Alberto Núñez Feijóo junto a Cuca Gamarra, el pasado jueves en la sesión de constitución de las Cortes.

Alberto Núñez Feijóo junto a Cuca Gamarra, el pasado jueves en la sesión de constitución de las Cortes. Europa Press

Política LA INVESTIDURA

Feijóo presentará 5 "pactos de Estado" al Rey para ganar apoyos y quiere ir a la investidura el martes 29

El líder del PP quiere someterse al debate cuanto antes, para poner en marcha el reloj de nuevas elecciones, si ningún candidato tiene mayoría suficiente. 

22 agosto, 2023 02:00
M.A. Ruiz Coll Luis Casal

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, expondrá este martes al Rey Felipe VI los cinco grandes "pactos de Estado" que tiene previsto proponer a todos los partidos para ampliar sus apoyos parlamentarios, en caso de que el Monarca le encargue someterse al debate de investidura. De hecho, da casi por seguro que así lo hará a lo largo de esta semana y que podrá organizar una investidura exprés (aunque fracase) el martes que viene.

Porque ya no se trata de "derogar el sanchismo" como prometió durante la campaña electoral, sino de encontrar puntos mínimos de encuentro con el PSOE (en materia de política exterior, sanidad, agua, financiación autonómica y reto demográfico), que hagan más difícil a Pedro Sánchez mantener su "no es no".

Feijóo intentaría transmitir así que hay una alternativa, basada en grandes acuerdos entre los dos partidos mayoritarios, a la reedición de un Gobierno Frankenstein que esta vez sólo puede echar a rodar mediante una amnistía para decenas de independentistas encausados ante la Justicia.

[La plataforma 'Consenso y regeneración' pide diálogo para forjar "acuerdos de Gobierno" entre PP y PSOE]

Fuentes de la dirección de la calle Génova se muestran convencidas de que "un Gobierno popular en solitario sería mucho más estable que el nuevo Frankenstein del PSOE", ya que no estaría sometido a "las interferencias y luchas internas que ya demostró en la pasada legislatura que Sánchez no sabe o quiere parar". Más aún cuando Sánchez necesita meter ahora en la ecuación a Junts y estaría sometido, durante toda la legislatura, al capricho de Puigdemont.

Felipe VI concluye este martes su ronda de consultas en el palacio de la Zarzuela, donde recibirá a Santiago Abascal (a las 10.30 horas), Pedro Sánchez (12.00) y Alberto Núñez Feijóo (16.00). Los populares confían que el Rey encargue la investidura a Feijóo en primera instancia. No sólo como ganador de las elecciones del 23-J, sino porque en estos momentos reúne el apoyo de 172 diputados (incluyendo los de PP, Vox, UPN y CC). 

En cambio, el PSOE no ha conseguido atar todavía el respaldo de los cinco diputados del PNV (así lo comunicó este lunes Aitor Esteban al Monarca) ni de los siete de Junts: la Moncloa todavía está buscando la fórmula jurídica para tramitar la Ley de Amnistía que exige Puigdemont.

Hasta el momento, los argumentos principales que ha utilizado el Partido Popular para defender el derecho de Feijóo a acudir a la investidura, si el Rey lo propone, han estado basados en que "el PP ganó las elecciones" y que, según la costumbre constitucional, como mínimo tiene que poder intentarlo.

[Puigdemont se reúne junto a la frontera con Aragonès, Pujol y Montilla mientras se negocia la investidura]

"Pero la realidad es que el discurso de Feijóo ente los diputados sería convincente", explica esta persona de la cúpula popular, "y demostraría que, además de ganar, haríamos mucho mejor Gobierno, daríamos más confianza y estabilidad política, que es además lo que buscan los inversores internacionales".

"Un país en el que las grandes políticas se pactan entre los grandes partidos", añade la misma fuente. "La destrucción de la política de bloques", pasa, precisamente, por los pactos de Estado.

El primero de ellos pasa por consensuar la política exterior entre el PP y el PSOE. Feijóo promete evitar los gestos unilaterales como el que realizó Pedro Sánchez al reconocer las reivindicaciones de Marruecos sobre el Sáhara, de espaldas a su propio Gobierno. Y eludiría también situaciones como la vivida durante la última legislatura, con varios ministros de Podemos que se manifestaban contra la OTAN y mostraban su rechazo al envío de armas a Ucrania.

Poner en marcha el reloj

Feijóo también prometerá otros dos grandes pactos para garantizar los recursos necesarios que precisa la sanidad pública (que salió maltrecha de la pandemia de Covid) y para acordar un sistema de financiación autonómica más justo. Frente a un Pedro Sánchez que, como ocurrió en la pasada legislatura, se vería obligado a primar a sus socios independentistas catalanes en el reparto de recursos.

Los otros dos "pactos de estado" buscan abordar el reto demográfico (con ventajas fiscales para las empresas que se instalen en las zonas despobladas) y garantizar los recursos hídricos en toda España, mediante un Pacto del Agua con todas las comunidades autónomas.

Hay un segundo motivo por el que Feijóo quiere someterse cuanto antes al debate de investidura, si es posible a partir del próximo martes: aún no descarta la convocatoria de nuevas elecciones a corto plazo, si lo logra reunir los apoyos suficientes para presidir el Gobierno.

Si la investidura de Feijóo resulta fallida, comenzará a contar el período legal de dos meses para convocar nuevas elecciones, si ningún otro candidato obtiene la mayoría necesaria en el Congreso. 

[El plantón de cuatro de los socios de Sánchez complica aún más al Rey la ronda de la investidura]

Con esto en mente, el plan de Feijóo tiene dos vertientes. La primera, que cuanto antes se anuncie la investidura, menos tiempo tendrá Sánchez para negociar con sus incómodos socios de ERC y Junts y lograr una mayoría parlamentaria ("el Frankenstein") sólida. La segunda, que el calendario es muy traicionero, y una investidura fallida en estas fechas podría fijar la repetición electoral el mismo Día de Nochebuena, un domingo imprevisible.

No existen manuales parlamentarios que expliquen la complicada situación de esta legislatura, con un Congreso más dividido que nunca y con la llave del Gobierno pendiente de los 7 escaños de Junts. Por ahora, tanto el PP como el PSOE caminan a ciegas el desconocido camino de entenderse con ellos sin renunciar a su alma por el camino.