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Letras

Muere el dibujante Quino, creador de Mafalda

El autor, de 88 años, conquistó el corazón de millones de lectores con su célebre personaje, esa niña sabia e inconformista que denunciaba las injusticias y el sinsentido del mundo adulto

30 septiembre, 2020 17:27

El dibujante Quino, mundialmente conocido por ser el creador de Mafalda, ha muerto hoy a los 88 años de edad en Mendoza, su ciudad natal, según han informado los medios argentinos. Su entrañable personaje es uno de los más exitosos y queridos del ámbito de las tiras cómicas en español, aunque sus ácidas observaciones de niña sabia e inconformista han sido traducidas a decenas de idiomas y han aparecido en multitud de países.

Quino, cuyo nombre real era Joaquín Salvador Lavado, nació en 1932. Sus padres eran naturales de Fuengirola (Málaga), emigraron al país suramericano en los años treinta y el dibujante siempre sintió como propias sus raíces españolas. De hecho, obtuvo la nacionalidad española —al segundo intento— en 1990, a los 57 años. En 2014, recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades por el "enorme valor educativo" y "dimensión universal" de su obra y por unos personajes que "trascienden cualquier geografía, edad y condición social". También ostentaba la Medalla de la Orden y las Letras de Francia y era uno de los personajes más internacionales de la cultura argentina.

Quino supo que quería ser historietista desde muy temprano, porque quedó fascinado por los dibujos que le regalaba su tío Joaquín, pintor de profesión (y motivo del apodo Quino, que pusieron al pequeño para diferenciarles). A los 18 años emigró desde Mendoza, ubicada en la zona andina de Argentina, a Buenos Aires. Allí, poco a poco y pasando penurias, fue haciéndose hueco como dibujante en diversas publicaciones.

El personaje de Mafalda, su gran hito, nació en 1962 a raíz de un encargo publicitario de la marca de electrodomésticos Mansfield, que quería unas tiras cómicas para publicar en periódicos sobre una familia que consumiese sus aparatos. La idea era colar la tira en los periódicos como publicidad encubierta, pero la estratagema no funcionó y el proyecto quedó temporalmente en un cajón. Quién iba a imaginar que aquel personaje promocional, desde que empezó a aparecer en la revista argentina Primera Plana dos años más tarde —tras una breve aparición en la revista Leoplán— y libre ya de toda connotación publicitaria, se convertiría en luchadora por los desfavorecidos, azote de los poderosos y del sinsentido que gobierna el mundo de los adultos.

Quino publicó las tiras de Mafalda, sus amigos (Felipe, Manolito, Susanita...) y su hermano Guille durante una década, primero en la mencionada revista y después en el diario argentino El Mundo hasta la desaparición de este periódico, cuando pasó a Siete días ilustrados, hasta que el dibujante se cansó de la tiranía de la entrega diaria. A pesar de ello, el éxito de su personaje se hizo universal e imperecedero —como lo son las reflexiones de la pequeña Mafalda—, y continúa a día de hoy mediante libros recopilatorios —que en España publica Lumen—, todo tipo de merchandising, y, lo que es más importante: la circulación constante de sus viñetas llevada a cabo por miles de usuarios en las redes sociales. Como dijo Quino a su paso por Oviedo para recoger el Príncipe de Asturias, Mafalda "hoy en día diría lo mismo que entonces, porque las cosas están tan mal o peor".

Mafalda fue un éxito prácticamente instantáneo en Argentina y toda Suramérica, y dio el salto a Europa con un primer volumen recopilatorio publicado en Italia en 1969 y apadrinado por Umberto Eco. El personaje protagonizó también algunas películas de animación, así como exposiciones, y su imagen ha sido empleada en campañas sociales de entidades como UNICEF, Cruz Roja Española o el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Argentina. Cuando dejó de dibujar a Mafalda, Quino se centró en otro tipo de historias, con un estilo y un contenido más adulto.

En 2017, año en que falleció su esposa, Alicia Colombo, Quino regresó su Mendoza natal, donde recibía el cuidado de sus sobrinos debido a su mala salud, que lo mantuvo alejado de la vida pública en los últimos años. "La vejez es un coñazo", se sinceró durante su viaje a España de 2014, donde pudo comprobar con sorpresa la gran cantidad de gente joven que sigue a Mafalda y que se siente atraída por un personaje que dejó de dibujar en 1973.

A causa de un glaucoma que le deterioró la visión hasta el punto de dejarlo casi ciego, Quino dejó los lápices hace más de una década. Mafalda, en cambio, seguirá viva mientras existan las injusticias, es decir, por siempre.