El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Europa Press

España

Sánchez presiona al tribunal: "El fiscal general es inocente y tras lo escuchado esta semana, más aún. Se impondrá la verdad"

El presidente del Gobierno respalda que García Ortiz no renunciara a su cargo antes del juicio: "Eso significaría que no se confía en la presunción de inocencia"

Más información: García Ortiz escenifica su desafío ante el TS: viste de fiscal, se sienta junto a los jueces y sus subordinados le aplauden

G. Domínguez
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Las claves

Pedro Sánchez defiende públicamente la inocencia del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, antes de que se conozca el veredicto de su juicio por revelación de secretos.

El presidente rompe la tradición de no opinar sobre casos judiciales en marcha y asegura que "la verdad se acabará imponiendo" en favor del fiscal general.

El caso implica la filtración de un correo de un abogado vinculado a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, lo que ha aumentado la tensión política entre el Gobierno y la oposición.

Sánchez evita comentar los procesos judiciales que afectan a su familia y niega financiación irregular en el PSOE, atribuyendo el aumento de Vox al discurso de la derecha.

Un giro más a la presión sobre la Justicia. El presidente del Gobierno ha defendido este sábado la inocencia del fiscal general del Estado, una semana después del inicio del juicio a Álvaro García Ortiz. Durante estos siete días, Pedro Sánchez dice haber consolidado su opinión "tras lo escuchado y oído".

"El Gobierno de España cree en la inocencia del fiscal general del Estado y, tras lo escuchado y visto esta semana, más aún", ha asegurado en una entrevista con El País en la que ha roto la tradición de los jefes del Ejecutivo de no opinar sobre casos judiciales en marcha desde su posición.

Sánchez ha afirmado que "la verdad se acabará imponiendo" en este caso y esa verdad, a juicio del mandatario y antes de conocer el veredicto, "es que el fiscal general del Estado es inocente".

Pese a evitar responder acerca de si el caso "se ha instrumentalizado políticamente", tal y como le preguntan en la entrevista, ratifica en varias ocasiones su posición.

Sánchez tampoco ha hecho ningún comentario acerca del desafío de García Ortiz al Tribunal Supremo, al ingresar a la sala de audiencias vestido de fiscal, sentarse junto a los jueces y no en el banquillo de los acusados gracias a su posición y hacer que sus subordinados le aplaudieran.

García Ortiz es juzgado por un delito de revelación de secretos, castigado con una pena de cárcel de hasta cuatro años, multa y susceptible de costarle el puesto.

El todavía fiscal general está acusado de haber filtrado a la prensa un correo electrónico firmado por uno de los abogados de Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

En ese e-mail, enviado en febrero de 2024 a la Fiscalía Provincial de Madrid, el letrado admitía que su cliente cometió dos delitos fiscales. Una vez el correo se hizo público a través de varios medios afines al Gobierno, se convirtió en metralla política contra Ayuso.

Sin embargo, Sánchez opta por no opinar sobre los casos que afectan a su esposa y a su hermano, al considerar que, como "afectan a familiares", debe "ser muy escrupuloso y respetuoso con estos procedimientos judiciales".

Pero advierte que "los ciudadanos están lo suficientemente informados como para saber diferenciar" los procesos.

"Yo lo único que subrayo es lo siguiente: en el momento en que se abrieron estos procesos critiqué esta máquina del fango que ha puesto en marcha la derecha y la ultraderecha", afirma en otro de sus dardos.

Precisamente, en la entradilla de la entrevista, los periodistas de El País aseguran que Sánchez es víctima de un "feroz cerco judicial" acrecentado durante las horas previas a la conversación.

Acerca de los Presupuestos Generales del Estado, que debía haber presentado el 30 de septiembre según el mandato constitucional, el presidente considera que "la complejidad parlamentaria" que le impide garantizar que reciban luz verde "es fruto de la voluntad ciudadana manifestada en las elecciones".

De nuevo, evita responder acerca de cómo pretende seguir al frente del Ejecutivo sin presupuestos, pero sostiene que no convocará unas nuevas elecciones para que una mayoría diferente pueda sacar adelante la ley anual fundamental para el Gobierno.

Sánchez también afirma que "es necesario articular más acuerdos con" el Partido Popular, pero, a continuación, carga contra el primer partido en el Congreso, con mayoría absoluta en el Senado, al aseverar que "está rendido a la ultraderecha y abonado al esperpento".

Tras el ataque al PP, pide más acuerdos porque "la voluntad del Gobierno para llegar a pactos es total".

Sánchez reconoce que la última vez que habló con Alberto Núñez Feijóo fue "hace tiempo", pero se muestra partidario de llegar a acuerdos con él en asuntos como "la emergencia climática".

Finalmente, insiste en su teoría de que en el PSOE "no ha habido en absoluto financiación irregular". Este periódico ha desvelado que José Luis Ábalos y Koldo García recibieron sobres con dinero no declarado en Ferraz que apuntan a que había una 'caja B' en el partido.

"El Partido Socialista se financia por vías legales. En 2024, el 75% de nuestros ingresos provino de subvenciones públicas y el 25% restante, de las aportaciones de los militantes y de las cuotas que pagamos los altos cargos", concluye.

A preguntas de los periodistas de El País, Pedro Sánchez presume de las buenas cifras económicas, mientras culpa a las CCAA gobernadas por el PP del incremento de los niveles de pobreza y de las dificultades para acceder a una vivienda.

"¿Cómo es posible que, si este Gobierno ha dado a las comunidades autónomas un 45% más de recursos públicos (300.000 millones de euros más que Rajoy), esto no se haya traducido", se pregunta, "en mejoras en servicios sociales y lucha contra la pobreza?"

Y continúa: "¿Cómo es posible que se nieguen a aplicar la Ley de Vivienda que les permite intervenir en el principal drama que viven los jóvenes y no tan jóvenes?"

Del auge de Vox en las encuestas, el presidente del Gobierno culpa a "la derecha política, mediática e intelectual", que "con tal de que no gobiernen las fuerzas progresistas, es capaz de blanquear el discurso de la ultraderecha".