El enorme potencial exportador de Castilla-La Mancha se está convirtiendo progresiva y decididamente en uno de los principales motores económicos de la región. Es una gran noticia para nuestra economía regional y para las muchas empresas que, mes a mes, consiguen excelentes resultados vendiendo en los mercados internacionales. Los productos de Castilla-La Mancha, especialmente en el sector agroalimentario, son cada día más apreciados en muchos países y desde hace ya algún tiempo tiran con fuerza del carro de la economía regional. El vino es uno de los productos estrella que está empujando con notable relevancia el crecimiento de las exportaciones castellano-manchegas.

Los últimos datos oficiales conocidos, correspondientes al pasado mes de agosto, nos hablan de un fuerte crecimiento exportador de la región por encima de la media nacional. La cifra alcanzada en ese mes fue de 4.612,8 millones de euros en exportaciones de Castilla-La Mancha, un 10,1 por ciento por encima del mismo periodo del año anterior, según el informe de la Dirección Territorial de Comercio-ICEX. La provincia de Ciudad Real destaca en esta materia sobre el conjunto de la región, aunque con Guadalajara y Toledo aproximándose.

Está claro que la apuesta exportadora genera importantes beneficios para la economía castellano-manchega y ese es un filón que los empresarios deben seguir explotando con eficacia y calidad y que el Gobierno regional tiene que seguir apoyando con toda la intensidad que sea posible.