El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, durante su rueda de prensa de este martes en Luxemburgo

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, durante su rueda de prensa de este martes en Luxemburgo Unión Europea

Política EL CATALÁN EN LA UE

El catalán seguirá sin ser oficial en la UE: los socios aplazan la votación de manera indefinida

Dos meses después de su petición, el Gobierno no ha resuelto las dudas sobre el impacto político, financiero, jurídico y práctico del reconocimiento del catalán.

25 octubre, 2023 02:26
Bruselas

Los ministros de Asuntos Europeos de los Veintisiete debatieron este martes por segunda vez la solicitud de Pedro Sánchez de reconocer el catalán como lengua oficial (uno de los pagos adelantados que exige Carles Puigdemont a cambio de su investidura) y de nuevo decidieron no decidir. 

Ni sí, ni no, sino todo lo contrario. La UE mantiene con respiración asistida la petición del Gobierno español recurriendo a la táctica de dilatar indefinidamente la votación.

La excusa esta vez es que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, promete presentar una nueva propuesta corregida para tener en cuenta las objeciones del resto de socios. En particular, para dejar por escrito que el del catalán es un "caso único" que no podrá ser utilizado como precedente por otras lenguas regionales o minoritarias europeas.

Además, la Presidencia española, que en realidad es lo mismo que el Gobierno de Sánchez, ha pedido a la Comisión de Ursula von der Leyen un informe detallado sobre los costes que tendría la inclusión del catalán, el gallego y el euskera en el reglamento lingüístico de la UE.

El Ejecutivo español se ha comprometido a financiar esos costes, a diferencia de lo que ocurre con el resto de lenguas oficiales, cuyo uso se paga con el presupuesto comunitario.

[Ni Letonia apoya al catalán en la UE: "No es ahora mismo nuestro principal problema"]

Lo sorprendente del caso es que el Gobierno de Sánchez haya tardado tanto en pedir el informe a la Comisión y no tenga lista todavía su propuesta revisada. Sobre todo si se tiene en cuenta que en la anterior reunión, la del 19 de septiembre, la mayoría de ministros ya señalaron los costes y el riesgo de efecto contagio como principales escollos para reconocer el catalán en la UE. En el mes transcurrido, no ha habido ningún avance en las negociaciones, ni siquiera a nivel técnico.

Al término de la reunión celebrada este martes en Luxemburgo, la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario, Dubravka Suica, explicó que está dispuesta a "coordinar el trabajo que todas las instituciones tendrán que realizar para preparar un informe financiero sobre los costes", pero eludió concretar en qué calendario

La próxima reunión del Consejo de Asuntos Generales de la UE está programada en Bruselas el 15 de noviembre, muy cerca de que expire el plazo del que dispone Sánchez para cerrar su acuerdo con Puigdemont y evitar una repetición electoral. Pero el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Pascual Navarro, ha eludido concretar si el reconocimiento del catalán volverá a estar en la agenda. "No se ha abordado esa cuestión, no puedo responder en este momento", dijo.

En todo caso, la indefinición de la UE ha dado aire al ministro Albares. "Hoy hemos avanzado decididamente para la inclusión del catalán, euskera y gallego en el régimen lingüístico de la Unión Europea", aseguró en Luxemburgo.

La vicepresidenta de la Comisión, Dubravka Suica, y el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Pascual Navarro, al término de la reunión de este martes en Luxemburgo

La vicepresidenta de la Comisión, Dubravka Suica, y el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Pascual Navarro, al término de la reunión de este martes en Luxemburgo Unión Europea

"Ningún Estado se ha opuesto a seguir avanzando en esta senda que ha marcado España, que es lo más importante. Porque no olvidemos esta decisión se tiene que tomar por unanimidad y, como suelo explicar, cuando se trata de unanimidad, no importan los votos, importan los vetos y no hay veto", sostiene el ministro de Exteriores.

Lo cierto es que si la petición de España se hubiera sometido a votación, sí habría chocado con varios vetos.

La novedad del debate en Luxemburgo fue la oposición radical expresada por Letonia y Lituania. El ministro de Exteriores de Letonia, Krisjanis Karins (que fue primer ministro de su país entre 2019 y 2023), dio por hecho que nunca habrá acuerdo sobre el reconocimiento del catalán. "No creo que vayamos a aumentar el número de lenguas que se usan de forma oficial en la Unión Europea", afirmó.

Tradicionalmente, los países bálticos se encuentran entre los Estados miembros más comprensivos con las reivindicaciones de los independentistas catalanes y los propios líderes separatistas los consideran como un modelo a seguir. Al mismo tiempo, tienen importantes comunidades rusohablantes, lo que les hace vulnerables al riesgo de un efecto contagio si se reconoce el catalán como lengua oficial de la UE.

"No creo que ahora mismo este sea el tema número uno que tengamos que discutir ni nuestro principal problema. Tenemos muchos problemas sobre la mesa, tenemos la geopolítica y la posición estratégica de Europa en el futuro. Esto es a lo que creo que debemos dedicar nuestro tiempo y en lo que debemos centrarnos ahora", argumentó Karins.

El ministro de Exteriores de Letonia, Krisjanis Karins, (a la derecha) conversa con los comisarios Didier Reynders y Dubravka Suica

El ministro de Exteriores de Letonia, Krisjanis Karins, (a la derecha) conversa con los comisarios Didier Reynders y Dubravka Suica Unión Europea

Albares aseguró que durante el debate en Luxemburgo varios Estados miembros habían apoyado expresamente la petición de España, aunque no quiso identificarlos. Según las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL, Portugal, Grecia y Eslovenia fueron los más comprensivos. También Chipre ha manifestado a este periódico que apoya el reconocimiento de las lenguas cooficiales españolas.

Pero la posición mayoritaria entre los Estados miembros es de escepticismo. Pese a que han transcurrido dos meses desde que envió su petición a Bruselas, el Gobierno de Sánchez no ha resuelto las graves dudas sobre el impacto político, financiero, jurídico y práctico del reconocimiento del catalán en la UE.