La ministra de Sanidad, Carolina Darias, este martes durante la sesión de control al Gobierno en el Senado.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, este martes durante la sesión de control al Gobierno en el Senado. EFE

España SANIDAD

La inflación continúa ahogando a los españoles: 2 millones ya no pueden pagar sus medicamentos

El 4,2% de los españoles han dejado de tomar algún medicamento que les había recetado el médico porque no han podido pagarlo.

26 diciembre, 2022 02:58

La cesta de la compra de los alimentos básicos se ha encarecido en España un 15% en el último año, la mayor subida desde que hay registros. Esto ha provocado que muchos españoles se vean obligados a plantearse qué comprar y qué no. Hasta el extremo de renunciar a algunos productos imprescindibles.

Así lo refleja el último Barómetro Sanitario elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que eleva ya al 4,2% el número de españoles que han dejado de tomar algún medicamento porque no se lo pueden permitir por motivos económicos. Es decir, esta situación afecta a casi dos millones de personas en nuestro país.

La cifra es muy superior a la de los últimos barómetros. De hecho, y conforme se ha ido incrementando el coste de la vida, el porcentaje de españoles que no ha podido pagar algún fármaco que era necesario para su salud se ha casi duplicado.

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En octubre de 2022, cuando EL ESPAÑOL se hizo eco del último Barómetro Sanitario, el 3,3% de la población alegaba no poder pagar los fármacos que les había recetado su médico. Ahora, en diciembre, la cifra alcanza ya el 4.2%.

La tendencia alcista respecto al mes de marzo es clara. Entonces, un 2,4% aseguraba que había dejado de tomar sus medicinas por su situación económica. Es decir, casi la mitad que ahora.

Precios

Pese a que la inflación no afecta directamente a la compra de medicamentos (sus precios están regulados por la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos y Productos Sanitarios), la situación económica sí les afecta.

Cuando la cesta de la compra sube, muchos deben plantearse qué dejar de comprar, aunque esto afecte a su propia salud.

Además, la cesta de la compra en el área sanitaria no sólo concierne a fármacos. También hay otros productos adquiridos en farmacias a los que sí se transmite la inflación, puesto que no hay precios fijos. Este es el caso de prótesis, gafas y productos de botica.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2012 un hogar español gastaba de media 896 euros en sanidad. En 2021 el contante sube hasta los 1.203 euros. 

IPC

La cifra de españoles que no pueden acceder a sus fármacos puede incrementarse en los próximos meses si el Gobierno de España cumple una deuda histórica con la industria del medicamento. Y es que, aunque el bolsillo de los españoles no se pueda permitir que se suban los precios de los fármacos, muchos fabricantes del sector tienen un problema similar: no pueden elaborar sus productos por los elevados costes de producción.

De esta forma, y si el Gobierno permite que se suba el precio de venta de los fármacos (para poder hacer frente a su coste real de elaboración), cada vez serán más los que no podrán pagarlos. 

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Según cifras del INE, el precio de la fabricación de productos farmacéuticos se disparó un 2,2% en el mes de junio (últimas cifras oficiales) en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Precisamente, durante la última semana de noviembre el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó la actualización de los precios de referencia de los medicamentos en el Sistema Nacional de Salud (SNS). 

El sector de la industria farmacéutica había reclamado que se revisaran al alza para adecuarse a la situación actual de inflación, pero no ocurrió así. Según el Observatorio del Medicamento, esta nueva actualización de precios va a suponer un impacto negativo para el sector de 40 millones. Algunos, sobre todo los productores de genéricos, temen perder sus márgenes de beneficio. 

Copago

Para que las familias puedan pagar sus medicinas, hasta en las situaciones más complejas, sin que ello suponga un perjuicio para las farmacéuticas, el Ministerio de Sanidad tiene una herramienta: el copago. Una forma de subvencionar parte del gasto en medicamentos de una familia con rentas bajas. 

El modelo español está en estudio y, aunque se prevé que ayude a más familias en los próximos meses, no hay todavía nada decidido. 

En estos momentos, los niveles de aportación para el pago de medicamentos en el Sistema Nacional de Salud (SNS) se establecen en función de tres criterios: renta, edad y grado de enfermedad.

Por ello, existen tres tramos de aportación (de 0% a 60%) en función de la renta. Están establecidos, en el caso de los pensionistas, límites máximos de aportación al mes en función de la renta.

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Del mismo modo, los pacientes con enfermedades graves y los pacientes crónicos tienen una aportación reducida del 10% en los medicamentos y productos sanitarios con financiación pública, con un límite máximo de aportación actualizado al IPC.

Así las cosas, la opción que baraja Sanidad es ampliar el número de contribuyentes "más vulnerables". Ahora mismo hay tres categorías: rentas inferiores a 18.000 euros (que sólo en algunos casos pagan un 40%), rentas de entre 18.000 a 100.000 (un 50% de retribución) y rentas superiores a 100.000 (abonan el 60% del precio).