Paul Preston está considerado como uno de los mejores historiadores europeos del último medio siglo. Objetivo, independiente, riguroso, incorpora a sus libros un copioso equipaje de documentación bien seleccionada. Paul Preston entrevera en sus investigaciones históricas, los principios de la ciencia nueva de Giambattista Vico, es decir la filosofía de la historia, el estudio del ser histórico en cuanto a tal ente. Le desborda además la maestría en el análisis de los personajes biografiados, así como una más que notable sagacidad en el juicio y la valoración. Su gran obra sobre Franco, “caudillo de España por la gracia de Dios”, causa admiración por su certera comprensión del dictador. La idea que, después de tantos años, tengo yo de Franco es muy cercana a la de Paul Preston.

Publica ahora el gran historiador británico una versión renovada y actualizada de su biografía del Rey Juan Carlos I. Se trata de un estudio histórico escrito desde la objetividad y la independencia. Paul Preston se mueve ideológicamente en la vanguardia, pero cuando hace historia no tiene otra preocupación que la verdad. A veces se equivoca; casi siempre acierta. Para escribir su biografía de Don Juan Carlos, Preston ha leído y consultado todos los libros esenciales relacionados con el personaje, publicados en España y fuera de España, desde los imprescindibles y rigurosos hasta los deleznables. Nadie podrá negar al historiador británico una documentación sin lagunas. Don Juan Carlos desfila por las páginas de Preston desde la infancia en Roma, Suiza y Portugal hasta su problemática incorporación a España.

El historiador británico habla de Juan III, el padre de Juan Carlos, con justicia y serenidad. Narra acontecimientos que yo he vivido de cerca y lo hace con objetividad y grave acento de verdad. Los datos que aporta de los años decisivos en la vida de Don Juan Carlos, sobre todo desde 1966 a 1969, fecha en la que el dictador le proclamó, para escarnecer a Don Juan, sucesor a título de Rey, resultan esclarecedores. Luego vienen los años del éxito y de la relevancia histórica.

Estamos ante el trabajo riguroso de un historiador independiente que cumple con su oficio en búsqueda de la verdad histórica

Juan Carlos I, bien ayudado por Torcuato Fernández-Miranda, el hombre clave de la Transición, establece en España la democracia pluralista plena, barriendo la herencia de Franco, los principios del Movimiento Nacional y las raíces de la dictadura. Se convierte así el Rey de España en una figura de primera magnitud en todo el mundo hasta encarnar uno de los cuatro reinados más importantes de nuestra Historia junto a los de Carlos I, Felipe II y Carlos III.

Subraya el autor de la biografía los aciertos de Don Juan Carlos; señala también sus defectos y permite que el lector reflexione sobre lo ocurrido en los últimos años en los que se ha producido el desmantelamiento de un hombre querido por su pueblo, admirado por todos, víctima de una vasta maniobra para descuartizar la Monarquía y con ella la estabilidad de España.

Nadie encontrará en este libro la apología de Don Juan Carlos, tampoco la diatriba de su persona. Estamos ante el trabajo riguroso de un historiador independiente que cumple con su oficio en búsqueda de la verdad histórica. Claro está que su biografía juancarlista contiene defectos y tal vez errores, pero dejo a la crítica especializada que los detecte. En todo caso, Paul Preston representa exactamente lo contrario del juicio célebre de Anatole France sobre la Historia: “… impúdica y disoluta, rendida a los poderosos, cortesana a sueldo de los Reyes, enemiga de los pueblos, inicua y falsa”.

Está muy lejos Paul Preston de esos historiadores sectarios a los que Cervantes compara en el Quijote “con los que hacen moneda falsa”. Los lectores que se adentren en esta extensa biografía de Juan Carlos I, en este ensayo histórico sobre el actual Rey padre, sacarán una idea clara de la significación del Monarca, al que se admiró en todo el mundo, y al que hoy vapulean de forma miserable los ignorantes, los manipuladores y los sectarios.