Image: Contradicciones, pájaros

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Poesía

Contradicciones, pájaros

Ángeles Mora

6 febrero, 2002 01:00

Ángeles Mora

Premio Ciudad de Melilla 2000. Visor, 2001. 84 págs., 6’04 euros

A pesar de sus cinco libros de poesía escritos durante los últimos veinte años, ángeles Mora es una poeta mucho menos conocida de lo que merece, lamentablemente dispersa en ediciones provinciales, accesible acaso en la amplia Antología poética (1995, El Maillot Amarillo) que preparó Luis Muñoz. Por eso, que Contradicciones, pájaros se publique en una de las colecciones de mayor difusión permitirá a muchos lectores acercarse a una de las voces poéticas más sutiles y más intensas del panorama actual. Surgida en el ambiente intelectual y político de "La otra sentimentalidad", y desde un clarividente análisis de las condiciones de la escritura femenina contemporánea, Mora ha desarrollado a su manera los dos presupuestos iniciales de dicho movimiento: que los sentimientos son históricos y que sólo cuando se aprende que la poesía es "mentira" es cuando puede empezar a escribirse "de verdad".

La ironía, el juego de intertextualidades, la difícil sencillez de sus canciones y una atractiva gracia verbal hacen de la crónica sentimental (del "pensar lo cotidiano" de Hannah Arendt) un sabio entramado sobre el que Mora indaga en torno a un sujeto femenino alternativo al consagrado por la tradición. A propósito escribía la autora: "la mujer tuvo que hacer otro desdoblamiento a la hora de escribir poesía: tuvo que distanciarse de su propio inconsciente que le decía que ella pertenecía al mismo ámbito —el del sentimiento y la sensibilidad, el de lo sublime— que la poesía […] Sólo así, dándose cuenta del "artilugio", se puede escribir desde fuera de esa trampa, entrar en el ámbito de la razón".

Pero el ámbito de este sujeto es necesariamente borroso, "inmigrante o, mejor, nómada" (como lo llama J.C. Rodríguez en su prólogo): "Así el lenguaje/acaba también siendo un animal/herido, un topo que no zapa,/ mu-do,/helado espejo de sus espías". Una y otra vez esta poeta ha seguido los pasos de ese sujeto errátil en que consiste toda poesía y de manera específica buena parte de la poesía de mujer, cuerpo político, textualidad forzada a la despersonalización en pos de la identidad. Contradicciones, pájaros consolida esta poética ya en el inicial "El infierno está en mí", que establece un fecundo extrañamiento: "Mi nombre es el desierto donde vivo./Mi destierro, el que me procuré/…/ Soy una extraña aquí./Sólo tengo una fuerza, sólo un secreto acaso:/esta voz que me escribe,/el doble que me habita en el silencio".

Desde esa distancia, emoción y sensualidad, amor y deterioro, tiempo y deseo se amalgaman, esencializados, en poemas de la memoria y del presente, en medio de "esta violencia que llamamos vida", dejando al descubierto, entre la pasión y la ironía las vías de un análisis teórico que se despliega en la última parte, "Más allá de la literatura", que añade registros a su producción y que abarca una renovada reflexión sobre la identidad ("Yo sé que soy la misma,/pero dónde estoy"), sobre el propio nombre ("los ángeles de hoy/son el cielo de nadie"), sobre la escritura ("La tierra es un lugar para vivir/pero los versos son la propia vida"), sobre las contradicciones en que nos sustentamos ("Las contradicciones parecen insufribles/en nuestro mundo./Pero uno intenta/huir de ellas/como los pájaros:/ huir quedándose.") y sobre la exigencia de una ética solidaria como recurso autocrítico, propuesta en "El porvenir tarda demasiado" y "Variaciones sobre Wordsworth y Auden". Otros poemas como "Deseo", "Buenas noches, tristeza", "Stony Brook" I y II, "Espacios" o "El espejo de los espías" cuentan entre los mejores de este libro, el mejor de ángeles Mora.