Francisco Gutiérrez Orúe, del que nadie había oído hablar hasta ahora en Castilla-La Mancha, ha sido noticia estos días por un hecho muy singular: Tras ser condenado a cinco años y tres meses de prisión por el Tribunal Supremo ha pedido el indulto parcial de la sentencia por ser socialista y sindicalista. Es un argumento tan peregrino que ha provocado duras críticas, cuando no el simple cachondeo, en las redes sociales.

Gutiérrez Orúe es el principal condenado por el enchufe en una concesionaria municipal del Ayuntamiento de Vigo de la cuñada de Carmela Silva, presidenta del PSOE gallego y de la Diputación de Pontevedra.

Según ABC, entre las razones presentadas para pedir el indulto está “que tiene una trayectoria anterior intachable, como trabajador público, además de concienciado con los derechos sociales y de los trabajadores desde su afiliación al sindicato UGT y al PSOE”. En el escrito reitera que “en marzo de 1982, con 26 años, se afilió al sindicato UGT y pocos meses después, en noviembre del mismo año, al PSOE”. En la petición de indulto ha incluido los carnés de afiliación al sindicato y al partido.

Entre las reacciones que ha suscitado está la del exconsejero de Sanidad de Castilla-La Mancha y en la actualidad diputado por Guadalajara José Ignacio Echániz, que ha comentado en su cuenta de Twitter: “Oye, indúltame que soy del PSOE y de UGT. Corrupto tenía que ser”.

Por su parte, el exdiputado de Cs por Toledo Juan Carlos Girauta, al hilo del tuit de Echániz, ha mostrado con dureza y humor su opinión sobre el personaje y su militancia de izquierdas: "Un condenado por corrupción pide el indulto por su militancia en PSOE y UGT ¿Qué implica ese argumento? ¿Qué siendo de izquierdas no puede haber delinquido y los jueces se han equivocado? ¿Qué por ser de izquierdas no debe ser castigado? ¿Qué tiene unos huevos de platino?”.