Daniel Sirera (PP) felicita al nuevo alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, tras votarle en el pleno municipal de este sábado.

Daniel Sirera (PP) felicita al nuevo alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, tras votarle en el pleno municipal de este sábado. EFE

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Feijóo cambia el tablero político al votar a dos socialistas como alcaldes de Barcelona y Vitoria

"Nunca 10 votos han sido tan útiles", dicen en el PP por sus cuatro concejales de Barcelona y los seis de Vitoria, claves para cortar el paso a Junts, ERC y Bildu.

18 junio, 2023 03:39
Alberto D. Prieto Ferrer Molina

"Nunca 10 votos han sido tan útiles", aseguran en el PP en referencia a sus cuatro concejales de Barcelona y los seis de Vitoria, que han sido decisivos para cortar el paso a Junts, ERC y Bildu, en una jornada que quedará marcada en el calendario.

En el PP están convencidos de que este sábado se ha dado un paso decisivo para cambiar el tablero político al votar a dos socialistas en dos capitales emblemáticas que, de otra manera, habrían caído en manos del independentismo radical.

Ayer no faltaban en el entorno de Alberto Núñez Feijóo las comparaciones con el apoyo que los diputados del PP vasco dieron en 2009 a Patxi López para que se convirtiera en el primer lehendakari no nacionalista. Hoy, otros dos socialistas, Maider Etxebarria y Jaume Collboni, son alcaldes con votos del PP. 

De pronto, los 10 concejales del PP en Barcelona y Vitoria convierten a la formación de Feijóo en un actor político en Cataluña y País Vasco, comunidades en las que su escaso peso le había condenado a ser una fuerza prescindible.

"Ha sido un gran día para nosotros", se comentaba ayer en la dirección del PP. "Tenemos la alcaldía de Castelldefels, mayoría absoluta en Badalona, hemos sacado a Bildu de Vitoria y hemos logrado dejar fuera a los independentistas y a los populistas de Barcelona".

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Esa satisfacción se trasladaba también a las redes sociales. Cuca Gamarra, secretaria general del PP, tuiteaba: "Política de Estado, la política que necesita nuestro país, la que representa el Partido Popular. Ni los independentistas ni Colau estarán en el gobierno de Barcelona".

No era la única. Elías Bendodo, coordinador general de la formación, escribía: "Hoy, en el Partido Popular, hemos dado un paso adelante hacia la España del diálogo". Y la diputada Cayetana Álvarez de Toledo lo resumía en seis palabras: "Política adulta, patriótica y de Estado".

En plena campaña de las generales del 23-J, pocos días después del polémico pacto con Vox en la Comunidad Valenciana, este sábado los populares se veían resarcidos. "Quien quiera decir que sólo pactamos con radicales, no sólo no tiene razón, sino que se lo hemos demostrado. Somos un partido de Estado, que hacemos política para la mayoría y que tenemos una visión de España", aseguraban fuentes de la dirección del PP.

En los últimos días, los populares han logrado llegar a acuerdos con Coalición Canaria, con el PRC, con el PSOE, con Vox, y están a punto de cerrar un pacto con Teruel Existe en Aragón para que a los de Santiago Abascal no les quede otro remedio que hacer lo que en Murcia y Baleares, dejar que gobierne la lista más votada: la del PP.

Llamada a Santos Cerdán

Pero la jugada maestra, por lo importante de la plaza y por lo complicado de la aritmética, era Barcelona. Desde que se conocieron los resultados de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo, la dirección del PP ha estado en contacto con Daniel Sirera, su candidato en la capital catalana. Y, tras ver todas las opciones, se diseñó una estrategia.

"El jueves pasado, por la mañana, Feijóo ordenó a Elías Bendodo que llamara a Santos Cerdán", explican fuentes de la dirección popular. El secretario de Organización del PSOE escuchó al coordinador general del PP plantear su disposición a votar a Jaume Collboni "gratis, sin pedir nada a cambio". La única condición era que Ada Colau no estuviera en el equipo de Gobierno.

Cerdán pidió tiempo y, ya entrada la tarde, devolvió la llamada a Bendodo. El PSOE aceptaba la oferta, pero insistía en que la decisión final quedaba en manos de los Comunes de Colau. 

El objetivo de Feijóo, dicen en el PP, era "evitar" que Barcelona pudiera convertirse en plataforma y escaparate del separatismo catalán ante el mundo. Es lo que habría ocurrido si no se le hubiese cortado el paso a Xavier Trias, el candidato de Junts, que había cerrado un acuerdo con Ernest Maragall (ERC) para repatirse el ayuntamiento.

"Ahora, tanto en Barcelona como en Vitoria habrá gobiernos sin radicales", presumen los populares, que reivindican su posición de centralidad y su defensa de los valores constitucionales, en un momento en el que necesitaban redimir su imagen tras el pacto con Vox en Valencia, que justifican por la falta de colaboración de los socialistas. 

"Somos la fuerza más votada en Santiago de Compostela y hoy la gobierna el independentismo gallego porque Pedro Sánchez quiere; tuvimos que pactar con Vox en la Comunidad Valenciana porque el PSOE y Compromís prefirieron poder decir que pactamos con radicales, aunque eso le diera más poder a Vox del que debería tener... y ésa es nuestra diferencia con el sanchismo", insiste un portavoz de la dirección del PP.