Isabel Gallego, exdirectora general de Medios de la Comunidad de Madrid

Isabel Gallego, exdirectora general de Medios de la Comunidad de Madrid Fernando Villar Efe

Tribunales OPERACIÓN PÚNICA

Los "chiringuitos" del Gobierno madrileño: cada consejero usaba dinero público para promocionarse

Isabel Gallego, exdirectora general de Medios de la Comunidad de Madrid con Esperanza Aguirre e Ignacio González, tira de la manta ante el juez de la Audiencia Nacional

24 abril, 2018 07:43

La responsable de comunicación de los Gobiernos de Esperanza Aguirre e Ignacio González, Isabel Gallego, ha desvelado en su última declaración como investigada en el caso Púnica la manera a través de la que, según su versión, los "consejeros más preocupados por su imagen personal" de la Comunidad de Madrid gestionaban los medios a su disposición para promocionarse.

Gallego, que declaró la primera semana de abril a petición propia por segunda vez ante el juez instructor del caso, Manuel García-Castellón, dijo que éstos utilizaban distintos organismos como "chiringuitos" para mejorar su imagen. Así, Alfredo Prada habría utilizado la Ciudad de la Justicia; Francisco Granados, la Agencia de la Inmigración; Lucía Figar, la Fundación Madri+d y Manuel Lamela, el 1% de las Obras, según afirmó la responsable de comunicación de los gobiernos del PP madrileño ante el juez.

Declaración Isabel Gallego Audiencia Nacional

De esta manera justificó por qué muchas decisiones no pasaron por la dirección general de Medios que ella encabezaba ya que los exconsejeros "tenían sus propios equipos de confianza, prensa y publicidad". Según Gallego, coincidía que la estructura de estas consejerías, -como las de Justicia, Sanidad, Educación o Presidencia- tenían además un presupuesto para favorecer acciones de comunicación para ellos mismos".

Los exconsejeros madrileños Manuel Lamela, Lucía Figar, Francisco Granados y Alfredo Prada.

Los exconsejeros madrileños Manuel Lamela, Lucía Figar, Francisco Granados y Alfredo Prada.

La llamada de González

Gallego utilizó un enfrentamiento entre el exconsejero de Justicia, Alfredo Prada, y el expresidente Ignacio González como ejemplo de esta vía libre que presuntamente utilizaban los miembros del Gobierno madrileño en su búsqueda del beneficio personal.

Según le habría contado Ignacio González, Alfredo Prada "contrató a una empresa de los periodistas Álvaro Renedo y Germán Yanke desde su consejería para que hicieran unos trabajos y ganarse así su confianza para que fueran contra él (contra González)".

Declaración Isabel Gállejo Audiencia Nacional 2

Ignacio González, por su parte, habría llamado a Telemadrid, donde Yanke dirigía y presentaba un programa nocturno junto a Pablo Sebastián para quejarse de las "continuas críticas que los dos periodistas hacían contra él". Tras esa queja ante el entonces "director o presidente de Telemadrid", ambos "salieron" de la televisión pública madrileña, según la responsable de comunicación del PP. 

Los pagos a De Pedro

Durante su declaración ante el juez, extendida durante dos días y que duró aproximadamente dos horas, Gallego fue interrogada por los empresarios investigados en el caso Púnica Alejandro de Pedro, Daniel Mercado y Juan Miguel Madof.

Respecto al primero, presunto conseguidor de la red que se habría dedicado a hacer trabajos de promoción personal para distintos políticos, entre ellos de Ignacio González y Esperanza Aguirre, Gallego reconoció que cobró durante meses un sueldo de aproximadamente 1.800 euros de la Dirección General de Medios de la Comunidad de Madrid sin ningún tipo de concurso público ni contrato. Unas condiciones que, según declaró, el consejero Salvador Victoria habría puesto para De Pedro.

Victoria habría trasladado a Gallego, según su versión, que el Canal de Isabel II planeó hacer un contrato de publicidad "ad hoc" para Alejandro de Pedro, también fuera de concurso, para que pudiera cobrar todos los trabajos que hizo para políticos del Partido Popular a través de fondos públicos. Al final, dicho contrato no prosperó y Victoria habría planeado pagarle a través de la empresa Indra con fondos del instituto tecnológico madrileño ICM.