Tarjei Vesaas. Foto: Leif Krohn Ørnelund.

Tarjei Vesaas. Foto: Leif Krohn Ørnelund.

Novela

El enigma de la inocencia según Tarjei Vesaas, un maestro de la palabra

Nórdica reedita 'Los pájaros', una hermosa parábola del novelista noruego que invita a reflexionar sobre la soledad, el amor, la naturaleza, el bien y el mal.

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¿Qué es la inocencia? ¿Un estado de lucidez, una forma de santidad o simple enajenación? El poeta y novelista noruego Tarjei Vesaas (1897-1970) intentó responder a esta cuestión, pero de forma indirecta, escribiendo una parábola sin moraleja.

Los pájaros

Tarjei Vesaas

Varios traductores. Nórdica, 2025. 274 páginas. 22,95 €

Mattis, el Simplón, vive con su hermana Hege en una humilde cabaña situada a las afueras de un pueblo de Noruega. Incapaz de trabajar, sin habilidades sociales y propenso a las ensoñaciones, los vecinos le consideran un idiota inofensivo.

Vesaas siempre arrastró el sentimiento de culpa que le produjo no asumir el mantenimiento de la granja familiar y quizás por eso arrojó sobre las espaldas de su personaje una carga semejante.

En el pueblo, se compara a Mattis y Hege con dos álamos marchitos. La existencia de los hermanos es rutinaria y estéril. Parecen abocados a languidecer en una umbría periferia existencial. Son los excluidos, los invisibles.

Sin embargo, Mattis no es un paria, sino un visionario y, en cierto sentido, un poeta. Ha logrado una perfecta comunión con la Naturaleza, pero echa de menos el amor correspondido y se avergüenza de vivir del trabajo de su hermana.

Su malestar no le impide quedarse extasiado ante el cortejo nupcial de una becada, y la contemplación de un lago le ayuda a aplacar sus heridas. El agua no es solo agua, sino un bálsamo, casi una teofanía.

Hege es generosa y noble, pero sus ojos están adormecidos. Mira, pero no ve. Por el contrario, Mattis posee una mirada honda y sabia. El encuentro con un pájaro o con dos muchachas en un lago le revelan el infinito valor de la vida.

Su precario equilibrio interior se rompe cuando su hermana se enamora de Jorgen y él se convierte en un estorbo.

Aunque intenta adaptarse a la nueva situación, trabajando con su futuro cuñado en el bosque, enseguida comprende que solo hallará paz en el fondo del lago. Viajar a lo más profundo para escuchar el latido de la Tierra y confundirse con el légamo, las algas y las piedras.

Poética, profunda y a veces inquietante, Los pájaros es una bellísima novela que nos obliga a preguntarnos por el sentido de la vida.

¿Qué es el bien? ¿Trabajar como hace Hege, socializar por el mero hecho de ser uno más? ¿O, por el contrario, apartarse de la multitud y reservar las energías para contemplar el bien y la belleza?

Vesaas no expone conclusiones. Prefiere elaborar una parábola, un hermoso relato que invita a reflexionar sobre la soledad, el amor, la naturaleza, el bien y el mal.

Juzgar a Mattis por su indolencia, que nace de la imposibilidad de consumar sus deseos, es tan absurdo como condenar a Hege por su pragmatismo. No son dos álamos marchitos, sino dos criaturas tremendamente vulnerables.

Poética y profunda, 'Los pájaros' es una bellísima novela que nos obliga a preguntarnos por el sentido de la vida

Hege tiene miedo a desperdiciar su vida. No quiere morir sin amar y ser amada. Mattis no se plantea nada. Le asusta la soledad, separarse su hermana, pero le aterroriza más perder su conexión con la Naturaleza. Al final, no percibe otra salida que volver al polvo, al silencio del que surgió.

El aliento bíblico de Los pájaros discurre con un estilo ágil, lírico y directo que no acusa los casi 70 años transcurridos desde su publicación.Tarjei Vesaas es un maestro de la palabra esencial, precisa, casi profética.

Hoy nos continuamos preguntando por qué vivimos, si la vida es un don o una maldición. Con la perspicacia de un místico, Vesaas elude las respuestas y nos incita a buscar la paz en las cosas sencillas, como el canto de un pájaro sobre un tejado.