Lina Smith / IA

Política EL FINAL DE CIUDADANOS (1)

¿Qué pasa con el dinero de Ciudadanos? Hay más de 6 millones en la caja y una guerra por su control

Es la primera vez en Democracia que un partido de centro se apaga con un patrimonio tan sólido. La UCD, el CDS y UPyD fallecieron sin un duro.

1 junio, 2023 02:48

Es la primera vez que la muerte del centro político en España no entraña la ruina económica. Ahora que Ciudadanos acaba de anunciar su desaparición práctica, hemos metido el hocico en su caja fuerte. Fuentes autorizadas admiten que el remanente es de "más de seis millones de euros". Un dato sorprendente que lleva aparejadas varias preguntas: ¿cómo es posible? ¿Quién va a controlar ese dinero? ¿Cómo se va a utilizar?

Para responder a la primera cuestión, conviene viajar a la última gran rendición de cuentas del partido. Sube al escenario Carlos Cuadrado, todavía secretario de Finanzas, aunque ya defenestrado políticamente por haber urdido la moción de censura de Murcia. Es 14 de enero de 2023, el día en que Inés Arrimadas abandona la presidencia de Ciudadanos.

El responsable de las finanzas coloca en la pantalla esta cifra: "11.104.440"... millones de euros. Ese era el patrimonio neto de los naranjas en aquel momento. Una cifra aparentemente sobredimensionada para un partido que había sufrido, en efecto dominó, varapalos electorales en todas las elecciones celebradas desde hacía tres años.

El montante, a tenor de la información contrastada por este diario, se ha reducido considerablemente. Pero todavía supera los 6 millones. La actual secretaría de Finanzas declina concretar la cifra, pero admite que supera esa barrera.

La operación matemática –simplificando mucho– es más o menos esta: Ciudadanos ha gastado en torno a 4 millones de euros en la campaña de este ciclo autonómico y municipal. Es decir: quedan, seguro, más de 6.

Cuadrado ya no trabaja como responsable de Finanzas. En un momento dado, comenzó a realizar funciones políticas. Las estrategias que acuñó –luego validadas Arrimadas– condujeron al partido al desastre. Pero su legado económico, su trabajo original, quedó expuesto aquel día de enero.

Como mencionábamos al principio, es la primera vez en Democracia que un partido de centro posee un remanente tan jugoso en el momento de su final. Nos hemos puesto en contacto con Rafael Arias-Salgado, exministro y hombre de confianza de Adolfo Suárez, que comenta así el final de UCD: "En ese momento, nosotros no teníamos más que deudas. Algunas se renegociaron, otras se pagaron con aportaciones personales y fue determinante la generosidad de Íñigo Cavero".

Otro tanto sucedió con el CDS y con UPyD. Rosa Díez nos confirma: "Nosotros nunca tuvimos una caja grande. Con cinco diputados y apenas presencia en los Parlamentos autonómicos no se hace dinero. Lo que teníamos lo íbamos gastando en las campañas electorales".

La buena salud de la caja fuerte de Ciudadanos entraña un contexto delicado: sí que hay algo que repartir, algo por lo que luchar. De ahí que se haya abierto una guerra en el partido.

Tanto Edmundo Bal como Francisco Igea –aunque sin actuar de manera coordinada– acusan a la actual dirección de "quedarse el dinero". Su razonamiento es el siguiente: si Adrián Vázquez y Patricia Guasp –actuales responsables– han "conducido al partido a estos resultados", "deberían marcharse".

A partir de ahí, cada dirigente inmerso en el conflicto evoca un destino diferente para el dinero: fundar un nuevo partido, establecer un think tank liberal, mantener la marca pero con otras personas al frente... Incluso donarlo a una ONG.

El objetivo de Adrián Vázquez es claro: invertir ese dinero para preparar desde ya la campaña de Ciudadanos al Parlamento europeo, donde él cuenta con un escaño. "Al ser una circunscripción única, la ley electoral no nos perjudica, sino al contrario. Trabajamos en eso desde hoy mismo", resalta un miembro de su equipo.

Edmundo Bal cuenta que mantuvo a los suyos "quietos" tras perder las primarias. Pero ahora toda esa gente se ha desatado. Él mismo ha llamado "cobarde" a Vázquez en TVE. Y Bal, por supuesto, habla del dinero como "el quid de la cuestión".

La decisión más importante a la vista tiene que ver con la sede nacional, el icónico edificio de la calle Alcalá, junto a la Plaza de las Ventas. Su alquiler es de aproximadamente 600.000 euros al año. Así lo atestiguan quienes se encargaron de negociar aquel contrato.

Ya antes de la debacle del 28 de mayo, el partido había decidido orquestar la mudanza en busca de un lugar más ajustado al tamaño del actual Ciudadanos. Todavía se desconoce el destino de los naranjas.

El rastro del dinero

Volvemos ahora a los números que descubren a esta organización como una de las mejor gestionadas financieramente. O por lo menos así se desprende de los documentos facilitados y las auditorías del Tribunal de Cuentas. En contra de lo que suele ocurrir, la pérdida de militanes y la reducción masiva de las subvenciones públicas recibidas no han laminado la estructura económica.

En 2020, hubo dos procesos electorales: País Vasco y Galicia. Ciudadanos recibió 0 en concepto de subvención por resultados. Gastó en aquellas campañas un total de 483.913 euros.

En 2021, llegaron las elecciones de Cataluña y Madrid. En su lugar de nacimiento, el partido se desplomó, pero se obtuvieron 6 escaños. En la Comunidad, Edmundo Bal no consiguió ningún diputado. Ciudadanos, por la parte catalana, se hizo con 1.689.186 euros de subvención por resultados. Se gastó un total de 4.241.979 en las campañas.

En 2022, se abrieron las urnas en Andalucía y Castilla y León. Ningún diputado en Andalucía, tan sólo uno –el de Igea– en Castilla y León. 150.525 euros de ingreso por subvención y 1.054.045 de gasto en campañas. En el concepto "funcionamiento y seguridad", el partido ha gastado casi 10 millones de euros entre 2020 y 2022.

Sin embargo, el total de ingresos ordinarios tipificados en las cuentas es muy superior: más de 30 millones en ese mismo periodo. Los gastos ordinarios fueron de aproximadamente 25. Hubo superávit en 2020 (2.641.715), 2021 (897.653) y 2022 (431.608).

Este mareo de números es sólo una muestra del camino que ha conducido al remanente de más de 6 millones que conforma las arcas del partido. Además, están ya pagados todos los créditos que Ciudadanos solicitó para las cuatro elecciones que hubo en 2019.

Existe cierta discrepancia en torno a los datos expuestos a lo largo del artículo. Miembros de la dirección actual sostienen que los 11 millones expuestos por Carlos Cuadrado eran, en realidad, "algo menos". Pero, en cualquier caso, unas y otras fuentes, de la dirección antigua y de la presente, reconocen que quedan más de 6 millones de patrimonio.