Pablo Motos y el presidente Pedro Sánchez, el martes en 'El Hormiguero'.

Pablo Motos y el presidente Pedro Sánchez, el martes en 'El Hormiguero'.

Política 23-J

Pablo Motos fue más duro con Sánchez: acorraló siete veces al presidente y sólo tres a Feijóo

"La entrevista va a ser diferente", avisó Pablo Motos, que dijo que en el caso del líder del PP le interesaba "saber quién es" y "la fortaleza de sus ideas".

29 junio, 2023 01:37

Pablo Motos lo advirtió en su primera frase: "La entrevista va a ser diferente". Se refería a la de Pedro Sánchez, 24 horas antes. Y lo justificó porque Alberto Núñez Feijóo "no ha gobernado durante cinco años España".

Si a Sánchez lo arrinconó al menos en siete momentos, a Feijóo no le incomodó en más de tres. Con el presidente del Gobierno recurrió a vídeos para cuestionar algunas de sus posiciones, no así con el líder de la oposición. También repreguntó e interrumpió mucho más al primero que al segundo.

Estaba claro que el planteamiento era distinto. Con Feijóo, lo dijo el presentador valenciano, se trataba sobre todo de conocer al candidato: "Mi intención es saber quién es usted, qué quiere y la fortaleza de sus ideas". Ahora bien, el político gallego nunca ha arremetido contra El Hormiguero, mientras que Sánchez lo incluye sin nombrarlo entre los programas que, asegura, le difaman, igual que Fox News hacía con Barack Obama.   

Pablo Motos con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en el programa de El Hormiguero.

A continuación, repasamos los siete momentos donde el presentador arrinconó a Sánchez.

1. Votar con 40 grados

La pregunta planteada por Pablo Motos era inevitable: ¿Por qué decidió convocar elecciones el 23 de julio, con 12 millones de personas fuera de su hogar y unos 40 grados de temperatura de media? ¿No cree que eso puede cambiar el resultado de las elecciones?

Pedro Sánchez desplegó todo tipo de argumentos para justificar su decisión. Tras el revolcón sufrido por el PSOE el 28-M, "yo vi claro que España necesitaba unas elecciones cuanto antes para clarificar la situación". "También me habrían criticado si convocara las elecciones en otra fecha", abundó, "porque el malvado Sánchez y el sanchismo, ese monstruo de siete cabezas que se han inventado algunos, sólo hace maldades".

El presidente se mostró convencido de que en los comicios del 23-J habrá una gran participación porque un millón y medio de españoles ya han solicitado votar por correo (lo que augura un descomunal caos en la empresa pública de Correos). Por último, alegó que Feijóo convocó elecciones a la Xunta de Galicia "a final de julio, en plena pandemia y con la gente confinada".

En realidad, Feijóo había convocado las elecciones a la Xunta para el 5 de abril de 2020. Pero dado que el 14 de marzo entró en vigor el primer estado de alarma, se vio obligado a aplazarlas hasta el 12 de julio, cuando ya se había levantado el confinamiento, en contra de lo que sostuvo Sánchez en El Hormiguero.

2. Mentiras y maldades

Sánchez intentó argumentar a lo largo del programa que buena parte de la población rechaza su gestión porque ha sido intoxicada con las "mentiras, maldades y manipulaciones" que los medios difunden sobre él.

"En estas últimas 24 horas, medios de comunicación solventes, no blogueros, han dicho que soy trumpista, me han equiparado con el líder de los mercenarios del grupo Wagner", relató, "el líder de la oposición ha venido a decir que soy el responsable de la muerte de un agricultor por un golpe de calor...". Pero Pablo Motos plantó al presidente ante la realidad: los medios de comunicación actuales son los mismos que existían hace cuatro años, cuando ganó las elecciones generales de 2019. 

En su entrevista con Jordi Évole, Sánchez había señalado a El Hormiguero como "el programa de entreteniendo de la noche" con un enorme sesgo conservador, que "no responde a la realidad social del país". Y el jefe de prensa del PSOE, Ion Antolín, había tachado al programa de "trumpista" en las redes sociales.

Así que Pablo Motos mostró un vídeo en el que los principales colaboradores del programa cuentan el sentido de su voto en el pasado. "Cuando voté a Pedro Sánchez…", explicaba Juan del Val. "Yo en el 19 voté a Podemos", decía por su parte Miguel Lago (y no parecía dispuesto a repetir la experiencia). Y Rubén Amón puntualizaba: "Yo voté a Pedro Sánchez en el pasado para contener a la ultraizquierda".

3. Pedro no está solo

Pedro Sánchez insistió en que "el 90% de los programas" de televisión de máxima audiencia "tienen una orientación conservadora", muy alejada del "50% de la sociedad que se siente progresista".

Pablo Motos decidió romper este discurso: "Saquemos el elefante de la habitación, también hay medios favorables a usted como la Ser, TVE, La Sexta, Público, El País, ElDiario.es, Infolibre…"

"Eso lo dirá usted, es su opinión, no la mía", respondió Pedro Sánchez, aparentemente sorprendido al descubrir que esos medios de comunicación apoyan la gestión del Gobierno formado por PSOE-Podemos.

4. ¿Mentiras o rectificaciones?

Pedro Sánchez también sostuvo que no miente, sino que "rectifica" algunas de sus posiciones, como hizo Adolfo Suárez al legalizar el PCE o Felipe González al convocar el referéndum de entrada en la OTAN.

"A lo mejor usted cambia tanto de posición que los votantes le han castigado", advirtió Pablo Motos. Entonces el presidente expuso su tesis: "Rectificar está en el ADN de un político, porque tenemos que adaptarnos a la realidad". Sánchez reivindicó de este modo que corresponde al Gobierno (y no a los votantes ni a los periodistas) decidir qué es verdad y qué es mentira.

5. ¿Tregua en Cataluña?

"He rectificado, he tomado decisiones diferentes a las que dije", reconoció Sánchez sobre los indultos a los condenados por el 1-O, "pero el resultado es que hoy hay una mayor tranquilidad en Cataluña, donde la fuerza más votada es constitucionalista", dijo en referencia al PSC.

"¿Pero es una solución o una tregua?", planteó Pablo Motos para recordar que, más que rectificar, el presidente ha cedido a las exigencias de sus socios independentistas para apaciguarles: "La supresión del delito de sedición no hay quien la entienda. ¿Estamos ahora más protegidos?".

Sánchez volvió a argumentar que el delito de sedición "no existe en países como Francia y Alemania" y aseguró que el artículo 155 de la Constitución es suficiente para frenar cualquier intento sedicioso de un Ejecutivo autonómico: "Tenemos un botón político para intervenir un gobierno que se salta la legalidad", sin "judicializar un conflicto político".

6. Abstenerse ante Feijóo

Pablo Motos planteó varias veces la posibilidad de que el PSOE se abstenga tras las elecciones para facilitar que Feijóo pueda formar Gobierno sin Vox. "¿No lo haría por los españoles?", instó al presidente, "¿tan difícil es que lleguen a acuerdos sin los extremos, que tienen menos votos?".

"Quien quiera evitar un gobierno del PP con Vox, lo que debe hacer es confiar en el PSOE", repuso Sánchez. A continuación, explicó que a lo largo de la legislatura le ha resultado imposible llegar a un solo acuerdo con el PP. Contradecía así sus declaraciones ante Carlos Alsina, al que explicó que sus leyes han recibido muchas más veces el apoyo del PP que de Bildu.

7. Destituir a Irene Montero

Pedro Sánchez se mostró sinceramente afligido al asumir "toda la responsabilidad en primera persona", por la chapuza de la Ley del sólo sí es sí, que ha provocado rebajas de pena para más de 1.100 agresores sexuales y ha sacado de la cárcel a más de un centenar.

¿No era motivo suficiente para destituir a Irene Montero como ministra de Igualdad?, preguntó Pablo Motos. "Son públicas y notorias las diferencias que he tenido con Irene Montero en muchas cuestiones", dijo el presidente, quien reconoció a continuación que la ruptura con Podemos habría supuesto perder la "estabilidad institucional y la mayoría parlamentaria" que le ha permitido llegar hasta el final de la legislatura.

En cualquier caso, alegó el presidente, "la hoja de servicios de este gobierno en la lucha por la igualdad de género es notable. Cuando llegué tras la moción de censura el Gobierno destinaba 80 millones de euros al pacto de Estado contra la violencia de género, y hoy destinamos 320 millones".

"¿Y han mejorado las cifras?", repuso Pablo Motos. "Ha mejorado la concienciación", alegó el presidente esquivando la pregunta, "si una mujer sufre una agresión sabe que hay mecanismos que le pueden proteger..."

"¿Hay menos asesinatos?", insistió el presentador. "La igualdad de hombres y mujeres es una cuestión de derechos humanos", zanjó el jefe del Gobierno. La pregunta de Pablo Motos era pertinente, ya que pese a haber multiplicado la inversión pública destinada a la lucha contra la violencia de género, no ha dejado de crecer el número de mujeres asesinadas y las agresiones sexuales.

Pablo Motos con Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular en el programa de El Hormiguero

A continuación, repasamos los momentos donde Feijóo se pudo sentir más incómodo en su entrevista con Pablo Motos:

1. Una presidenta negacionista

Pablo Motos cuestionó a Feijóo el nombramiento de la nueva presidenta de las Cortes Valencianas. "Tenemos a la nueva presidenta del Parlamento valenciano, Llanos Massó: es de Vox, es activista contra el aborto, es negacionista del cambio climático, es antivacunas, es negacionista de la violencia machista y está en contra de la educación sexual en las escuelas. ¿Qué opina usted de esto?".

Feijóo se quedó un poco descolocado, porque los tres presidentes autonómicos que ha colocado Vox tras pactar con el PP en Comunidad Valencia, Aragón y Baleares tienen un perfil parecido. De hecho, Sánchez se había preguntado el día anterior: "¿De dónde los sacan?".

El líder del PP preguntó si le hablaba del presidente del Parlamento valenciano o de Baleares. "Ah, tiene razón usted. Pues no estamos de acuerdo. Pero es la presidenta del Parlamento, no es un miembro del Gobierno", argumentó.

"Una persona antivacunas no respeta los criterios científicos comúnmente admitidos, y una persona antiabortista tiene derechos similares al abortista; y no es obligatorio en ningún país del mundo aborta", añadió. Acto seguido dijo que su partido discrepa de esas posiciones "porque no somos Vox".

2. Abascal como vicepresidente

El director de El Intermedio también le planteó a Feijóo lo que, en su opinión, era la "pregunta clave": "Los españoles necesitamos saber antes de ir a votar si el vicepresidente del Gobierno puede ser Santiago Abascal".

El líder del PP aseguró que no iba a desvelar los nombres de su gobierno antes de ser nombrado presidente porque eso sería "un acto de soberbia". Pero a continuación reveló que tiene claro que nombrará a una vicepresidenta. "Mi objetico es nombrar una vicepresidenta de mi gobierno, y sé quién es", dijo.

La respuesta tiene trampa, porque nombrar una vicepresidenta no excluye la opción de nombrar también a un vicepresidente, que podría ser Abascal si la aritmética parlamentaria da opciones a Vox. Pero aquí Motos ya no repreguntó.

Feijóo dijo que ya tiene decidido también quién sería su ministro de Economía, para salir al paso de las críticas del PSOE que dicen que no tiene a nadie.

3. Eutanasia: irse de este mundo

La cuestión de la eutanasia fue en la que seguramente incidió con más ahínco Pablo Motos. "Usted ha dicho que va a revisar la Ley de Eutanasia. ¿Cree que una persona en situación desesperada no tiene derecho a irse de este mundo?", preguntó.

Feijóo divagó bastante,"todos tenemos corazón, todos tenemos sentimientos", dijo, y derivó la cuestión hacia los cuidados paliativos, contando incluso la experiencia de la muerte de su padre. "En la eutanasia no deberíamos meternos los políticos", concluyó, y abogó por contar con el criterio de los comités de bioética y de profesionales antes de tomar decisiones.