Image: Ya no es tarde

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Poesía

Ya no es tarde

Benjamín Prado

27 febrero, 2015 01:00

Benjamín Prado. Foto: Santi Cogolludo

Visor, 2014. 104pp., 9'50€

"Lo dice todo el mundo: ya no soy el que era" se lee en uno de los poemas de este libro y ahí y en varios otros lugares se está dando cuenta de una transformación del personaje, una transformación que ha dado paso a una vita nova, para decirlo con la memorable expresión que Dante utilizó para nombrar lo que la visión de Beatriz, la conmoción del amor, supuso para él; vida nueva, pues o con el título de un poema "Segunda juventud", la de quien aquí habla, alguien que ha sido salvado de su propia vida.

Así, Ya no es tarde se nutre de material autobiográfico y del mismo modo cabe calificar otros ingredientes, como las lecturas, de las que se nombran un buen número, y las reflexiones sobre la escritura de los poemas. "Libro de familia" es un muy buen título para dar una relación de, así se dice, "mi historia", donde la familia resulta ser una nómina de autores, nombrados por sus obras, y personajes literarios con los que se identifica el yo del poema: "He aprendido a nadar en los libros de Conrad", "Mi nombre es Anna Ajmátova", "fumo al modo de Auden", etc. Y no sólo se trata de declarar las lecturas fundamentales, una mínima biblioteca del autor, sino que ello sirve para exponer que leer es, sí, actividad intelectual, claro, pero sobre todo de orden moral o, en fin, experiencia total.

"Cuestión de principios", poema-prólogo, responde a lo que anuncia. Sus versos explican lo que el poema ha de cumplir, "que diga también lo que no dice", que llegue a cualquier lector, "que ponga en peligro la poesía" y que repita "justicia y corazón, / libertad / y alegría", y en consecuencia Ya no es tarde sirve también para dar testimonio de la realidad, de manera que en estas páginas se anudan, para decirlo con esas formulaciones clásicas, una poesía del yo y una poesía del nosotros -"Poesía social" se titula un poema-, es decir, que tomar la palabra es un gesto del yo, individual, pero no de un yo ensimismado sino uno que no deja de mirar a su afuera, al mundo.

Un espléndido poemario este de Benjamín Prado (Madrid, 1961), autor de una significativa obra poética y también narrativa, además de volúmenes de ensayos y aforismos. Una obra que viene teniendo una excelente recepción crítica, pero también por parte de los lectores, de hecho en poco tiempo Ya no es tarde ofrece ya una segunda edición.

Se mantienen en este libro las marcas de la escritura de Prado: la dicción clara, el buen sentido del ritmo, la idea del poema en cuanto tal. Nada parece sobrar en ninguno de ellos, ni los retazos de vida, ni las notas culturales. A lo efectivo de sus imágenes se unen juegos -"el azar se hace raza", "el animal la lámina"- que se diría dan vida a las palabras y curiosas conexiones entre ellas. Un buen poeta, un buen libro. Túa Blesa

Nunca es tarde Nunca es tarde para empezar de cero,

para quemar los barcos,

para que alguien te diga:

-Yo sólo puedo estar contigo o contra mí.

Nunca es tarde para cortar la cuerda,

para volver a echar las campanas al vuelo,

para beber de esa agua que no ibas a beber.

Nunca es tarde para romper con todo, para dejar de ser un hombre que no pueda permitirse un pasado. Y además

es tan fácil:

llega María, acaba el invierno, sale el sol,

la nieve llora lagrimas de gigante vencido

y de pronto la puerta no es un error del muro

y la calma no es cal viva en el alma

y mis llaves no cierran y abren una prisión.

Es así, tan sencillo de explicar: -Ya no es tarde,

y si antes escribía para poder vivir,

ahora

quiero vivir

para contarlo.