Natalia Picón. Foto: Anagrama.

Natalia Picón. Foto: Anagrama.

Ensayo

'La fiesta del fin del mundo', Premio Anagrama de Ensayo: una mirada de esperanza al apocalipsis

Natalia Castro analiza la historia de España a través de crisis económicas, sociales y culturales y propone la catástrofe como forma para transformar el futuro.

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“Una estrella ardiente caerá en las fuentes de agua. ¡Aprovechemos los últimos siete días!”. Estos lamentos que pronuncian unos monjes desesperados entre ruidos de tormentas se escuchan en una escena de la película El nombre de la rosa, que adaptó la novela de Umberto Eco.

La fiesta del fin del mundo

Natalia Castro Picón

Premio Anagrama de Ensayo. Anagrama, 2025. 456 páginas. 23,90 €

En aquella remota abadía se suceden una serie de muertes misteriosas que solo pueden ser obra del maligno como advertencia del apocalipsis anunciado en los textos sagrados que leen, copian, traducen o estudian los religiosos.

Aquella trama está ambientada a mediados del terrorífico siglo XIV, lleno de guerras y epidemias que acabaron con la Edad Media y darían pie a la construcción del Renacimiento.

Y escojo expresamente la palabra ‘construcción’, y no ‘llegada’, pues es precisamente a esos momentos de cambios históricos que se viven como apocalípticos pero que propician transformaciones a los que dedica Natalia Castro (Menorca, 1989), profesora e investigadora de la Universidad de Princeton, este espléndido La fiesta del fin del mundo.

Unas transformaciones sociales que, obviamente, están condicionadas por el medio y su mayor o menor hostilidad, pero que también despiertan –o deberían– la imaginación social capaz de concebir otros mundos.

Porque el apocalipsis no es, en contra de su acepción más asumida, el final del todo. En cualquier caso, el final de algo y, por tanto, un nuevo comienzo posible.

Lejos de la visión nihilista más extendida, Castro Picón dibuja un diagnóstico más esperanzador: “La imaginación apocalíptica llega más bien a señalar una alteración tan profunda de nuestros espacios de coexistencia que los códigos culturales que hasta el momento le daban orden dejan de ser operativos”.

Una afirmación que se compadece con el propio desconcierto político de nuestros días, como si el entramado institucional hubiera dejado de servir para entender y gestionar un mundo nuevo marcado por el desarrollo tecnológico, la desigualdad y el malestar.

Estamos, por tanto, ante maneras antitéticas de apocalipsis, entre las que la autora hace una elección clara: “Hay dos formas de reaccionar: el amor o el espanto, la entrega o la resistencia, el deseo de anticipar una vida nueva o la histérica postergación de lo inevitable”.

Como quien ve con buenos ojos una crisis inmobiliaria porque contempla que quizá entonces, gracias a ese derrumbe, pueda por fin comprarse una casa.

El libro parte de unas conclusiones contundentes, quizá tremendistas, sobre lo que se conoce como “capitalismo tardío” o “turbocapitalismo” y sus efectos en la cohesión social. Pero no hace falta compartir ese diagnóstico para comulgar con una tesis osada, divertida en su planteamiento, muy bien fundamentada en un aparato crítico imponente.

Lejos de la visión nihilista más extendida, Castro Picón dibuja un diagnóstico esperanzador

Y que además la autora aterriza en una España que ha encadenado crisis desde 2008 hasta un 2023 en el que, pese al brillo de una macroeconomía envidiada en el resto del mundo, se ha hecho fuerte la incapacidad de imaginar o percibir ningún horizonte promisorio. Que los proyectos políticos reaccionarios estén en auge no son ningún misterio si damos por bueno este retrato.

Aparecen en el libro la España de Eurovegas, el Madrid capital global que lo engulle todo a su alrededor y deja pueblos abandonados y ciudades medianas sin oportunidades, y también la España de la covid, con sus fiestas ilegales y su sentido ambivalente (saldremos mejores, saldremos aún peores).

En medio, el inmenso espacio mesetario, una suerte de nuevo far west en el que es más fácil imaginar la rave de Sirat o un remake local de Paris-Texas que la vuelta a una realidad pujante. Un ensayo digno de todos los reconocimientos que ya tiene y de los que puedan llegar.