
José y Marian en una foto en Málaga.
José y Marian, un matrimonio con trabajo que se ha tenido que ir de Málaga por no encontrar piso: "Es todo carísimo"
Él es cristalero, ella peluquera, tienen un bebé y se han ido a vivir a Ciudad Real tras varios meses conviviendo con los suegros y buscando una vivienda en alquiler en la capital. En Ciudad Real la han encontrado a la primera y pagan 450 euros al mes.
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José Pérez y Marian Ureña. Un matrimonio joven, ambos con trabajo, con una niña pequeña y, tras varios meses buscando un piso en alquiler en Málaga capital, han tenido que desistir y se han ido a vivir a Ciudad Real. Ha pasado eso por dos razones: el alto precio de la vivienda y que nadie les quería alquilar su vivienda por tener un bebé.
Marian es de Ciudad Real y José es malagueño. Se conocieron en Madrid y vivían allí. En agosto de 2024 tuvieron una hija y decidieron trasladarse a Málaga ya que aquí residen los padres de José y así tendrían una ayuda para cuidar a la niña. "Málaga es una ciudad en la que se vive muy bien y, en principio, la prefería a vivir en Ciudad Real", explica Marian.
Llegaron a Málaga a finales de septiembre y se fueron a vivir a casa de los padres de José en Churriana mientras encontraban un piso para la pareja y su bebé. Tras finalizar la baja de maternidad, Marian encontró un trabajo rápidamente en la peluquería Matteo Milano en la Avenida Imperio Argentina donde estaba a gusto y donde su trabajo ha sido muy valorado. José, por su parte, también fue contratado en enero por una empresa como cristalero.
"Era todo perfecto, pero seguíamos sin tener casa. Vimos y llamamos a muchos anuncios. Solo buscábamos alquiler porque la compra era directamente imposible. Inicialmente buscábamos en la zona de Churriana para estar cerca de los abuelos, pero nada de nada. Había poquísimos pisos y los que había eran carísimos, de 1.000 ó 1.100 euros al mes no bajaban", relata Marian.
Buscaron otras zonas de la capital o en Alhaurín de la Torre. En este último municipio le ofrecieron un local comercial convertido en vivienda en el que, además del alquiler, debían abonar un 21% de IVA o pagar en negro. Una situación extraña.
Todo lo que veían era muy caro pero, además, todos los propietarios les ponían trabas por tener un bebé. "En el momento en el que decíamos que teníamos una niña se acababa la conversación", explica. Hay tal demanda que los propietarios de pisos en alquiler pueden elegir a su inquilino entre muchas opciones. Y a las familias con hijos directamente las eliminan por temor a que, en caso de impago, sea más difícil echarles de la vivienda al haber menores. Es ilógico y hasta inhumano, pero así está la ley y es lo que está pasando.
"Es una pena porque nos gustaba mucho la idea de vivir en Málaga, pero nos pedían tantas cosas que era inútil. Somos dos personas con sueldos normales y se iba uno entero con el alquiler. En Ciudad Real estamos pagando 450 euros al mes"
Marian Ureña
Marian y José seguían viviendo en casa de los abuelos pero, lógicamente, no era la situación ideal. "Allí no podíamos estar eternamente, y menos con un bebé, por lo que tuvimos que tomar la decisión de irnos a Ciudad Real, donde tenemos la ayuda de mis padres", cuenta ella.
Y así lo han hecho. Fue, además, llegar y topar. Alquilaron la primera casa que vieron y pagan 450 euros al mes con agua, comunidad e internet incluido. Su idea es quedarse a vivir allí y venir a Málaga solo a ver a los abuelos paternos.
"Es una pena porque nos gustaba mucho la idea de vivir en Málaga, pero nos pedían tantas cosas que era inútil. Somos dos personas con sueldos normales y el alquiler que nos pedían era uno de esos sueldos enteros, aparte que incluso presentando nóminas no nos cogían por tener una niña", lamenta Marian.