José Donoso

La Universidad Menéndez Pelayo acoge las jornadas Donoso después de Donoso, un encuentro que pretende ofrecer una mirada cercana e inédita al universo de uno de los autores más destacados del boom latinoamericano.

"¿Quién fue realmente José Donoso? ¿Conocemos en su obra a cabalidad?". Las preguntas podrían parecer excesivamente peregrinas si no vinieran planteadas por una autoridad en lo referente al escritor chileno, la escritora y editora Cecilia García-Huidobro que el año pasado publicó los Diarios Tempranos. Donoso in progress 1950-1965, una selección de textos que nos permiten colarnos en la intimidad personal y literaria del autor. "Un caso absolutamente asombroso", insiste García Huidobro, que añade que "pese a haber sido reconocido por una contundente obra, a partir de la paulatina publicación después de su muerte de sus escritos de no ficción se va dibujando una nueva mirada respecto de su creación y su vida que trastoca totalmente lo que hasta ahora sabíamos de Donoso".



Con el objetivo de arañar esta superficie de uno de los escritores más influyentes de las últimas décadas, en constante reinvención dos décadas después de su muerte, la también decana de la Facultad de Comunicación y Letras de la Universidad Diego Portales participa junto a otros siete expertos en el encuentro Donoso después de Donoso, que la Universidad Menéndez Pelayo acoge durante hoy y mañana con el objetivo de acercar la obra del escritor a los asistentes y ofrecer una mirada cercana e inédita al universo del escritor chileno.



Es este sentido redescubridor, García Huidobro destaca que en su experiencia al trabajar con los diarios del escritor le llamó la atención "la radicalidad de su apuesta por la escritura. Donoso colocó todas las fichas en el intento y pagó un alto costo por ello. Jamás dejó de explorar nuevas expresiones, incluso estando ya muy enfermo. Impresionan esas ansias de crear un universo literario y un cierto desgarro vital que todo eso le provoca", reconoce. En las páginas de los diarios aparecen constantemente las paranoias de Donoso, que él convirtió en "un verdadero motor de búsqueda de su poética. Me aventuro a afirmar que vivió con gran intensidad sus contradicciones y escuchó a sus demonios como una hoja de ruta para llegar a una escritura auténtica que diera cuenta de esas complejidades", afirma la editora.



Otros temas primordiales que abordarán las jornadas serán las interrelaciones entre la tradición y las nuevas fronteras literarias, la inmersión en la consciencia de la escritura poética y los acercamientos y desencuentros del escritor con Roberto Bolaño y con la generación del boom latinoamericano. Donoso es considerado una de las piezas clave en la primera hornada de esta ubicua corriente y compartió escenario literario con los Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa o Carlos Fuentes. "Donoso fue uno de los protagonistas del boom por derecho propio. Su ciclo expresionista, correspondiente a ese momento literario, es muy poderoso", opina otra de las ponentes, la escritora y profesora de Literatura Hispanoamericana en la Universidad Autónoma de Madrid, Selena Millares. "Pero tuvo mala suerte, y cuando se perfilaba como ganador del ansiado premio Biblioteca Breve con El obsceno pájaro de la noche en 1970, lo que sería una consagración, Seix Barral se escindió a causa de una crisis interna y no hubo premio", añade de quien fue también eterno candidato del Cervantes y el Príncipe de Asturias sin alcanzarlos nunca.



Vengarse del boom

La relación de Donoso con el fenómeno literario que marcó los años 60 y 70 queda patente en su obra Historia Personal del Boom (1972), que, para Millares, "habla del nacimiento de una literatura latinoamericana, más allá de fronteras nacionales, y también de un nuevo idioma, opuesto a regionalismos y ortodoxias", explica. "Llamó a la nueva narrativa 'novela de la ausencia', porque sus hacedores escribían fuera de sus patrias (Cortázar en París, García Márquez en México, Cabrera Infante en Londres, Vargas Llosa en Barcelona...), lejos de exigencias cívicas y de envidias". García Huidobro añade que "Donoso tuvo una relación compleja con el boom. No podía ser de otra manera. En mi opinión, Donoso enriqueció la propuesta del Boom incorporando nutrientes provenientes del subconsciente y otros sacados de la literatura anglosajona de la que fue un omnívoro y erudito lector".



Vargas Llosa, José Donoso y García Márquez junto a sus mujeres a principios de los 70

Sin embargo, para el escritor y cineasta Alberto Fuguet, una de las voces más importantes de la literatura chilena, Donoso "no fue parte del boom pero necesitaba validarse de él. Hoy, con el paso del tiempo y todo lo que ha pasado con sus libros y diarios, sí lo es. Esto es en extremo curioso. Estamos viviendo la venganza de Donoso y está ganando", remacha jocoso. En su intervención en el encuentro, que tendrá lugar mañana martes, Fuguet quiere visitar "otro Donoso. La gracia de autores que terminan como clásicos es que tienen muchas artistas". Alude Fuguet, que acaba de publicar en España VHS (Random House), a la novela "española" El jardín de al lado, que trata de un autor chileno que desea ser parte del boom pero no lo es, y cuya robusta agente catalana desea que escriba temas 'contigentes' y que 'vendan' como es el caso del Golpe de Pinochet. "Deseo remixear la mirada ficcional con que se enfrenó al boom y 'la necesidad de triunfar' en esta novela con un libro insólito y muy del estilo de Tom Wolfe: su crónica personal, de no ficción, la Historia Personal del Boom, que se puede leer como un deseo casi carnal de Donoso por ingresar al boom. Y lo logró con ese libro: escribe desde adentro del fenómeno y, de paso, se autodesigna el representante chileno.



El minotauro transterrado

A este episodio alude también Millares, quien se refiere a Donoso como "transterrado", con ese utilísimo vocablo que inventó José Gaos para los españoles exiliados en México: aunque viajaban a otra tierra, permanecían en la patria del idioma. "Donoso no fue propiamente un desterrado, pero necesitó escribir desde el extranjero, lejos de mezquindades provincianas, y creó lo fundamental de su obra sobre todo en España". Comparte con Fuguet la opinión de que nuestro país fue determinante para él al ser escenario de su novela autobiográfica El jardín de al lado. "Eligió vivir en tierra aragonesa porque, según decía, de ella venían dos de los artistas que más admiraba, Goya y Buñuel", apunta. "Al ausentarse de Chile huía de sí mismo y de sus propios fantasmas, y todo eso se proyecta en su escritura, donde se muestra como un minotauro encerrado en su laberinto de soledad".



Millares, que acaba de publicar La isla del fin del mundo (Barataria), es autora también del prólogo a la novela El lugar sin límites, "su obra más clásica. Así la veía el propio Donoso, pero también Severo Sarduy, y Cabrera Infante, que la calificó como su libro más feliz y al tiempo el más infeliz, donde las víctimas son también victimarias". La obra fue escrita en México, en una casa del jardín de Carlos Fuentes y Manuel Puig preparó el guión de su adaptación al cine, dirigida por Ripstein. "Donoso la consideraba su novela más perfecta y completa, y escribirla supuso para él una catarsis, una liberación. Estaba atascado y no podía avanzar en la escritura de El obsceno pájaro de la noche, una obra que calificaría como sinfónica, así que entresacó un fragmento de toda esa selva de palabras, y la convirtió en El lugar sin límites", ilustra. "La pieza es tan breve y desnuda como honda y universal, y retrata la podredumbre social en el microcosmos de un burdel regentado por un travesti, la Manuela, que es un personaje extraordinario".



Legado en auge

Sobre su conocimiento y vigencia en nuestro país, otro de los objetivos del encuentro, la terna de ponentes tiene disparidad de opiniones. García Huidobro afirma que a Donoso se le estudia más en Estados Unidos que en España, algo en lo que "tal vez pueda haber influido el fenómeno Bolaño, un hecho cultural impresionante que ha tenido múltiples repercusiones. La notable obra bolañeana es probable que haya ha opacado la recepción de muchos autores latinoamericanos", lamenta, pese a que considera "indudable que entre sus obras aparecen sintonías, sobre todo en lo que respecto a los varios rostros del mal en la vida cotidiana". También Fuguet percibe que el autor no es suficientemente conocido y valorado en España, "algo muy moderno ser de nicho. No era un autor pop, era un autor serio, denso, lejano, y tuvo mala suerte con sus adaptaciones de cine que le quitaron todo lo perverso", añade. "El mundo de Donoso es de deseo, es queer, es raro y un poco asqueroso y donde lo deforme y monstruoso es clave. Esto lo hace joven, nuevo". Por ello, opina que "Donoso es único. Carlos Fuentes, que tanto lo ayudó, es un autor que se va disipando mientras que José Donoso crece y crece. Por algo vamos a celebrarlo".



En la otra cara de la moneda se sitúa Millares, que defiende que el autor es conocido y valorado en España. Como prueba, ofrece el estar incluido en ese canon que supone la colección Letras Hispánicas de Cátedra. Sin embargo, cree que "su estirpe es la de los existencialistas y expresionistas, como Sabato y Onetti, y su narrativa resulta más incómoda que seductora. Él lo sabía perfectamente, y se quejaba de que para tener éxito en Europa era necesario mostrar una América de violencia, sangre, sexo, magia y telurismo, es decir, construir un producto al gusto del consumidor, algo a lo que no estaba dispuesto", avisa la profesora. "Él trabaja lo sórdido, lo oscuro, sin servidumbres tradicionalistas ni mágicorrealistas. Y retrata a su país como un Saturno que devora a sus propios hijos, con unas estructuras sociales anquilosadas y una moral asfixiante".



Maestro de escritores

Un país, su Chile natal, en el que "su estatuto como solía ser el propio Donoso", ironiza García Huidobro. "Si miramos la genealogía de la literatura chilena, su impronta está muy presente. En escritores actuales tan relevantes como Diamela Eltit, Rafael Gumucio o Lina Meruane, es posible reconocer una suerte de estirpe, como un hilván que los vincula", celebra. Aunque también hay cruz. "Si, en cambio, vemos los programas escolares, la lectura de su novela Coronación fue eliminada, un crimen de lesa humanidad. Pero esa misma novela ha sido llevada al teatro y los montajes se suceden prácticamente todos los años con permanente éxito de público y crítica".



"Es ley histórica que los movimientos literarios sean puestos en tela de juicio por sus sucesores inmediatos, y me parece que ahora mismo hay más interés por autores anteriores, como Juan Emar, que por cierto era antepasado de Donoso", opina Millares. "Aunque también se lee y valora menos que antes a autores como García Márquez, y en general los monumentos narrativos de esa época; debe pasar más tiempo para que se vuelva a ellos", sentencia, antes de añadir que, por supuesto que se recuerda a Donoso en Chile, por ejemplo, con el prestigioso premio literario que lleva su nombre. "Por su parte él declaró escribir siempre sobre su país, edípicamente", recuerda. "En sus últimos años decidió volver como vuelve Ulises a su Ítaca, para ofrendar el tesoro de lo vivido, y además preparó libros de mucho interés e impartió allí talleres literarios que se hicieron célebres y por los que pasaron autores como Marco Antonio de la Parra, Diamela Eltit o Alberto Fuguet".



El mismo Fuguet, que defiende a Donoso a capa y espada. "Está muy vivo. Me atrevo a decir que más que cuando estaba vivo. Donoso fue preso, creo, de estereotipos, torpezas y mala suerte. Era visto como canónico y sus libros se designaban en los colegios donde pocos los leían o eran poco entendidos por complicados", lamenta. También tras su muerte, comenzó0 a conocerse a un Donoso que distaba mucho de la imagen social que se tenía de él. "Públicamente era visto como un viejo mañoso. Todo esto cambia con la apertura de sus diarios, con el impactante libro Correr el tupido velo de su hija Pilar Donoso y el trabajo que ha realizado Cecilia García Huidobro con sus cartas, diarios, apuntes". Este nuevo redescubrimiento, uno más, sirve para apuntalar nuevas miradas sobre la obra del escritor. "Se ha vuelto moderno, joven, deseado. Donoso supera a muchos autores a la hora de tratar con lo monstruoso y muchos lectores lo consideran un adelantado. El cine de Lynch y de Guillermo Del Toro ha validado su mirada a lo deforme, a lo monstruoso".