Antidisturbios de la Policía dispersando a los radicales en la Universidad de Navarra, en los incidentes del pasado mes de octubre.

Antidisturbios de la Policía dispersando a los radicales en la Universidad de Navarra, en los incidentes del pasado mes de octubre. Jesús Diges Efe

España

La 'kale borroka' ha vuelto a la Universidad: promueve el acoso ideológico y empuja a muchos estudiantes a la privada

Grupos violentos de extrema izquierda condicionan al profesorado y vetan los actos que no encajan con su ideología.

En el País Vasco hay "una purga ideológica interna entre los afines a Bildu y los nuevos grupos radicalizados".

Más información: Brutal agresión de 'abertzales' encapuchados al periodista de El Español que informaba de su protesta ilegal en Pamplona

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Las claves

Grupos radicales como Ikama y GKS han impulsado una nueva ola de violencia y acoso ideológico en universidades del País Vasco y Navarra, afectando a estudiantes, profesores y periodistas.

El clima de intimidación y control ideológico está provocando que muchos alumnos opten por universidades privadas, mientras las públicas sufren la hegemonía de minorías organizadas y fanatizadas.

Profesores y sindicatos de la Ertzaintza denuncian la falta de respuesta contundente de las autoridades y el deterioro de la libertad académica, la convivencia y el pluralismo en los campus.

Plataformas como Ego Non critican el silencio institucional ante la violencia y alertan sobre una purga ideológica interna entre la izquierda abertzale tradicional y los nuevos grupos más radicalizados.

La violencia en las universidades españolas parecía hasta ahora un fenómeno exclusivo de Cataluña durante los años del procés (la han sufrido los jóvenes constitucionalistas de S'ha Acabat!) y del País Vasco.

Pero las recientes protestas por Palestina, la agresión sufrida por un periodista de EL ESPAÑOL en Pamplona y la gira emprendida por el activista Vito Quiles por varios campus, que ha chocado con la respuesta de organizaciones "antifascistas", ha sacado a la luz este fenómeno en distintos puntos de España.

Los expertos policiales consultados apuntan a dos grupos como principales impulsores del nuevo movimiento de la kale borroka.

Por un lado, Ikama, un sindicato de estudiantes creado en 2020 y agresivo rival de Ernai, que son las juventudes de Sortu, el satélite de Bildu. Y por otro, GKS, un grupo antisistema explícitamente estalinista y que está en expansión fuera del País Vasco.

Este último, junto con Ikama, movilizó a finales de octubre la protesta violenta en el campus de la Universidad de Navarra, en el que un periodista de EL ESPAÑOL, José Ismael Martínez, fue brutalmente agredido. No hubo condenas políticas por parte del Gobierno.

No obstante, la Policía Nacional detuvo este viernes a cuatro jóvenes, por su presunta implicación en aquellos hechos.

Carlos Martinez Gorriarán es profesor titular de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad del País Vasco (UPV) desde 1992. Fue uno de los fundadores del Foro de Ermua, de la plataforma ¡Basta Ya!, de la que fue portavoz, y de UPyD.

En 2002 fue uno de los 42 profesores de la UPV que firmaron un manifiesto denunciando que en su campus actuaba una "red mafiosa que apoya, justifica y explota el terrorismo en su propio beneficio, sin que su colaboración con ETA haya sido perseguida como se debe".

A sus 65 años, en estos días vuelve a ver carteles en el campus de San Sebastián donde se le señala como "tránsfobo, machista, fascista y sionista". Y se jubila.

"No lo hago por las amenazas", afirma en conversación con EL ESPAÑOL, "me jubilo porque puedo y porque estoy harto de la degeneración de la universidad. No sólo por esta kale borroka. La universidad está en manos de grupúsculos y así no se puede trabajar".

"La universidad", señala el fundador de ¡Basta Ya!, "está en manos de gente fanática: Vito Quiles no puede ir, pero Irene Montero hace lo que le da la gana. En el País Vasco, la Universidad, sobre todo la de Humanidades y Ciencias Sociales, está en manos de la extrema izquierda".

A Martínez Gorriarán lo amenazaron también en junio. "Pero no es sólo contra mí, es contra el profesorado al que tachan de 'fascista'. Yo me dediqué a la política con UpyD hasta 2016. Esto está ocurriendo, digamos, desde 2018. Vivimos un ambiente de coacción. Una coacción de la que no se habla".

¿Ha habido muestras de solidaridad? "A mí me han amenazado, y me han llamado para expresarme su solidaridad tres profesores y el decano. ¿El resto? Como si no pasara nada. Igual que en Cataluña".

No obstante, subraya que "esto no es un problema vasco, es de toda la universidad española. Lo que pasa es que aquí causa más impacto por el territorio. Yo he ido a dar clases con escolta. Ahora también han amenazado a profesores de la Facultad de Periodismo que han sido críticos con lo que ha pasado en el campamento de verano de Bernedo".

En el ambiente cotidiano estudiantil, asevera el profesor, "son pocos los que la arman. Pero la Ley de Universidades les da alas: son tres gatos, y aunque tengan pocos votos controlan el Consejo de Estudiantes, que son el 20% de los votos que eligen a un rector. Por eso hay tanta dependencia".

Los rectores en las universidades vascas "tienen un sesgo pro Bildu que es exagerado: promueven actos en solidaridad con Palestina, han cancelado el dinero para investigación con las universidades israelíes... Y está ocurriendo una cosa que nadie cuenta: que los estudiantes normales se están yendo a la privada, y esto lo saben las universidades públicas".

Las fuentes consultadas coinciden en que la situación actual en las universidades vascas y en Navarra viene desde hace siete años. En 2018, explica Gorriarán, "los chavales que estaban en el instituto están hoy en la Universidad. Son grupos perfectamente organizados".

A su juicio, la violencia vivida el pasado mes de octubre en la Universidad de Navarra es la "prueba" de este fenómeno: "Se está incubando una segunda oleada de terrorismo. Porque la kale borroka es terrorismo".

Se trata de un terrorismo callejero "de segunda generación. Es mucho más extremo que el primero. Entre pintadas de Gora ETA, el otro día vi carteles señalando y con las caras de Abascal, Sánchez, Feijòo.... y Otegi. Porque Otegi es para ellos un enemigo de clase. Son radicales, estalinistas... Es que en la Universidad homenajearon a Stalin en su aniversario. Piensan distinto al 90% de la gente normal".

Iñaki Arteta es director de cine, guionista, fotógrafo y activista de los derechos humanos. Conocido por dar voz a las víctimas de la banda terrorista ETA , en la actualidad impulsa el Archivo Audiovisual de las Víctimas del Terrorismo de España.

Bildu, analiza en conversación con EL ESPAÑOL, "se ha convertido en un partido convencional, y les ha surgido un problemilla con sus juventudes. Les han salido los nietos díscolos, que están haciendo una millonésima parte de lo que hicieron ellos. Y estos jóvenes, a los de Bildu, los ven conservadores".

Arteta no duda en señalar el origen, y también la consecuencia de ello: "Determinados medios de comunicación les han dado una bola que no les correspondía. Les han regalado titulares con 'multitudinaria manifestación' y eran 500".

Resume que el País Vasco "suceden cosas raras. La política está atravesada por el silencio. Si todo esto era raro para España, ahora lo es más. Aquí el constitucionalismo no existe".

Así, en el momento actual, "asistimos a un periodo de transición. El PNV lo sabe, y se nota que se acaba el gran ciclo. Aunque no vaya a haber una gran diferencia entre el PNV y Bildu. Si Bildu sustituye al PNV, vamos a tener el mismo panorama".

El panorama, por tanto, es similar al de hace décadas, al menos, en la calle. "La siembra de la violencia está ahí. Mira lo que le hicieron a este chico [por el periodista de EL ESPAÑOL]. Porque claro, habiendo hecho lo que hizo ETA, y que sus miembros ya están en la calle, pues dirán que si ellos meten ruido ahora no pasa nada. Y eso es lo que ha ocurrido. ¿Ha condenado alguien lo ocurrido?"

El director de cine avisa de que la violencia "puede escalar. Ha habido tanta tolerancia tantos años con ETA... y claro, ahora que están en Madrid, de pronto Bildu da un discurso y meten un mensaje afín, pero cada vez lo hacen menos. Todo esto es un factor nuevo en este rollo del poder".

El activista destaca varios rasgos distintivos de este fenómeno: "Ya no habla nadie de independencia. Para qué, si lo tienen todo. Sólo les falta la selección de fútbol, como dijo el otro día Mertxe Aizpurua. Aspiran a cosas simbólicas".

Otro factor es "el de la inmigración, la falta de natalidad, y que tenemos la población más envejecida de Europa. Y saben que siempre van a depender de España. Vamos, eso lo sabe Otegi. Depender de España, pero fíjate como está España, con un Gobierno increíble".

En el País Vasco, subraya Arteta, "no hay sosiego. Es una paz rara, manoseada. Una especie de final negociado, como en Cataluña, donde los constitucionalistas no pintamos nada. Donde la sociedad ha pasado de vivir en la violencia a vivir en el silencio".

Por su parte, Juan Carlos Sáez, secretario general del Sindicato Profesional de la Ertzaintza (Si.P.E.), asegura a EL ESPAÑOL que hay "máxima preocupación por el aumento de episodios de violencia, intimidación y acoso ideológico" protagonizados por grupos radicales en diversas universidades del País Vasco y Navarra.

Estas conductas "están deteriorando gravemente la convivencia académica y generando un clima de miedo" que afecta a estudiantes, profesores, personal universitario y a cualquier persona o colectivo que participe en actividades formativas o divulgativas en los campus.

Durante los últimos meses, "distintos centros universitarios han visto cómo minorías organizadas irrumpen en actos académicos, revientan conferencias, boicotean debates, impiden sesiones docentes y utilizan la intimidación como herramienta para imponer su visión ideológica.

Estas actuaciones, basadas en la amenaza, el insulto y la presión física o verbal, "vulneran principios esenciales de la universidad como son la libertad de expresión, la libertad académica y el respeto al pluralismo".

Sáez advierte de que este tipo de comportamientos "no son protestas legítimas, sino actos de coacción. Cuando un grupo decide quién puede hablar, qué actividades pueden realizarse o qué ideas pueden debatirse, estamos ante una agresión directa al marco democrático".

La universidad, asevera, "no puede ser rehén de quienes sustituyen el diálogo por el señalamiento ni de quienes pretenden imponer una hegemonía ideológica a través del miedo".

"Cada actividad suspendida", añade, "cada ponente expulsado y cada clase boicoteada representan un retroceso en las libertades colectivas".

Por ese motivo, el Si.P.E. considera imprescindible "que las autoridades académicas y el Gobierno Vasco actúen con determinación para frenar esta escalada de violencia y garantizar que la ley se cumple dentro de los campus".

También incide Juan Carlos Sáenz en que las universidades "deben posicionarse de forma inequívoca contra cualquier intento de censura o dominio ideológico. No puede permitirse que minorías agresivas condicionen contenidos, vetos o presencias".

EGo Non (Yo no) es una plataforma de jóvenes del País Vasco y Navarra cuya principal finalidad es no mostrar "ni la complicidad ni la indiferencia" ante "la normalidad de los homenajes a etarras, ante la manipulación de la historia y ante el olvido institucional".

Entre sus miembros figuran Claudia Múgica, nieta del socialista asesinado por ETA Fernando Múgica, y Elena Heredero, cuyo abuelo, Antonio Heredero Gil, "fue asesinado por ETA en Salamanca el 2 de septiembre de 1992. Era Coronel del Ejército de Tierra".

La irrupción de los radicales de la Gazte Koordinadora Sozialista (GKS) y del Mugimendu Sozialista (MS) en el paisaje político vasco "evoca necesariamente aquellos años 50 y 60 del siglo pasado, cuando unos jóvenes nacionalistas vascos, descontentos con la línea moderada del PNV empezaron a organizarse por su cuenta. Así nacía ETA".

Tanto GKS como MS, consideran, "son ejemplo del fallo del Estado y, sobre todo, de los partidos políticos a la hora de evitar que las ideas del nacionalismo vasco triunfen".

Porque, inciden, "el nacionalismo vasco como ideología inspiró el terrorismo y ha resultado exento de culpa". Por ello, GKS y MS comparten esa ideología con Bildu y con el PNV, y por ello sigue presente en las instituciones, y con más influencia que nunca".

"Una purga ideológica"

La asociación que encabezan Claudia Múgica y Elena Heredero denuncia que "la izquierda abertzale oficial, la que hoy sostiene a nuestro Gobierno, ha alimentado durante años a una bestia basada en el odio y la xenofobia. Han creado generaciones enteras en la convicción de que las calles les pertenecen por derecho natural y de que la universidad era un espacio reservado para su hegemonía política".

"Esa criatura mira hoy con desprecio Otegi y Sortu", señalan, "los ven como renegados que se han acomodado en las instituciones. Lo que vemos en la UPV y en Navarra, en las calles, manifestaciones y fiestas es una purga ideológica interna. Es la lucha por el control de los espacios entre los afines a Bildu y los nuevos grupos radicalizados".

De ahí que esta "nueva kale borroka es el hijo bastardo de la legitimación de Bildu. Porque si enseñas que la violencia tuvo justificación política en el pasado, ¿cómo les explicas a los jóvenes de GKS o de MS que no la tienen ahora?"

A Ego Non le preocupa también "el mutismo oficial que acompaña a la violencia". Y apuntan que el caso José Ismael Martínez, periodista de EL ESPAÑOL agredido en Pamplona es paradigmático.

Porque se trata de una agresión "que no recibió una condena clara y urgente que cabría esperar de cualquier Gobierno democrático".

"Cuando la prensa es acosada por militantes políticos", dicen al respecto, "la sociedad debería alarmarse. Pero en su lugar, hubo una tibieza cómplice que envía un mensaje peligroso: actuar violentamente sale gratis".