El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y los ministros María Jesús Montero (c) y Félix Bolaños (d), momentos después de fracasar la proposición de ley de amnistía en el Congreso de los Diputados, el martes.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y los ministros María Jesús Montero (c) y Félix Bolaños (d), momentos después de fracasar la proposición de ley de amnistía en el Congreso de los Diputados, el martes. Borja Sánchez-Trillo EFE

Política LEY DE AMNISTÍA

El PSOE negociará cambios en la amnistía pero aprieta a Junts con el "coste electoral" de no votarla

Los socialistas pregonan que de la amnistía se pueden beneficiar entre 300 y 1.400 personas, y que Junts la está bloqueando solo por salvar a Puigdemont. 

1 febrero, 2024 03:09

El PSOE negociará con Junts cambios en la Ley de Amnistía para poder salvar el apoyo de los independentistas, siempre y cuando tengan "seguridad jurídica". Mientras tanto, apretarán al partido de Carles Puigdemont con el "coste electoral" que tendría para ellos no votarla porque, consideran, "dejaría tirados a cientos de catalanes".

El martes, los socialistas votaron en contra de las enmiendas de Junts al artículo 2 de la amnistía para incluir en la medida de gracia todos los tipos de terrorismo y los delitos de alta traición. Junts, que interpreta que de no incorporar sus enmiendas podrían quedar fuera Carles Puigdemont y su entorno, votó en contra de la norma y retrasó su tramitación.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, advirtió este miércoles que la única forma de que haya un acuerdo para la amnistía es aceptando sus condiciones. "Si el PSOE no se mueve de aquí y no quiere una ley blindada, integral y de aplicación inmediata no estará cumpliendo", dijo.

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Desde el PSOE, sin embargo, se muestran tajantes y subrayan que no van a aceptar esas enmiendas. "No podemos aceptar unas enmiendas que harán que Europa tumbe la ley", aseguran fuentes socialistas, insistiendo en que hay numerosos juristas consultados que respaldan esa tesis. Sostienen, además, que los independentistas catalanes lo saben perfectamente.

La única opción que queda sobre la mesa ahora mismo a ambas partes es sentarse a negociar y encontrar una especie de punto intermedio, una tercera vía que permita contentar a Junts y, al mismo tiempo, hacer que la amnistía no pierda la "seguridad jurídica" que todos los portavoces del PSOE aseguran que ya tiene la proposición de ley.

Fuentes del PSOE confirman que están dispuestos a negociar con los independentistas catalanes un nuevo texto para "modificar" el artículo 2. Aunque a la ley ya no se pueden presentar nuevas enmiendas, sí que se pueden transaccionar. Ello prácticamente permite generar un nuevo texto a partir de las enmiendas ya existentes.

Aunque en público los socialistas no son tan tajantes a la hora de decir que no aceptarán los postulados de Junts, sí que se muestran dispuestos a hablar. La vicesecretaria general del PSOE y vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, dijo este miércoles que "margen para negociar tiene que haber siempre cuando transcurre tiempo y hay voluntad clara de diálogo por ambas partes".

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Las fuentes socialistas consultadas aseguran que se han negociado cosas más complejas en menos tiempo. Turull también dijo que "el escenario que contemplamos es que la ley salga adelante".

Presión social

Mientras encuentran esta tercera vía, desde el PSOE van a presionar a los independentistas diciendo que, si no votan a favor de la Ley de Amnistía, estarían dejando de lado a cientos de ciudadanos catalanes. Su objetivo es intentar que cuaje el relato de que están privando de la amnistía a muchos ciudadanos sólo por salvar a Puigdemont.

Según el Gobierno, de la amnistía se podrían beneficiar unas 309 personas. Según Òmnium Cultural, esa cifra subiría a 1.400. "No es una persona, son cientos o miles, según a quien preguntes. Nosotros lo tenemos muy claro y se lo vamos a decir a la gente. Serán ellos los que tendrán que explicar por qué no han querido hacerlo", comentan fuentes del PSOE.

Consideran que este enrocamiento por parte de Junts podría conllevar un "coste electoral" para los independentistas en las próximas elecciones catalanas, que serán como tarde en febrero de 2025. La lectura que hacen los socialistas es que una derrota electoral de Junts en Cataluña, ya sea porque les gane ERC o por una victoria aplastante del PSC, sería la forma de dejarles fuera de juego políticamente.

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Esta presión la materializó perfectamente el líder del PSC, Salvador Illa, durante una entrevista este miércoles al decir que "Junts falló a Cataluña" y pedir al partido que reflexiones para "encauzar la tramitación de la ley".

Además, dijo que "todo lo que signifique sacrificar esa seguridad jurídica no es aceptable". "Estas enmiendas no prosperaron porque ponían en riesgo nuestra seguridad jurídica, esta línea no la deberíamos franquear", añadió.

En ese frente de presión se les unirá también ERC. La otra formación independentista votó a favor, a pesar de que tampoco prosperaron sus enmiendas, y Oriol Junqueras acusó a Puigdemont de dejar tirados a "cientos de inocentes" con su decisión de votar que no a la ley.