Poesía

Bajo las raíces. 40 años de Sepulcro en Tarquinia

VV.AA.

13 noviembre, 2015 01:00

Antionio Colinas. Foto: Archivo

Edición de Ben Clark. La isla de Siltolá. Sevilla, 2015. 164 páginas. 14€

Que entre los poetas sobresalientes, canónicos, de nuestro tiempo se cuenta Antonio Colinas (La Bañeza, León, 1946) es algo que el interesado en la poesía, ya sea lector, ya estudioso, sabe bien, como sabe bien que entre la espléndida obra poética de Colinas Sepulcro en Tarquinia, su libro de 1975, es el más conocido y probablemente también el más estudiado y citado en los estudios literarios. No sin algo de humor comenta el poeta en el epílogo que cierra Bajo las raíces, que, sabedor de ello, cuando le preguntan cuál de sus libros es el que prefiere "suelo dar otra respuesta" y, como explica, no es por boutade, sino porque para él "este libro es inseparable de los demás que he escrito". Y creo que no es juicio movido por la paternidad de todos ellos, sino porque todos ellos tiene una organicidad y la lectura del conjunto lo muestra a las claras. Epílogo, digámoslo, donde Colinas da informaciones de interés.

Pese a ello, por algo será que una y otra vez se menciona, se vuelve a Sepulcro en Tarquinia. Para conmemorar esa cifra redonda de los cuarenta años de su publicación Ben Clark convoca aquí a cincuenta y seis poetas en lo que es todo un homenaje del libro y de la palabra poética. Todos lectores, admiradores de Sepulcro..., lo celebran, de los más jóvenes, como Carmen Juan o Carlos Loreiro, a los muy reconocidos Francisco Brines, Pablo García Baena o Antonio Gamoneda, y la sorpresa de que también Colinas aporta su poema en forma de rememoración del yo que fue cuando escribió los poemas de su libro, un poema que es a su vez un elogio de la música, de las piezas que en los años de composición de Sepulcro escuchó y que, dice, le hicieron perder la razón y encontró otra "más poderosa/ para mi vida. Desde entonces,/ creí en algo más que en la ceniza/ y mi razón no es ya/ razón de muerte".

Este conjunto de poemas brotan, pues, de las raíces, del humus, de Sepulcro y cada uno a su manera lleva su huella y regalan una excelente lectura.