricación ubicada en Estados Unidos.
Ni siquiera escaparán al incremento de tasas los consorcios automovilísticos norteamericanos. Los tres grandes de Detroit (General Motors, Ford y Stellantis) sufrirán un impacto de 41.700 millones de dólares por este alza arancelaria.
Algunos grupos, como Stellantis, ya han dado la voz de alarma. Otros se mantienen expectantes por si el magnate norteamericano finalmente recula. Una opción que está encima de la mesa, tal y como sucedió con los aranceles recíprocos.
Otros consorcios automovilísticos, como Volkswagen, ya han provisionado cifras multimillonarias para hacer frente a los vehículos que se encuentran en tránsito hacia el otro lado del Atlántico.
La industria del automóvil es de las más complejas de todas, dado que está completamente interrelacionada en diversas zonas del mundo.
Por este motivo, los fabricantes automovilísticos cuentan con multitud de proveedores, los cuales tienen otros que les surten de materiales.
Según datos recopilados por la Administración Nacional de Seguridad de Tráfico de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés), hay hasta 19 modelos que se producen en Estados Unidos y cuyo porcentaje de componentes supera el 65% que también estarán afectados por estas tasas.
Kia y Tesla, afectadas
El modelo que monta una mayor proporción de componentes con origen Estados Unidos es el Kia EV6. El modelo de la multinacional surcoreana se produce en la factoría de West Point (Georgia).
Este modelo eléctrico monta un 80% de piezas estadounidenses. Pero hay otro 15% de componentes procedentes de Corea del Sur, los cuales tendrán que abonar estos aranceles. El 5% restante se desconoce su origen, dado que el documento de la administración de EEUU sólo detalla el principal país de importación.

El Kia EV6 se fabrica en la planta norteamericana de Georgia
De hecho, tanto el propulsor de este vehículo eléctrico como las transmisiones tienen como origen Estados Unidos. Dicho modelo se empezó a fabricar en Georgia tras una inversión de 217 millones de dólares.
Ni siquiera se salva de la quema Tesla. La compañía capitaneada por Elon Musk, fiel seguidor de Trump, también se verá afectada por los aranceles.
Pese a contar con factorías en California, donde fabrica los Model S, Model 3, Model X y Model Y, y Texas, donde ensambla el Cybertruck, ninguno de estos modelos es de los llamados a hacer 'America Great Again'.
El modelo menos americano de la compañía de eléctricos es el Model X, que tan solo monta un 60% de piezas con origen Estados Unidos. Otro 25% de los componentes proceden de México. Tras este se sitúan el Cybertruck y el Model S, ambos con un 65% de piezas estadounidenses.
Por encima se sitúan los Model Y y el Model 3 Performance, la variante con más prestaciones del modelo.
Ahora bien, el vehículo que monta más piezas estadounidenses es el Model 3 Long Range, tanto en su variante de tracción delantera como total. Dicho modelo cuenta con el 75% de sus piezas con origen Estados Unidos.
Honda, en problemas
Una compañía que tiene gran exposición al mercado norteamericano es Honda. La nipona ha anunciado que trasladará la producción del Civic de Saitama a Indiana con el fin de evitar las tasas de Trump.
Pero este movimiento no será suficiente. Y es que hasta siete modelos que produce la compañía en territorio americano contienen, como mínimo, más del 65% de origen norteamericano y se producen allí. No obstante, sufrirán los aranceles.

Honda Ridgeline
Se trata del Honda Acura A-Spec (que se fabrica en Ohio), el Acura MDX (Ohio), el Odyssey (Alabama), el Passport (Alabama), el Pilot (Alabama), el Ridgeline (Alabama) y el Ridgeline TrailSport (Alabama).
La multinacional nipona también estudia la posibilidad de transferir a Estados Unidos la producción del CR-V y del HR-V, que se fabrica en México.
Stellantis, preocupado
Otro consorcio afectado es Stellantis. El consorcio francoitaloamericano tiene seis modelos con más del 65% de sus componentes de origen norteamericano.
Se trata del Chrysler Pacifica (69%), Dodge Durango (73%), Grand Cherokee (71%) y Grand Cherokee L (71%), Jeep Gladiator (74%) y el Jeep Wrangler (68%). Todos ellos fabricados en plantas de Estados Unidos.
John Elkann, presidente del grupo surgido de la fusión de los consorcios PSA y FCA, alertó esta semana del riesgo en el que se encuentra el sector del automóvil por las políticas medioambientales de Europa y los aranceles de Estados Unidos.
La compañía fue una de las primeras en actuar y aplicó un Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE) que afecta a 900 trabajadores en varias plantas estadounidenses.
Un eléctrico de Volkswagen
En el caso de los consorcios europeos, destaca Volkswagen. El gigante alemán del automóvil produce el eléctrico ID.4 en Chattanooga (Tennessee).
La cantidad de piezas estadounidenses que monta alcanza el 71%, pero otro 15% procede de México y el consorcio tendrá que abonar estas tasas.
Por último, Toyota es otro grupo afectado por los aranceles. El grupo que más produce y vende del mundo fabrica en territorio yanqui el Highlander y el Grand Highlander. Ambos modelos solo montan un 65% de piezas estadounidenses.
Además, Lexus, compañía dependiente del Grupo Toyota, fabrica en su planta de Indiana el TX 350, un modelo que incorpora un 65% de componentes estadounidenses.