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Feijóo arma a contrarreloj una mayoría con el PNV y los regionalistas para salir del laberinto de Vox

El PP dedica gran parte de su esfuerzo a mejorar las relaciones con los nacionalistas vascos y las formaciones minoritarias.

2 octubre, 2022 02:15

De aquí a las próximas elecciones generales, Alberto Núñez Feijóo no jugará a dos barajas. El laberinto que culmina en Moncloa arroja el siguiente dilema: la coalición con Vox o la mayoría simple que deja en fuera de juego a Santiago Abascal. El líder del PP ya ha elegido la segunda opción. "Va con su carácter y con sus ideas". Con esa frase lo resume uno de sus colaboradores.

Feijóo no puede explicitar su deseo. Es pronto. La fragmentación del Congreso obliga la incertidumbre y pudiera darse el caso de que la suma del PP con el PNV y los regionalistas no alcanzara la mayoría absoluta. En ese caso, el gallego estaría a tiempo de saltar al otro barco. Porque así como no es seguro que él necesite a Vox, sí lo es que Vox lo necesite a él en cualquier ecuación para tocar poder.

Para más inri, si Feijóo no sumara no suficiente con el PNV y los regionalistas, podría enfrentar a Abascal a esta disyuntiva: permitir el gobierno del PP con una abstención o forzar una repetición electoral.

El pasado 22 de septiembre, Feijóo puso el primer pie en el laberinto. Pero ningún movimiento es baladí y eso es lo que pretende explicar este reportaje. Incluso cuando no lo parece, el candidato popular está caminando en busca de "una mayoría plural" que le permita gobernar en solitario y desactivar a Vox. También tiene que ver con la costumbre: Feijóo siempre gobernó Galicia en solitario.

A muchos de sus compañeros no se les escapa que Feijóo se reunió con Abascal para poder justificar después el encuentro que está preparando con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar. También metió en la ecuación a Yolanda Díaz, con quien se fue a cenar después de tomar café con el candidato de Vox en un hotel de las cuatro torres, en Madrid.

En la derecha radical, ya se han dado cuenta de lo que tachan de "engaño" y "complejos". De hecho, el comunicado del PP sobre el encuentro dejaba claro que Feijóo comparte el "diagnóstico" de Abascal, pero no el remedio.

Hoy, las migas en el camino de Feijóo hacia la mayoría con el PNV son más gruesas, más fácilmente identificables. Gracias a eso, se puede seguir el rastro de esta estrategia casi hasta su primer día como sucesor de Casado.

"Al Congreso de Sevilla, sólo se invitó institucionalmente a un político de otro partido. No fueron Arrimadas ni Abascal. ¿Sabes quién fue? Iñigo Urkullu", relata un dirigente del PP en charla con este periódico. Los consejeros de Ciudadanos que gobernaron Andalucía con Juanma Moreno también fueron invitados, pero a título personal. Urkullu no acudió, pero ahí quedó esa primera huella.

Esta fuente, que conoce a Feijóo desde hace décadas, explica así el motivo del sendero escogido por su jefe: "Quiere gobernar en solitario. Lo quiere aunque sea a costa de un juego de mayorías extraño que tenga como único límite a Bildu y al independentismo. Cree que eso reporta mucha más estabilidad que una coalición con Vox". Es decir: un pacto con PNV, Coalición Canaria, Partido Regionalista Cántabro, Teruel Existe, Foro Asturias, UPN...

Y en esa conclusión se enmarca la ronda de contactos recién estrenada por Feijóo: "Además de estrategia, hay mucho de actitud. Alberto valora la institucionalidad por encima de todas las cosas. Es partidario de llevarse bien con todo el mundo. Aunque suene a Zapatero, te diré que es cuestión de talante". Se trata de convertir al partido conservador en el partido conversador.

"Nunca lo ha escondido"

"Esa es la línea de Feijóo, nunca nos la ha escondido", confirma otro dirigente del PP cercano a Feijóo. "O mayoría absoluta o mayoría simple con apoyos externos".

Tanto uno como otro asumen que la mayor dificultad en campaña estribará en el marco que tratará de implantar Vox. Los de Abascal ya aprietan: "¿Dicen querer librar al Gobierno de España de los nacionalistas y van a pactar con el PNV?". Aunque de puertas hacia fuera no se dicen inquietos al respecto.

"El electorado sabe discernir. Las próximas generales serán una batalla entre Sánchez y Feijóo. Nosotros estamos atravesando una especie de luna de miel. Porque los problemas internos están en el PSOE con los impuestos y en Vox con Olona", arguyen en Génova.

Otra dificultad anidará en los sectores del PP –véase Ayuso o Cayetana Álvarez de Toledo– que preferirán el acuerdo con Abascal que la mayoría simple con todas las siglas mencionadas.

El PNV

Ante la ausencia de un partido liberal en España, el PNV ha venido funcionando como la verdadera formación bisagra. Han sido los árbitros de los Ejecutivos, con el consecuente peaje de inversiones y cesiones pagadas por PP y PSOE. De hecho, los tres presidentes socialistas y los dos populares han sido sostenidos en algún momento por los jeltzales.

Dicho de otro modo: el PNV ha elegido derecha o izquierda en función de sus intereses. Y el PNV, en la hora de la verdad, siempre ha elegido el poder. Al compás de esas variaciones, mantenía, más o menos, una relación cordial con PP y PSOE. Hasta que llegó la moción de censura a Rajoy.

Los de Aitor Esteban fueron los encargados de dar la puntilla al entonces presidente del Gobierno. Pasado el tiempo, se supo que Rajoy tuvo hasta el final la esperanza de que el PNV no le traicionara.

"Siempre mantuvimos con ellos una relación gubernamental. Saben que somos de fiar. Nosotros sabemos qué intereses les guían. Hemos acordado en distintas instituciones vascas. Pero, claro, fueron ellos quienes clavaron la estaca en el ataúd de Rajoy... y eso lo destruyó todo", cuenta un mandatario del PP vasco a EL ESPAÑOL.

El propio Andoni Ortuzar, presidente del PNV, reconocía en una entrevista reciente con este diario que le "costó mucho" dar ese paso: "Me dolió. Me costó enormemente". Debido a la estrechísima relación que mantenía con Feijóo.

En palabras de Ortuzar, a partir de ese momento, la institucionalidad entre PP y PNV entró en "hibernación y glaciación total". Sin embargo, la llegada de Feijóo la comenzó a resucitar casi instantáneamente.

El gallego siempre se ha llevado muy bien con el lehendakari Urkullu. Y ese contacto, off the record, ha seguido funcionando en esta nueva etapa. En este instante, se está cerrando el primer encuentro entre Feijóo y Ortuzar, ya que la bicefalia con la que funciona el PNV obligará al líder del PP a negociar con Ortuzar (presidente de las siglas), y no con Urkullu (lehendakari).

El dirigente del PP vasco consultado para la elaboración de este artículo razona: "Aquí, al PNV no le penaliza pactar en Madrid con nosotros, pero sí le perjudicaría mucho, hasta el desastre, formar parte de una mayoría con Vox. Eso es impensable. Por eso sólo podemos escoger uno de los dos caminos".

Además, al PNV, "le vendría bien acordar en Madrid con nosotros porque, si siempre está en el mismo lado que Bildu, tendrá problemas en el País Vasco; porque Bildu se ha convertido en la alternativa allí".

Los regionalistas

Además de en el PNV, el cariño de Feijóo en busca de esa mayoría simple ya se ha notado en los partidos regionalistas que podrían tener con sus escaños la llave de una hipotética investidura.

En el equipo de Teruel Existe, por ejemplo, confirman que el equipo de Feijóo se presentó al diputado Tomás Guitarte: "Podrían no haberlo hecho, pero tras la marcha de Casado se acercaron y lo hicieron. No era necesario, pero fue muy cordial".

¿Y podría este partido apoyar a Feijóo en lugar de a Sánchez? "Somos un partido que aspira a ser transversal. No creemos en la dinámica de bloques. Algunos nos quieren ubicar en un sitio, pero no. Acordaremos con quien tenga presente nuestra agenda". Traducido: sí podrían apoyar al PP.

Algo similar ocurre en Coalición Canaria. Además, Fernando Clavijo, su líder, mantuvo una "gran relación" con Feijóo cuando fue presidente del archipiélago. Se coordinaron en cuestiones fiscales y en materia sanitaria. "Nosotros hemos apoyado a Aznar, Zapatero, Rajoy, Sánchez... Ya conocen nuestra agenda, que es la canaria", desgranan para este diario. Traducido: sí podrían apoyar al PP. Otro tanto sucede con el Partido Regionalista Cántabro (PRC).

Las elecciones municipales y autonómicas darán más pistas a Feijóo sobre el laberinto que atraviesa. Si el PP obtiene resultados parecidos a los de Andalucía y consigue evitar coaliciones con Vox, estará más cerca de hacerlo en un presumible ascenso a Moncloa.