El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en una reunión este jueves en la sede de Ferraz.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en una reunión este jueves en la sede de Ferraz. PSOE

Política INVESTIDURA

El PSOE esboza el guion de una investidura fallida de Sánchez por primera vez: "Diremos que no cedimos"

Sánchez ha repetido que no habrá nuevas elecciones, pero la negociación está encallada por las dificultades técnicas que plantea la amnistía. 

20 octubre, 2023 02:57

El PSOE ya empieza a asumir que es posible que no haya un acuerdo con Junts y esboza por primera vez el guion a seguir si la investidura de Pedro Sánchez resulta fallida.

"Si hay acuerdo, defenderemos la amnistía. Pero si no lo hay y se repiten las elecciones, estamos preparados para decir que no hemos cedido a lo que piden los independentistas", asegura un destacado dirigente del partido.

Las negociaciones con los independentistas catalanes, especialmente con el Junts de Carles Puigdemont, no están siendo tan fructíferas como los socialistas esperaban en un inicio y se encuentran encalladas.

Según comentan los dirigentes del partido, el gran problema no es el encaje político de la amnistía, sino el encaje jurídico. Es decir, encontrar una forma de que dicha amnistía sea legal y tenga cabida en la Constitución –el principal salvavidas del PSOE– y que además ello sirva para convencer a Junts, donde conviven diferentes sensibilidades.

Esta situación ha llevado a los socialistas a ir rebajando el optimismo. Al día siguiente de las elecciones del 23-J, Sánchez reunió a su Ejecutiva y le trasladó que no habría repetición electoral y que conseguirían reeditar el Gobierno. Creían incluso que el Rey podría encargárselo a él directamente, antes de a Alberto Núñez Feijóo, al que no le daban los números.

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Cuando el encargo recayó sobre el líder del PP, desde el PSOE aseguraron que la investidura de Sánchez sería inmediatamente después del fracaso de Feijóo. Este viernes se cumplen tres semanas de que el Congreso tumbara la propuesta del líder del PP y no hay fecha ni seguridad de que la pueda haber.

El Consell de la República, ese gobierno paralelo presidido por Carles Puigdemont desde Bruselas, ha arrancado esta semana una consulta entre sus bases para decidir si hay que impedir que haya un acuerdo entre Junts y ERC con PSOE y Sumar. La votación culmina el próximo 23 de octubre, lunes, y entre los socialistas miran de reojo a ver qué sucede, porque puede ser determinante.

Desde el PSOE consideran que los independentistas también tienen que venir algunos gestos. En concreto, "rebajar la verborrea", ya que las posiciones de máximos no ayudan a ninguna de las partes.

En esa dirección, el presidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, tuvo un gesto este jueves en el Senado. Durante la Comisión General de las Comunidades Autónomas defendió la amnistía fervientemente. También defendió el referéndum, pero no como la inicial prioridad.

Aragonès habló de la amnistía "como el primer paso" hacia la independencia y pidió un referéndum pero renunciando a la unilateralidad. Apuesta por una fórmula parecida a la de Escocia, pactada con el Gobierno central. Aunque en el PSOE siguen defendiendo, de momento, que no habrá referéndum, entienden que es un gesto para intentar llegar a un acuerdo.

Todos a una

Hay voces en el PSOE a quienes esta situación está empezando a generar cierta incomodidad. Algunos barones se quejan de que Sánchez y su núcleo duro están negociando una amnistía que podría afectar a todos y que se está haciendo de espaldas al partido, sin compartir los detalles.

Sin embargo, la dirección socialista ha conseguido salvar el escollo este jueves durante la Comisión General del Senado. El PP aprovechó su mayoría absoluta en la Cámara Alta para convocarla y obligar a los presidentes autonómicos a pronunciarse sobre la amnistía.

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Ninguno de los tres presidentes autonómicos que tiene el PSOE ha acudido y el único que ha hablado es el portavoz del grupo socialista en el Senado, Juan Espadas. Tampoco han hablado los senadores por designación autonómica como Ximo Puig o Juan Lobato que sí querían intervenir.

"La estrategia acabó siendo la de no participar para no dar aire al PP y al final la Comisión General ha quedado como un mitin del partido", resume un dirigente. Reconoce, eso sí, que la decisión también tenía que ver con no tener que pronunciarse con algo tan complejo como la amnistía y más aún cuando no se saben los contenidos de la misma.

Aparecer en la tribuna de oradores habría servido, interpreta, para desgastar al que hablara. Además, el PP había colocado a sus senadores detrás de los socialistas en el turno de palabra. Esto habría provocado que los del PP pudieran responder a las palabras del PSOE, pero los socialistas no habrían podido replicar.

"En el partido no hay, de momento, demasiado malestar con este asunto. No es como cuando lo de la malversación, que afectaba a un delito muy especial para muchos", asegura el dirigente. "Al final, lo que quiere todo el mundo es que gobierne el PSOE", añade. Interpreta incluso que lo que ha sucedido en el Consejo General, copado por el PP, podría ayudarles en sus pretensiones "porque los independentistas pueden ver en qué consiste la alternativa a nosotros".