Ihor, en Barcelona, en una imagen reciente.

Ihor, en Barcelona, en una imagen reciente. Cedida

Tribunales GUERRA RUSIA-UCRANIA

La Justicia obliga a España a dar protección a un pacifista ucraniano que no quiere ir a la guerra

El Ministerio del Interior le denegó el asilo y la protección subsidiaria al considerar que no correría peligro si se desplazaba a otra zona de su país.

5 julio, 2023 02:33

La Audiencia Nacional ha obligado al Ministerio del Interior a dar protección a un ciudadano ucraniano que se niega a regresar a su país porque sería reclutado por el ejército y podría participar en la guerra contra Rusia.

Así figura en una reciente sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, a la que ha tenido acceso en exclusiva EL ESPAÑOL. El ministerio que encabeza Fernando Grande-Marlaska denegó a Ihor Vasylenko la condición de refugiado. Tampoco le concedió la protección subsidiaria, que impediría igualmente que fuese expulsado de España.

La subsecretaría de Interior consideró que Vasylenko, para salvar su vida, podría mudarse a una zona de Ucrania menos azotada por la guerra y "que dicho desplazamiento es oportuno y razonable".

El reclamante, que reside actualmente junto a su mujer en Barcelona, recurrió esta decisión. Lo hizo tanto por la vía administrativa sin éxito como por la judicial. Ahora, la Audiencia Nacional estima parcialmente su solicitud y sí le concede la protección subsidiaria, lo que le permitirá permanecer en España.

En 2019, cuando presentó su petición de asilo ante el Ministerio del Interior, Ihor alegó que es pacifista y ha sido llamado a las filas ucranianas, pero no quiere participar en la guerra.

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En su sentencia, la Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso señala que "la mera condición de desertor del servicio militar no es una causa que evidencie la necesidad de la concesión del derecho de asilo". Así lo estableció el Supremo: "Si en el país de origen del solicitante el servicio militar es obligatorio, no puede pretenderse que este tribunal favorezca el incumplimiento de ese deber cívico".

Ahora bien, es "evidente y notorio que Ucrania se encuentra inmersa en un conflicto internacional incardinable en el artículo 10 c) de la Ley de Asilo, sin que el riesgo para su vida e integridad y la inestabilidad de la situación permita apreciar la posibilidad de reubicación interna en condiciones de seguridad y razonabilidad".

Este artículo recoge los "daños graves" que justifican la concesión de la protección subsidiaria. Y son: la condena a pena de muerte o el riesgo de su ejecución material, la tortura y los tratos inhumanos o degradantes en el país de origen del solicitante y las amenazas graves contra la vida o la integridad de los civiles motivadas por una violencia indiscriminada en situaciones de conflicto internacional o interno.

A juicio de la Sala, este último requisito se cumpliría en el caso de Ihor. Por todo ello, los jueces Berta Santillán Pedrosa, Francisco de la Peña Elías, María Jesús Vegas y Ramón Castillo Badal le deniegan el asilo, pero sí obligan a Interior a concederle la protección subsidiaria.

Imagen de archivo de los destrozos en Kiev tras una jornada de bombadeos rusos.

Imagen de archivo de los destrozos en Kiev tras una jornada de bombadeos rusos. Reuters Reuters

De hecho, el abogado del Estado, defensor del ministerio, cedió y llegó a aceptar esta parte de la demanda de Ihor (es lo que se conoce como un allanamiento parcial).

En una breve conversación telefónica con EL ESPAÑOL, Vasylenko asegura que está "contento" tras esta decisión judicial y "cómodo" en España. El abogado que le ha defendido en este proceso ha sido Luis Álvarez Collado.

Este periódico ha tenido acceso al expediente íntegro que le denegó la condición de refugiado y la protección subsidiaria. El documento, además de recomendarle que se desplace a una zona de Ucrania menos azotada por la guerra, señala que ni la citación para cursar el servicio militar obligatorio ni su incumplimiento "constituyen una violación grave de los derechos fundamentales".

"No puede considerarse que ninguna persona en Ucrania pueda albergar un temor fundado de persecución (...) por motivo de los procesos de reclutamiento para el ejército en este país", concluyó Interior, que le denegó su petición bajo el argumento de que "las personas que huyen de las zonas (...) cercanas a la línea de conflicto pueden encontrar seguridad en cualquier otra zona del país".

La vida de Ihor 

Según consta en dicha documentación, Ihor residía en Donetsk, al este de Ucrania, cuando comenzó la guerra en 2014. Ese año, las tropas insurgentes prorrusas tomaron esta zona, parte del área del este del país conocida como el Dombás.

Posteriormente, se celebró un referéndum separatista en este territorio, que acabó desgajado y unido después a la Federación Rusa, bajo la fórmula de una República Popular.

Pese a que se firmó una tregua en esta zona, el Ministerio del Interior recordó que el alto el fuego "se continúa violando a diario en la actualidad, en un conflicto bélico que persiste" y "sigue produciendo un constante goteo de bajas en ambos bandos". Por ello, Ucrania restableció el servicio militar obligatorio, que había derogado en 2013, y que afecta a todos los varones hasta los 27 años.

Según indicó Ihor Vasylenko en su solicitud, en 2018 llegaron a casa de su madre citaciones para que se sumase a las tropas ucranianas. No las contestó, ya que se considera pacifista y no quiere participar en la guerra.

Tal y como consta en la documentación de su expediente, en 2014 trabajaba en una cadena de supermercados en Donetsk, que cerró al inicio del conflicto, lo que le hizo perder el empleo. Fue por ello que ese mismo verano se mudó a San Petersburgo (Rusia) para alejarse de la guerra y buscar trabajo.

Allí, empleado irregularmente como obrero de la construcción, conoció a la que hoy en día es su mujer. Pero ella residía en Kiev e Ihor tenía que viajar regularmente para visitarla.

En 2017, ambos se trasladan a vivir a la capital ucraniana, ya que él no tenía papeles para vivir en Rusia.

"El solicitante relata que diciembre de 2018, en el trabajo de su cónyuge, tras regresar de un viaje a Finlandia, comenzaron a circular rumores por los cuales ellos serían considerados espías. Dados estos rumores, vendieron sus propiedades y ahorraron para poder trasladarse a España", recoge esta documentación.

Cuando tuvo que declarar sobre su situación ante la subsecretaría de Interior, recalcó su intención de permanecer en España junto a su mujer, que está enferma y a la que el clima mediterráneo beneficia. Aseguró también que no se plantea regresar a Ucrania hasta que haya paz en su país.