Arturo Valls demanda a Rocío Monasterio por reformar su loft de Lavapiés sin licencia

Arturo Valls demanda a Rocío Monasterio por reformar su loft de Lavapiés sin licencia

Política CASO MONASTERIO

Arturo Valls demanda a Rocío Monasterio por reformar su loft de Lavapiés sin licencia

Arturo Valls, nueva víctima de las presuntas irregularidades urbanísticas de la arquitecta y dirigente de Vox Rocío Monasteiro.

21 noviembre, 2019 17:53

Noticias relacionadas

El presentador Arturo Valls ha demandado a la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, por su labor como arquitecta. En concreto, el actor lleva a los juzgados a la dirigente de Vox tras contratarla en 2005 para convertir un local comercial en una vivienda. Pero esas obras de reforma para transformarlo en vivienda se llevaron a cabo sin licencia.

El juicio, según avanza El País, tendrá lugar dentro de un año y la denuncia de Valls se suma a otros nueve casos en los que existen presuntas irregularidades urbanísticas. Todos estos casos afectan directamente a la diputada de Vox, que firmó varios trabajos de arquitectura antes de obtener el título y sin estar colegiada.

Piso en Lavapiés

El popular presentador buscaba piso en Madrid en 2005, y entonces contactó con el estudio Rocío Monasterio Asociados, según cuenta el citado medio. Monasterio le ofreció a Valls la opción de convertir en vivienda un bajo situado en la calle Rodas, en el madrileño barrio de Lavapiés. El inmueble de la polémica, de cien metros cuadrados, era un viejo local comercial, pero, según el demandante, Monasterio le aseguró que se podría tramitar el cambio de uso a vivienda.

El visado se produjo en junio de 2005 a nombre de una colegiada que trabajaba en el estudio de Monasterio, informa El País. En dos de los planos, es la propia Monasterio la que firma de puño y letra el membrete del estudio, si bien no fue colegiada como arquitecta hasta 2009.

Trámite anulado

El trámite de la licencia se anuló tres años después al no haberse aportado "en el plazo concedido" la "documentación preceptiva" para las obras, que Arturo Valls ya había adquirido. Después se solicitaron licencias para modificar el uso de local a vivienda, pero de nuevo se obviaron los procedimientos municipales y acabaron siendo archivadas por desistimiento en 2008, 2011 y 2018. Las obras avanzaron sin los permisos necesarios.

En la actualidad, según El País, el inmueble sigue catalogado como local comercial, no como vivienda, pese a que la web del estudio aseguraba que no lo es.