Una imagen que simboliza lo sucedido este sábado.

Una imagen que simboliza lo sucedido este sábado. EFE

Política DESARME DE ETA

ETA pasa ya la factura de los presos a cuenta de la escenografía del desarme

El entorno proetarra exige el acercamiento de sus reclusos tras la entrega de 120 armas.

9 abril, 2017 01:56

Noticias relacionadas

El Gobierno de Mariano Rajoy ya conoce la factura que ETA pretende cobrar por la entrega de 120 armas y tres toneladas de explosivo: el acercamiento de sus presos. Así se encargó de remarcarlo el líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegidesde Bayona, convertida este sábado en centro de peregrinación del entorno proetarra con motivo de la escenificación del desarme. El máximo dirigente de Sortu pidió "tejer complicidades" para abordar, de entrada, la cuestión de los reclusos etarras. En la recámara aguardan otras exigencias históricas que deben estar "encima del tablero" como la "desmilitarización del país", es decir, la salida de las fuerzas de seguridad y el Ejército del País Vasco y Navarra.

Las palabras de Otegi sirvieron de punto de partida para el resto de discursos de la jornada, que también giraron principalmente en torno a la exigencia de un acercamiento de presos. Incluso en el propio dossier de prensa repartido por los organizadores a los periodistas -muchos de ellos extranjeros- se recogía esta reclamación como contrapartida.

Mientras la policía francesa acudía a desmantelar los ochos zulos marcados por la banda, los oradores en el acto central en la plaza Pau Vert de Bayona insistían: "No pudeden estar toda la vida en la cárcel". Los presos de nuevo. Desde la tribuna, uno de los oradores pedía incluso un cambio de legislación. También se pidió la excarcelación para los presos enfermos, los mayores y quienes, a su juicio, ya han cumplido sus condenas (las 2/3 partes de la pena con las que se puede optar a beneficios en condiciones normales, los terroristas tienen que cumplir una serie de requisitos como romper con ETA).

Exigencias históricas

"La paz no es sólo la ausencia de violencia", zanjaba otro orador. La versión oficial en el entorno etarra es que el desarme era unilateral, pero debía servir para abordar otras cuestiones como la situación de los presos, los "exiliados" (los huidos de la justicia) o el respeto a las victimas, siempre desde su óptica del conflicto y las dos violencias. El día después del desarme ha comenzado.

El Gobierno descarta cualquier concesión en esta materia, al menos en público. En privado ha abordado el acercamiento con el PNV, aunque no quiere que en ningún caso se vincule al desarme de este sábado. El Ejecutivo español recibió con indiferencia la entrega de armas de ETA, recordándole que está "operativamente derrotada, sin futuro y con sus dirigentes en prisión". Por ello, le exige su disolución definitiva, pedir perdón a las víctimas y desaparecer en "vez de montar operaciones mediáticas para disimular su derrota e intentar sacar rédito político de la misma".

En el plano técnico, fuentes de las fuerzas de seguridad de España y Francia dedicadas a la lucha contra el terrorismo coinciden en señalar a EL ESPAÑOL que lo entregado por ETA no representa todo su arsenal. En realidad representa lo que han sido capaces de recopilar en los últimos tiempos, condicionados por su extrema debilidad, los golpes policiales y su incapacidad incluso para saber con exactitud todo lo que tienen. Estas fuentes explican que los últimos años han tenido incluso que consultar a sus compañeros en prisión por la ubicación de zulos antiguos. En ocasiones las explicaciones recibidas servían para dar con su paradero y otras veces no.

Un desarme incompleto

Como vara de medir, los expertos en la lucha antiterrorista recuerdan que aún faltan por recuperar alrededor de 140 armas de las que ETA robó en el año 2006 en la fábrica de Vauvert (Francia) en pleno proceso de negociación con el Gobierno de Zapatero. Todo el lote entregado este sábado ya supone alrededor de 20 armas menos. A la espera de confirmar el inventario aportado por los mediadores de la banda a la Fiscalía francesa, no parece que entre el material haya armamento del que ETA adquirió en el pasado como misiles y lanzagranadas.

Añaden estas fuentes que el pasado 12 de octubre de 2016 la Guardia Civil y la Policía francesa hallaron en la 'operación Descubrimiento' hasta 145 armas cortas en una zona boscosa en el norte de París. Sólo esa incautación ya es superior también al desarme de este sábado sobre el que sus organizadores, los llamados "artesanos de la paz", dejaban sin respuesta algunas de las principales dudas. Cuando se les preguntaba sobre si entre el material incautado hay armas usadas en atentados sin resolver, afirmaban que lo desconocían, pero que su intención no es "alimentar investigaciones policiales". Desde su punto de vista, esos datos "no son relevantes".

Asimismo, los ocho zulos aportados por ETA se encuentran todos en distintos puntos del sur de Francia. Sospechan que la banda tiene más material repartido en escondites que no ha sido aportado. Ninguno de los depósitos desvelado ahora está en España, eso a pesar de que el pasado mes de marzo la Guardia Civil incautó ocho bidones de la banda que estaban escondidos en la ladera de un monte en Irún (Guipúzcoa). Contenían cerca de 40 kilos de material para la confección de explosivos.

Francia informará a España

Para calibrar la magnitud de la entrega de ETA se fijan en la 'Operación Santuario' de 2004 en la que fueron detenidos los dirigentes de ETA 'Mikel Antza' y 'Anboto'. A partir de ese operativo, la Guardia Civil se hizo con varios centenares de armas de los terroristas. Desde ese punto de vista, las fuerzas de seguridad advierten de que el acto de este sábado no era más que una escenificación para retomar sus exigencias históricas antes de quedarse sin la baza de las armas. Más si se tiene en cuenta que tras el cese de la violencia, ETA no podía usarlas.

El Gobierno de Francia emitió a última hora de la tarde un comunicado en el que confirmaba que a las 08:40 de la mañana un miembro de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), se presentó ante el Tribunal de Gran Instancia de Bayona para dar al fiscal el listado con los zulos y su inventario íntegro al que tuvo acceso este periódico. Al finalizar la jornada, la Policía francesa ya había encontrado en bidones y bolsas, "decenas de armas de mano y hombro, miles de municiones, cientos de kilogramos de explosivos y productos utilizados en la composición de explosivos y detonadores".

Si bien el inventario definitivo de lo encontrado estará listo en los próximos días, las pruebas reunidas durante la investigación, incluyendo los resultados de la experiencia técnica y forense, serán compartidos con las autoridades españolas.