Todo el mundo está de acuerdo en que el potencial de la Inteligencia Artificial es enorme; pero tampoco faltan las voces que advierten que las cosas pueden salir muy mal si dependemos en exclusiva de esta tecnología.

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Las propias IA son las primeras en demostrar que no deberías fiarte de todo lo que dicen. Aunque parezcan muy avanzadas, aún están dando sus primeros pasos y van a cometer muchos errores; y si no, que se lo digan a Google.

Fallos graciosos (y no tan graciosos) con Google Bard

Después de activar el “código rojo” por el lanzamiento de ChatGPT, Google finalmente ha lanzado su alternativa, Google Bard. Primero sólo unos pocos usuarios de Estados Unidos y Reino Unido pueden usar el nuevo ‘chatbot’, capaz de responder a preguntas de manera humana, pero eso ha sido suficiente para que empiecen a aparecer los primeros problemas.

Ya sea por las prisas, o porque Bard aún necesita más tiempo de uso real, esta Inteligencia Artificial está cometiendo muchos errores, llegando incluso a hacerse eco de teorías conspiratorias para responder a las preguntas de los usuarios. Si fuiste de los primeros en usar ChatGPT, todo esto debería sonarte; es lo que se conoce como “alucinaciones”, cuando la IA pierde completamente el hilo de la conversación y empieza a soltar datos e información sin sentido.

Pero Bard parece tener otro problema, que la información que obtiene es sesgada o, en ocasiones, muy polémica. El ejemplo más gracioso lo ha compartido @wongmjane en Twitter, que preguntó a Bard sobre la demanda de monopolio contra Google impuesta por Departamento de Justicia de los EEUU. De manera sorprendente, Bard respondió de manera muy crítica contra Google, afirmando que la compañía tiene un monopolio sobre el mercado de publicidad digital, y que gracias a eso se ha implicado en prácticas anticompetitivas, comprando a sus competidores y forzando a los propietarios de las páginas a usar sus herramientas.

Bard llega a afirmar que estas prácticas han dañado a los consumidores y han afectado a la innovación, y elogia al Departamento de Defensa por dar un “importante paso” en proteger el mercado abierto. La IA espera que el jurado falle a su favor y que eso obligue a dividir el monopolio de Google.

Es muy probable que Bard simplemente haya cogido la opinión de algún medio de comunicación o columna de opinión. Varios expertos claman por la división de Google (o mejor dicho, Alphabet), en empresas más pequeñas e independientes para recuperar la competitividad del mercado.

Amante de las teorías conspiratorias

Este parece ser un problema común en las respuestas de Bard: en vez de recoger información de varias fuentes y presentar una respuesta equilibrada, la IA prefiere usar una única fuente. Tal vez es por eso que algunos usuarios están recibiendo teorías conspiratorias como respuesta, incluyendo algunas tan ridículas como que Donald Trump es un lagarto alienígena. Otras respuestas más preocupantes y realistas tratan sobre el “Pizzagate”, que Bard afirma que es real.

Lo peor es que la salvaguarda que Google había puesto para evitar estos problemas no sirve de nada. Cuando Bard fue presentado, Google presumió de que la IA siempre cita sus fuentes, dando una mayor seguridad; sin embargo, los usuarios se han fijado de que muchas de estas fuentes no dicen realmente lo que Bard afirma, y en ocasiones incluso se ha “inventado” lo que dicen.

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