
Donald Trump.
Los aranceles de Trump amenazan con recortar este año un 5,5% la producción de vehículos en Estados Unidos
Las nuevas tasas obligarían a dejar de producir 850.000 unidades en las plantas norteamericanas y las situaría en niveles de 2021, marcado por la escasez de chips
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"Make America great again", el lema que aupó a Donald Trump a la Casa Blanca puede suponerle más de un quebradero de cabeza. El alza arancelaria del magnate norteamericano ya no es que haya saltado por los aires todos los puentes construidos a lo largo de los años, que también, sino que amenaza con llevarse por delante puestos de trabajo y afectar a la propia economía norteamericana.
Algunos grupos automovilísticos ya han paralizado sus envíos a Estados Unidos durante el mes de abril, como JLR. Otros, como Stellantis, han paralizado la actividad en sus plantas canadienses. Y otros tantos están a la espera de ver si fructifican las negociaciones entre Bruselas y Washington.
Estados Unidos es el segundo mercado más importante del mundo, por detrás de China, en la producción y ventas de vehículos. Con el incremento de las tasas, Estados Unidos podría dejar de producir 850.000 vehículos, lo que supondría un recorte del 5,5% en comparación con la previsión que se tenía antes del alza arancelaria.
Las plantas norteamericanas producirán a lo largo del presente ejercicio 14,5 millones de vehículos. Se trata de la cifra más baja en los últimos cuatro años, según datos de GlobalData. De hecho, habría que retroceder hasta 2021, ejercicio marcado por la escasez de semiconductores que afectó a todo el sector, para encontrar unos registros tan bajos.
El ejercicio 2021 se caracterizó por un incremento de la demanda y una escasez de la oferta por parte de los fabricantes. Un año antes, cuando las factorías echaron abajo el cierre por la pandemia de Covid-19, los fabricantes dejaron de comprar los semiconductores. Esta industria destinó estos chips a los bienes de consumo, los cuales, motivados por el teletrabajo, vieron incrementada la demanda.
Cuando los fabricantes de vehículos reanudaron la actividad y volvieron a demandar los semiconductores, estos habían ido a parar a otra industria. Entonces dio lugar a un ejercicio marcado por unos beneficios históricos por parte de los grupos automovilísticos.
La consultora también considera que si los aranceles se mantienen hasta 2028, las plantas estadounidenses podrían reducir la producción en más de 4 millones de unidades.
Caída de las ventas
La reducción de la producción también va unida a una merma en las entregas. Antes de los aranceles, GlobalData estimaba que las ventas en Estados Unidos se situarían en los 16,1 millones de unidades al cierre de 2025.
Con los anuncios realizados por la Administración Trump, las estimaciones se sitúan ahora en ls 14,9 millones de unidades comercializadas. Esto equivale a una caída del 6,6% en comparación con la anterior previsión y una reducción de 1,2 millones de unidades.
El golpe no se quedaría para este año. De cara a 2026, la consultora prevé que las ventas se sitúen en las 14,5 millones de unidades, al tiempo que contempla que para entonces se mantengan vigentes los aranceles.
Cabe recordar que Trump juega ahora con el beneplácito de UAW, el sindicato automovilístico norteamericano. Hacía tiempo que el sindicato no se posicionaba del lado del Partido Republicano. Ahora bien, conviene recordar que UAW convocó una huelga en 2023 contra Ford, General Motors y Stellantis, los tres fabricantes de Detroit al exigir una mejora en las condiciones laborales. Pese a que el presidente del sindicato es el mismo, habrá que ver cómo se comportará UAW en caso de llevarse a término semejante recorte laboral.
Menos producción en otras regiones
Todos los fabricantes, incluidos los norteamericanos, se ven afectados por el incremento de las tasas de la Administración Trump. De hecho, los tres grandes de Detroit cuentan con producción en México. Una situación que les obligará a relocalizar la producción de alguno de sus modelos con el fin de evitar los aranceles.
Los fabricantes japoneses y los surcoreanos acaparan cerca del 17% de las ventas de vehículos en Estados Unidos, mientras que los modelos ensamblados en Europa superan el 5%. En el caso asiático, el grupo Toyota y el grupo Hyundai son los más afectados. Este último consorcio anunció a finales de marzo una inversión histórica en Estados Unidos que supera los 21.000 millones de dólares hasta 2028.
En el caso de Europa, los fabricantes más afectados del Viejo Continente son los alemanes (Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz). En este caso, la consultora estima que mientras que la producción europea podría mermar en 120.000 unidades, la japonesa y la surcoreana podrían mermar en 260.000 y 230.000 unidades, respectivamente.
A falta de ver cómo evolucionan las estrategias de los distintos grupos automovilísticos, lo cierto es que el incremento arancelario afecta de lleno lo que supuestamente el presidente norteamericano quiere proteger. Todo ello en un contexto caracterizado por la terciarización de la economía norteamericana. Una situación que el presidente norteamericano se ha propuesto revertir en pos de volver a las fábricas.