Otegi en Salvados

Otegi en Salvados

España Entrevista en 'Salvados'

Otegi: "¿Cómo me puedes pedir que condene una cosa cuando no la condenaba en el pasado?"

Otegi en 12 frases: El ex portavoz de Batasuna se esfuerza por mostrar su cara amable ante las preguntas de Jordi Évole en el programa de Salvados emitido este domingo.

18 abril, 2016 00:23

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"¿Cómo me puedes pedir a mí ahora que yo condene una cosa del pasado cuando yo no la condenaba cuando se producía y además he pagado claramente por no hacerlo?", respondía Otegi a la pregunta de Jordi Évole sobre la necesidad de condenar la violencia en la entrevista en 'Salvados'. "Todavía no hemos demostrado que nuestros objetivos se puedan conseguir por vías pacíficas", añadía. ¿Tanta violencia había servido de algo? Repetir ese mantra puede tener consecuencias: "Cuando se humilla o se frustra a la gente las consecuencias suelen ser bastante, bastante graves".

1. "Yo no me considero un terrorista, para nada". La entrevista comenzaba de pie, con la vista puesta en la yugular. ¿Para qué empezar los remilgos?

"Yo me considero una persona que ha sido responsable en términos políticos de parte de la tragedia que ha vivido este país, pero me considero una persona que, junto a otros compañeros y compañeras, también ha contribuido decididamente a que exista un escenario en el que haya desaparecido la lucha armada", explicaba Otegi, quien añadía que acepta y respeta que lo que ha hecho ETA es terrorismo. "La gente juzgará cuál es mi contribución".

2. "Pocos habrá en Euskadi que no conozcan o no tenga un militante de ETA en su familia". ¿Por qué se hace uno de ETA? Esta ha sido la pregunta de Évole que ha dado lugar a esta afirmación, redondeada con cifras por Arnaldo Otegi. 15.000 militantes ha tenido ETA según sus cálculos. Suficientes, siempre según él, para que no haya un sólo vasco que no sepa de o conozca a alguno.

3. "La utilización de las vías armadas en la izquierda mundial es permanente". Sentencia. Rotunda y doliente. Leída suena a justificación, tal vez lo sea, aunque en la boca del ex dirigente de Batasuna sonaba a perogrullo, a prímera línea de libro de Historia, según en qué ikastola.

4. “Uno se siente abrumado y sabe que es responsable en parte de esa tragedia". Sara Buesa aparecía en escena. Contaba la anécdota de un mechero que Otegi le regaló a su padre, Fernando Buesa, y que usaba, en el que aparecía escrito Euskal Herritarrok, para que Buesa aprendiera a pronunciarlo, poco antes de que ETA le asesinara a él y a su guardaespaldas con un coche bomba en el año 2000. Eran antagónicos, pero compañeros.

¿Sintió a nivel humano Arnaldo Otegi el asesinato de su padre? "Es conmovedor. Es evidente que se movió algo a nivel humano. Era un gran parlamentario, le tenía respeto. Le quiero manifestar que algo se movió con cada asesinato, con cada muerte", respondía el exportavoz de EH.

Otro asesinato, el de Miguel Ángel Blanco le sorprendió "en la playa, como un día normal". Aun así asegura que intentó que esa muerte no se produjera: "Alguna iniciativa hubo en ese sentido y no voy a decir más. Alguna iniciativa planteamos algunos para que eso no fuese así".

5. Hipercor: “Una gran convulsión. Un punto de inflexión en la reflexión de la izquierda abertzale”. Así recuerda Otegi el 19 de junio de 1987 cuando un coche bomba ideado por ETA acabó con la vida de 21 personas en un Hipercor de Barcelona. "El sentimiento era de abatimiento total. La intención no era matar", aseguraba, añadiendo, con el rostro apretado, que ETA avisó en tres ocasiones para que el centro comercial fuese desalojado. Évole, sin saber muy bien como encajar, se preguntaba en voz alta cómo es posible no tener intención de matar aparcando un coche bomba en un centro comercial. "¿Si no, por qué avisas?", devolvía Otegi.

6. "Hay un intento permanente por recrear una situación que ya no existe". ¿Haría falta condena contundente respecto a la violencia?, miraba fijamente Évole. "¿Cómo me puedes pedir a mí ahora que yo condene una cosa del pasado cuando yo no la condenaba cuando se producía y además he pagado claramente por no hacerlo?, porque yo he sido ilegalizado, he sido detenido, he sido encarcelado". Una 'condena' que parece rozar el mal gusto: "Es la palabra tabú, la condena famosa, siempre dándole vueltas a lo mismo".

7. "¿A parte del Estado le hubiese convenido que ETA siguiera matando? Sin duda". "Me consta que es así, no lo puedo decir públicamente, pero me consta que es así", tiraba la piedra Otegi, convencido, según seguía narrando, de que en el "Estado español" hay sectores a los que no les importaría que ETA volviera con una "determinada intensidad". "La paz no es un buen negocio para los sectores que en el Estado consideraban que eso era posible de instrumentalizar para conseguir sus fines políticos".

8. “ETA deja la lucha armada porque la izquierda abertzale toma la decisión de cambiar de estrategia”. No fueron los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. "Eso es el relato oficial". ETA dejó la lucha armada porque la izquierda abertzale consideró que la estrategia debe cambiarse. Así de sencillo. "ETA tenía capacidad para haber seguido y hoy en día tendría capacidad para captar militantes, sin duda", da por hecho Otegi, aunque haciendo concesiones: “La paz en este país se debe a la izquierda abertzale, pero también a gente como Egiguren o Rodríguez Zapatero”.

9. "Ha ocurrido, tampoco tiene vuelta". ¿Ha merecido la pena tanto dolor para llegar hasta aquí? Esta pregunta también conmovía a Otegi, que cambiaba el semblante, como si la silla escociera. Y desde ahí llegaba una de las frases de la noche...

10. "Cuidado, todavía no hemos demostrado que sean posibles de alcanzar los objetivos por las vías democráticas". Y más: "Cuando se humilla y frustra a la gente, las consecuencias suelen ser bastante, bastante graves". 

11. "Jamás volveremos a plantear el camino de la lucha armada". El ex dirigente de EH ha insistido en varias ocasiones en este punto.

12. "Yo estoy dispuesto a perder... democráticamente". El problema, para Otegi, es que el "Estado español" no deja contrastar esas propuestas con la gente, como sucede con las consultas soberanistas. "Si este país vota y decide que quiere seguir formando parte del Estado español, yo ya he ganado en el proceso".