Sánchez y Biden en un momento de su charla, durante la cumbre del G-20 en Bali, en agosto de 2022.

Sánchez y Biden en un momento de su charla, durante la cumbre del G-20 en Bali, en agosto de 2022. TW

Política VISITA A WASHINGTON

Sánchez quiere arrancar un acuerdo aeroespacial a Biden, pero no habrá rueda de prensa conjunta

Fuentes de Moncloa confían en poder confirmar un acuerdo muy potente que implicaría a la nueva Agencia Espacial Española, con sede en Sevilla.

11 mayo, 2023 03:00

El presidente del Gobierno estará en directo en todos los telediarios de la noche este viernes en que arranca oficialmente la campaña de las elecciones del 28-M.

Ahora bien, Joe Biden no comparecerá con Pedro Sánchez ante la prensa: dejará a los servicios de comunicación de su oficina la responsabilidad de redactar el comunicado sobre la reunión con foto en el despacho oval, por la que el presidente español lleva años trabajando.

Fuentes diplomáticas tratan de quitar importancia a esa circunstancia y a que no haya ceremonia de firma de acuerdos... a pesar de que el equipo de Sánchez está trabajando en expedientes tan diversos como innovación, semiconductores, emergencia climática, energía, seguridad alimentaria y hasta un acuerdo aeroespacial, campo en el que fuentes de Moncloa confían en poder confirmar un anuncio muy potente que implicará a la nueva Agencia Espacial Española, con sede en Sevilla.

"Es muy excepcional que haya rueda de prensa conjunta con el presidente de EEUU, yo no le daría importancia", explica un alto diplomático, en conversación con EL ESPAÑOL. Lo cierto es que no es habitual que Biden conceda esa otra foto

En el pasado, Felipe González fue acompañado en rueda de prensa ante los medios tanto por Ronald Reagan como por George H. W. Bush -a quien le unía una gran amistad-. Quien más lo hizo fue, sin duda, José María Aznar, que compareció de manera conjunta con Bush Jr. en varias ocasiones, incluso invitado al rancho de Crawford. Y hasta Donald Trump compartió micrófonos en los jardines de la Casa Blanca con Mariano Rajoy, en septiembre de 2017.

El actual mandatario estadounidense, de momento, se ha prodigado menos en este gesto diplomático con sus invitados: Emmanuel Macron, Ursula von der Leyen, Volodímir Zelenski... sí tuvieron su rueda de prensa conjunta. A Olaf Scholz, el pasado marzo, no le dio el gusto, en plena polémica por la entrega de tanques a Ucrania. 

Y eso que, precisamente en el asunto de la invasión rusa sobre Ucrania, el presidente español es uno de los mejores y más fieles aliados del mandatario estadounidense. La posición española, desde antes incluso del inicio de la guerra, ha labrado una confianza mutua que cristalizó en la declaración conjunta que ambos presidentes signaron el pasado mes de junio en Moncloa. 

"Son muchos meses de trabajo, que cristalizarán en este viaje", apuntan fuentes de Moncloa. Puede que hasta años... o décadas, si atendemos a la negociación que "se retomará en breve" sobre las tierras contaminadas de Palomares. Es cierto que lo dicen con algo más de esperanza que con pruebas fehacientes, pues Sánchez viaja a Washington sin nuevos acuerdos cerrados, dentro de los muchos que está trabajándose.

Hace un par de semanas se supo que España impulsaba un acuerdo migratorio con EEUU y Canadá muy novedoso: nuestro país aceptará parte de los migrantes y solicitantes de asilo que EEUU no pueda o quiera acoger. Y desde hace un año se negociaba el aumento de un 50% en la presencia de tropas estadounidenses en la base de Rota, que cristalizó finalmente en la firma del acuerdo el lunes pasado.

[Del abrazo de las Azores al presidente azorado y la bandera agraviada: España y los líderes de EEUU]

Ahora, José Manuel Albares ha acudido a Washington de avanzadilla para terminar de preparar el viaje, según explican en el entorno del presidente español. Este mismo miércoles firmó un Memorando de Entendimiento (MoU) para sumar a España al Global Equality Fund, que invierte "cientos de millones alrededor del mundo en colaboración público-privada para defender los derechos de las personas LGTBQI", en palabras de Antony Blinken, "agradecido" por la unión de España a esta iniciativa.

José Manuel Albares, ministro de Exteriores, y Antony Blinken, secretario de Estado, en Washington.

José Manuel Albares, ministro de Exteriores, y Antony Blinken, secretario de Estado, en Washington. E.E.

Fuentes diplomáticas señalan lo extraño de este viaje del ministro de Exteriores -"se suele mandar a un técnico, un funcionario de alto rango... ¿pero un ministro?"-, y coinciden en que puede tener que ver con que las negociaciones de los acuerdos necesitan impulso político, y en que el ministro "es buen amigo de Blinken... y de las fotos de prestigio".

Pero sobre todo, con que la visita de Sánchez a la Casa Blanca es más publicitaria que de contenido. "Le han buscado fecha", explica un diplomático en conversación con este diario, "y los americanos saben que ha caído a dos semanas de unas elecciones, es un espaldarazo para Pedro Sánchez".

Años de trabajo

La historia de las relaciones entre el PSOE que él lidera y el equipo de Biden es larga y empieza mucho antes de que el actual inquilino de la Casa Blanca evitara la reelección de Trump, en noviembre de 2020.

El hoy ministro de Industria y Turismo, Héctor Gómez, era entonces un casi desconocido secretario de Relaciones Internacionales de la Ejecutiva socialista. Y ya entonces, con Sánchez en la oposición, le encargó estrechar relaciones con el Partido Demócrata, no fuera a ser que… y acertó.

Después, tomo el relevo el hoy ministro de Exteriores, que ha sabido labrarse una buena relación personal con Blinken, su homólogo como secretario de Estado en Washington.

Gestos -más bien, debería decirse esfuerzos y aciertos- como el de organizar rápidamente una logística para la escala y distribución de evacuados en las bases de Torrejón y de Rota durante los días de la retirada precipitada de EEUU -y el resto de tropas occidentales- de Afganistán, en el verano de 2021; o la estrecha colaboración con el discurso estadounidense desde el inicio de la crisis -y luego de la guerra- rusa contra Ucrania, fueron sembrando semillas de confianza.

Y todo germinó en la cumbre de la OTAN de junio de 2022 en Madrid. El éxito organizativo se vio acompañado del diplomático, porque EEUU y el resto de aliados atendieron las demandas españolas: paraguas para Ceuta y Melilla, y un capítulo completo para el flanco sur de la Alianza en el nuevo Concepto Estratégico.

Biden llama a Sánchez para agradecerle la ayuda en la evacuación de Kabul.

España es un socio imprescindible, puerta de entrada al Mediterráneo, y único país europeo con fronteras terrestres en el África, donde tanto Rusia como China llevan años tomando posiciones. Así lo destacó repetidamente Blinken, en rueda de prensa conjunta con Albares: "La colaboración y el compromiso de España con Ucrania ha sido invaluable y es inquebrantable", remarcó el secretario de Estado estadounidense.

Moncloa ha sabido jugar esas bazas mejor que algunos gobiernos anteriores. Sin duda, mucho mejor que el de José Luis Rodríguez Zapatero -durante cuya presidencia se perdió toda la confianza labrada en los años de Aznar- y que el de Rajoy.

Aunque si la ejecutoria en relaciones internacionales del gallego prometía poco de inicio -y nunca tuvo tiempo de contradecir esos pronósticos, inmerso en la reconstrucción de una España (casi) en quiebra y, por consiguiente, convertida en "la mayor preocupación" de Europa-, sí logró el espaldarazo de Trump contra el desafío independentista catalán: "Sería una tontería que el pueblo de Cataluña no se quedara en España", proclamó junto al presidente español, en septiembre de 2017.

A pesar de alojar en su Consejo de Ministros a cinco miembros de Unidas Podemos -que reman en contra de su política exterior- y de los tropezones del comienzo -el paseíllo de 20 segundos en Bruselas-, no se puede hablar de oportunismo ni de coincidencia. Han sido una visión a largo plazo y el trabajo denodado de su equipo lo que ha llevado a Sánchez a sentarse ante la chimenea más famosa del mundo, ésa que enmarca las citas con los mandatarios extranjeros... a los que no se les concede la otra foto.