Image: La crisis de la monarquía

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Ensayo

La crisis de la monarquía

Pablo Fdez. Albaladejo

3 julio, 2009 02:00

Carlos II pintado por Juan Carreño

Crítica/Marcial Pons, 2009. Madrid, 2009, 840 pp., 33 e.

Con la publicación del cuarto volumen, la Historia de España dirigida por Josep Fontana y Ramón Villares llega al ecuador de su edición. Los seis libros que están en las librerías corresponden además al periodo cronológico que va desde los comienzos de la Edad Moderna a la guerra civil, por lo que contamos ya con una visión de conjunto desde finales del siglo XV a 1939, un amplio panorama de la Historia de España. El libro recientemente editado es un estudio detallado del siglo XVII español que, como todos los publicados anteriormente, parte del deseo de escribir una nueva síntesis de nuestra historia, adaptada a los requisitos del presente y que sea capaz de incorporar, no solo los avances de la investigación en los últimos años, sino también y muy especialmente las formas más actuales de concebir y explicar la historia.

El mayor cambio que presenta el volumen con respecto a las Historias de España precedentes es la importancia primordial de la política, en las antípodas de las precisiones me- todológicas de los años 70 y 80 basadas en el auge de la historia económico-social y el marxismo. Según ellas, la explicación del proceso histórico partía del análisis de las estructuras de base: demografía, economía y sociedad, sin las cuales resultaba imposible explicar la política o la cultura, tan fuertemente determinadas por aquéllas que algunos autores llegaron a considerarlas despectivamente co-mo la "espuma de la historia". Pues bien, el libro de Albaladejo -y en buena parte la colección- se basa en un planteamiento radicalmente distinto. La política es lo primero, lo que ocupa la mayor parte y lo que ofrece las claves para estructurar y dividir sus capítulos. Una política que se explica esencialmente a partir del pensamiento de los tratadistas y escritores de la época, tema que en el que el autor es un consumado especialista y del que nos aporta un exhaustivo análisis. Solo un centenar de las casi 600 páginas de texto -el capítulo 4º: "El reino enfermo"- se dedica propiamente a demografía, economía y sociedad.

Otro cambio importante está en la concepción general del periodo. Albaladejo desecha el concepto de decadencia, que ha llevado a una lectura unidireccional hoy ampliamente criticada, y propone cambiarlo por el de crisis, entendiendo por tal una fase decisiva de cambio y transforma- ciones, no necesariamente negativas, en la evolución de un sistema. La idea de crisis no predetermina el desenlace de dicho proceso, lo mismo que el concepto de resiliencia, procedente de la física e introducido recientemente por el historiador británico Christopher Storrs, que alude a la capacidad de un material sometido a presiones para recuperar su forma anterior; es decir, a la elasticidad de un sistema gracias a los cambios políticos y a las novedades modernizadoras introducidas como respuesta a la crisis.

El análisis de la teoría y la práctica política, esencialmente en la corte, permite al autor aportar una buena visión de síntesis del siglo XVII español. Obviamente, en un espacio cronológico tan amplio resulta casi imposible prestar una atención equilibrada a todos los territorios y cuestiones. En este sentido, se echa en falta una mayor presencia de América y de las posesiones europeas de la Monarquía, aunque sí que existe -y ello supone también una novedad- un tratamiento político de ésta que tiene en cuenta su realidad espacial, más allá de las tradicionales visiones reducidas a la península. El libro se completa con casi 300 páginas de apéndices: una amplia y actualizada bibliografía, cronología, mapas, tablas y gráficos cuantitativos y una selección de documentos coetáneos. Estamos por tanto ante una visión nueva y actualizada del XVII español, menos negativa en su conjunto que las tradicionales, y ampliamente basada en los numerosos estudios que en las últimas décadas se han dedicado a dicha centuria.

ALGO PERSONAL

- ¿Cuál es la dificultad de sintetizar un periodo tan complejo?

- Se deriva del hecho de que el XVII venga ya investido como un tiempo crucial (cargado de interpretaciones) en la Hª de España.

- ¿Regresa la "historia política"?

- Más que de un regreso triunfal de la hª política lo que regresa es la hª narrativa, la necesidad de establecer un argumento sostenido, integrado y bien explicado a lo largo del periodo a historiar.

- ¿Puede enseñarnos algo aquella crisis para enfrentar la actual?

- Siempre que no forcemos las comparaciones. La del XVII es la primera crisis global de lo que empezaba a ser una economía-mundo pero entonces la solución fue crear un orden de estados. Curiosamente, hoy no parece que pueda seguir sosteniéndose. El XVII puede resultar un excelente laboratorio.